2  Los Tuliviejoides

2.1 La Tulivieja

Discusión Sobre la Tulivieja

Como mejor podría definirse es como mujer-espíritu, aunque en este concepto están incluidas una versión donde la Tulivieja es totalmente animal y otras tres versiones donde la Tulivieja llega a ser animal por una transformación. La idea de la Tulivieja como entidad sobrenatural de origen indígena es interesante porque el mismo nombre parece ser una mezcla lingüística Cuna-español, donde Tule querría decir india. El nombre Kunka se concentró hacia la parte Oeste del Istmo, área de los Guaymí. Hay una posibilidad de que Kunka sea apelativo Guaymí para este ser sobrenatural. Los nombres Mujercita, Llorona y Tepesa parecen ser pasos en la cristianización del ente. De la Historia de la Tulivieja tenemos que las causas de la acción de ese ente fueron: la mujer fiestera, la deshonrada, la repudiadora, y la descuidada.

Todo para coincidir que un niño desapareció. La desaparición del niño pudo deberse a asesinato y abandono. El castigo consistió en buscar al niño junto con la transformación de mujer a el ente conocido como Tulivieja. La entidad castigadora varió desde Dios hasta la Virgen y aún curas. La morfología de la Tulivieja se reveló muy complicada. En unos casos, se les dio más importancia a los rasgos de la cara y el cabello, en otros la atención se centró en las extremidades y en otros se centró en los pechos. Pero los rasgos más importantes fueron los de la cara cabello, y de estos la “cara colador” fue la característica independiente más sobresaliente. Sobre las extremidades, informes sobre los pies invertidos fueron los más corrientes, aunque también se habló de extremidades inferiores diferenciadas, tales como una de niño y otra de pollo o de perro. En los pechos, se informó que algunas veces la Tulivieja tenía dos pechos, uno para su niño y otro para matar, por secreción de hormigas matadoras o por veneno. De las actividades de la Tulivieja, la principal quizás es la de vagar por los ríos y quebradas y sus inmediaciones. La base de estas andanzas es la búsqueda de su hijo. Las voces que emite la Tulivieja fueron de dos tipos, la exclamación y las palabras articuladas. “Noé-buy”, “Ay, mi hijo”, “Ventura” y “Voy” fueron las palabras que se le oyeron a la aparición. Las exclamaciones inarticuladas fueron de varias clases: La más mencionada y la que probablemente sea característica fue el pujido, después del pujar, el grito más característico fue el llorar, punto donde contacta el espectro de la Llorona. La tesis general sobre la actividad de buscar niños es la que, como ha perdido su niño y tiene que encontrarlo, cuando oye llorar a algún niño cerca de donde ella está, se acerca con intenciones de llevárselo. El alimento universal de este ser es la ceniza-carbón de leña, después de este el alimento corriente fue la gamba. La defensa anti tulivieja se hace difícil debido a su conocimiento tanto de oraciones como de medios de neutralizar oraciones. Si se le reza cualquier oración, ella reza la segunda parte o la reza al revés para que pierda su valor. De los daños, la Tulivieja puede matar a la gente adulta y a los niños, cuando se da cuenta que no es el de ella. Pero el principal daño es el intento constante de arrebatar niños, los cuales muchas veces son maltratados cuando no muertos. El control religioso principal es el efectuado por medio de las oraciones Magnífica y Credo, además se piensa que para alejarla basta con tocarle algún objeto de manera que le recuerde el sonido de las campanas de la iglesia. El tipo humano más relacionado con la tulivieja fue el niño, precisamente por su objeto en este mundo. Las principales relaciones sobrenaturales de la Tulivieja ya cristianizada son con Dios y con la Virgen, responsables de su estado.

2.1.1 La Definición de la Tulivieja

A. La Tulivieja como Mujer-Espíritu

La Tulivieja como mejor podría definirse es como Mujer-espíritu. En la mayor parte de los informes, se habla de la Tulivieja, como mujer sobrenatural, sin mencionar la palabra espíritu. Pero en otra buena cantidad de informes es mencionada como un espíritu, siendo menores los casos en que se la llama animal. Así, en Villa Neilly, la Tulivieja es espíritu del mal, en Río Hato, espíritu simplemente; en Bugabita, se le llama mujercita y en Tolé, mujer simplemente. Pero en los casos en que se califica a la Tulivieja como mujer simple, en la descripción posterior se incluyen notas de completa sobrenaturidad para este ente. De manera que es posible que la mejor definición de la Tulivieja cuente como las más importantes notas, la de mujer y la de espíritu.

Ejemplos de la Tulivieja como Mujer-Espíritu

Villa Neilly (Castillo, 1961)

A este espíritu del mal se le denomina Kunca o Tulivieja.

La Cuesta (García, 1961)

… usan como resguardo para este espíritu…

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Los que la han visto dicen que es una mujer…

Tolé (Menéndez, 1961)

Es la Tulivieja una mujer que tiene los cabellos…

Bugabita (Choy, 1961)

… la última vez que apareció fue en forma de una mujercita…

Las Lajas (Ross, 1961)

Hay quienes aseguran haberla visto y oído en forma de mujer que llora.

Changuinola (Hidalgo, 1961)

El cabello desgreñado y áspero le cubre ahora el rostro que es mitad vieja, mitad joven…

Soná (Urriola, 1961)

Es la Tulivieja un espíritu malo en forma de mujer.

San Francisco de la Montaña (Sánchez, 1961)

… una vieja que anda en los ríos y quebradas caminando hacia arriba.

Santa Fe (Silvera, 1961)

La leyenda de esta “cosa” es que era una mujer que por…

Santa María (Chávez, 1961)

Es una mujer chica, con el pelo largo…

Parita (Del Cid, 1961)

Dicen que la piel está llena de agujeros transparentes que pareciera que no tuviera sangre.

Chitré (Aguina, 1961)

Entonces el chico contó que una señora bajita y con el rostro cubierto por larga cabellera negra, con un pie humano y el otro de perro…

Río Hato (Morales, 1961)

La Tulivieja es un espíritu que anda por las quebradas…

B. La Tulivieja como Mujer Animal

En este concepto están incluidas una versión donde la Tulivieja es totalmente animal y otras tres versiones donde la Tulivieja llega a ser animal por una transformación, de estructura más o menos clara. Así, en Paso de Canoa, la Tulivieja fue descrita como animal, con algunas características de mujer. De manera difusa fue descrita la Tulivieja en Divalá como animal con numerosas características de mujer.

Pero la idea de la Tulivieja transformable fue muy clara en Boca del Monte y en Chorrera. En el primer poblado mencionado, la forma básica fue informada como la de una mujer moñona, cambiable a distintas clases de animales. En Chorrera, la Tulivieja puede adoptar, libremente, las formas de puerca y hormiga.

Hay que anotar que el concepto de la Tulivieja como mujer animal está muy poco difundido por el Istmo.

Ejemplos de la Tulivieja como Mujer Animal

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Es un animal que tiene cabellos (como de mujer) tirados hacia adelante. Su rostro está lleno de agujeros…

Boca del Monte (Polanco, 1960)

La Tulivieja puede tomar varias formas, primero dicen que es una mujer moñona y cuando se pone brava cambia a distintas clases de animales.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Me cuentan los informantes que la Tulivieja puede adoptar diferentes formas; apareciendo algunas veces como una puerca y otras transformada en hormiga…

Divalá (Moreno, 1960)

El animal levantó un poco el cuerpo del agua y pudo verle “la nalga que parecía el anca de una yegua vieja, de esas que han perdido el pelaje y se les torna gris”.

C. La Tulivieja como Ente Indio

La idea de la Tulivieja como entidad sobrenatural de origen indígena fue descrita en dos poblados del Istmo. Es una idea muy interesante porque el mismo nombre Tulivieja parece ser una mezcla lingüística Cuna-español, donde Tule querría decir india y vieja la significación corriente en español.

Sin embargo, en Potrerillos, de donde viene una de las versiones no hay información de que la idea sea Cuna, sino que es adosada a una de las tribus Guaymí, los Doraces.

Ejemplos de la Tulivieja como Ente Indio

Potrerillos (González, 1960)

La Tulivieja se dice que data desde los tiempos en que esta región estaba habitada por los valientes indígenas doraces. Dice que una joven india tuvo un hijo sin haberse casado […].

Pero Dios la castigó convirtiéndola en el monstruo de la Tulivieja…

La Palma (Reyes, 1961)

Otros informantes dicen que ese soldado era el mismo Balboa. El soldado se llevó a una india a vivir con el […].

Cuando dio a luz el niño, para ocultar su delito, decidió echarlo al río […].

…pero del castigo de Dios, no, pues desde entonces ha vagado por los ríos buscando…

2.1.2 El Nombre de la Tulivieja

El nombre de Kunka o Cunca, se encontró en Villa Neilly (Costa Rica). Paso de Canoa (en la Frontera con Costa Rica) y en Chame, poblado del centro del Istmo. Considerando la distribución geográfica de este nombre, vemos que se concentra hacia la parte Oeste del Istmo, área de los Guaymí. No por esto se puede concluir que el nombre de Kunka sea el apelativo Guaymí para este ser sobrenatural, pero no cabe duda de que hay una posibilidad que así sea y esto nos llevaría a pensar que la idea general de la Tulivieja es prehispánica, y que su distribución excedía incluso los límites actuales del Istmo de Panamá.

El nombre María del Rosario fue informado desde Remedios, Parita, Monagrillo, Río Hato, Chorrera y Chepo.

Así, esta denominación de la Tulivieja cubre prácticamente todo el Istmo. Con mucha frecuencia se la halla mezclada con el nombre Tepesa, especialmente hacia el centro del Istmo. Y la única explicación que se halla al nombre procedió de Remedios, de donde viene también la historia más coherente sobre la Tulivieja.

El nombre “Mujercita” fue encontrado solo en las poblaciones de Parita y de manera insinuada en Bugabita. Así, se trata de un nombre que probablemente está en proceso de contracción y también probablemente tiene relación con el nombre “Viejita de Monte”, el cual fue encontrado en San Carlos.

El nombre “Llorona” fue encontrado en Santa María y Remedios. Parece que se trata de un apelativo lógico deducido de las mismas características del ente, aunque quizás represente una conversión, más bien, identificación de un ente distinto con la idea general de la Tulivieja. Esta última idea puede ser apoyada haciendo notar que la Llorona constituye, en muchos pueblos un ente claramente aparte de la Tulivieja. Por otra parte, en el estudio de la Llorona independiente se nota la enorme influencia que ha tenido la idea de la Tulivieja para la formación del concepto moderno de la Llorona.

El nombre Tepesa fue encontrado en Parita, Monagrillo, Chitré, Las Tablas. Es un sinónimo característico de las llamadas Provincias Centrales, y se le halla rara vez fuera de ellas. Es posible que este nombre represente el óptimo de la adaptación religiosa de la idea básica de una Tulivieja indígena, o sea la catolización final de una idea pagana.

Por último, el nombre “Tulivieja” parece ser una idea Cuna, tempranamente hispanizada, y profusamente regada por el Istmo.

Ejemplos del Nombre de la Tulivieja.

Villa Neilly (Castillo, 1961)

A este espíritu del mal se le denomina Kunca o Tulivieja.

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

A la Kunka se le identifica como la Tulivieja.

Chame (Beitia, 1961)

Los chameros dicen que la Cunca o Tulivieja, después que Dios la mandó a buscar a su hijo…

Remedios (Álvarez, 1960)

Hasta la fecha no se conoce que María del Rosario se haya llevado algún niño del poblado.

Parita (Del Cid, 1961)

Dice que la Tepesa era una joven agraciada físicamente llamada María del Rosario.

Monagrillo (Samudio, 1961)

Cuando los habitantes la oyen llorando por esos lugares (siempre anda así) le dicen: “María del Rosario, ven a rezar” y esta sale huyendo.

Río Hato (Morales, 1961)

Desde ese momento la señora María del Rosario que era como se llamaba anda por las quebradas en busca de su hijo.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Cuentan en el poblado que había una vez una muchacha muy bella y bondadosa llamada María del Rosario…

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Entre las creencias supersticiosas la más común entre todas es la de María del Rosario o Tulivieja.

Bugabita (Choy, 1961)

Cuentan los moradores de Bugabita que la última vez que apareció fue en forma de una mujercita que cargaba el cabello tirado hacia adelante tapándole la cara.

Parita (Del Cid, 1961)

lo que llaman en otros pueblos “Tepesa” en la población de Parita le dicen “Mujercita”.

Santa María (Chávez, 1961)

Va hacia arriba buscando a su hijo que echó al agua, y no lo encuentra, por eso anda llorando, por lo cual también se le llama la “llorona”.

Remedios (Álvarez, 1960)

Cuando la “Llorona” escucha llorando a un niño, se allega hasta el rancho y comienza a dar vuelta alrededor de él.

Parita (Del Cid, 1961)

Dice que la Tepesa era una joven agraciada físicamente, llamada María del Rosario. De un amor ilícito tuvo un hijo que mató al nacer para tapar su falta. Atormentada por el remordimiento del delito cometido, le confesó su pecado al cura. Este, horrorizado por la confesión le dijo: “¡Te pesa y te pesará, y Tepesa te volverás!” (De aquí el nombre de la Tepesa).

Monagrillo (Samudio, 1961)

Después de haber buscado incansablemente, se dirigió a la casa del sacerdote y llorando le refirió todo lo que le había sucedido y le dijo que le pesaba mucho. El padre, después de oírla, le dijo que se fuera. Otro día fue de nuevo donde el padre y le dijo que le pesaba, que le pesaba hasta que el sacerdote después de tanto oírla le hizo esta pregunta: “¿Te pesa?, ¿Te pesa?” a lo que contestó la mujer que sí y replicó el padre: “Te pesa, Tepesa te has de volver”.

Chitré (Aguina, 1961)

Al escuchar el relato el sacerdote dijo que esa era la Tepesa. Una mujer que quiso ocultar al mundo el fruto de su pecado, abandonando a su pequeño hijo, al cual después buscó infructuosamente. Arrepentida de su actuación fue donde el cura y le confesó su doble pecado, el cual después de escucharla le preguntó: ¿Te pesa? Al contestar afirmativamente le dijo: “Tepesa te has de llamar y como penitencia vagarás por la tierra en busca de tu hijo, al cual nunca habrás de encontrar”.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Fue una mujer que en tiempos lejanos abandonó a su hijo muy tierno para irse a los bailes y parrandas y al regreso no lo encontró. Encontró solo a un viejecito, que era Dios, el cual la anatemizó de esta manera: “¡Te pesa, te pesa y te pesará siempre. Errarás por el mundo hasta que encuentres a tu hijo!”.

Antón (Castrellón, 1961)

… y a eso de la cinco de la mañana vio a un monstruo. Este al verlo, lo atrapó con la misma balsa y se lo llevó del lugar. Era una Waima…

San Carlos (Crompton, 1961)

… la viejita de monte, la cual siempre anda en busca de su hijo.

2.1.3 La Historia de la Tulivieja

A. Las Causas de la Acción: Mujer Fiestera

La mujer fiestera es el tipo de mujer que se vuelve loca por los bailes. En casi todos los informes, el origen de todo el problema de la Tulivieja estuvo en los numerosos bailes que se celebran en el campo. Una mujer que estimaba el bailar más importante que casi cualquier otra cosa, entre ellos su hijo.

Así, en La Cuesta, por ir a un baile a lucirse la pre -tulivieja mató a su hijito que le estorbaba sus diversiones.

En Paso de Canoa, la pre -tulivieja abandonaba constantemente a su niño para irse de escapada a los bailes. La desgracia sucedió en una de esas escapadas.

En Las Lajas, el hijo no la dejaba salir a bailar, lo que era su delirio y por consiguiente lo mató.

En Changuinola, el caso es distinto, ya que la diversión de esta mujer, lo que la hizo perder el seso fue el amante que la esperaba en el río.

En Parita, la mujercita, fiestera no podía resistirse a un baile y por esa causa perdió su hijo.

Y así también, la fiesta cobró su tributo en Las Tablas, San Carlos, Chorrera y Chepo.

Ejemplos de las Causas de la Acción: Mujer Fiestera

La Cuesta (García, 1961)

Cuentan los habitantes del cantón de La Cuesta, que esta era una mujer muy bonita que le gustaba mucho ir a las fiestas. Cierta vez había un baile y como ella tenía un hijo y no tenía quien se lo cuidara lo tiró en una quebrada y se fue al baile.

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Cuéntase que este animal era antes una mujer la cual tenía un hijo recién nacido pero se dedicaba más a las diversiones que al cuidado del niño. Por las noches se iba para los bailes dejando a la criatura abandonada en una hamaquita colgada de su choza…

Las Lajas (Ross, 1961)

Dicen que ella era una mujer que le gustaba mucho el baile, pero tenía un hijo que no le dejaba salir, motivo por el cual lo arrojó al río.

Changuinola (Hidalgo, 1961)

… lleva al niño al río para bañarlo y cuando se encuentra en este menester se le presenta nuevamente el desconocido. Nuevamente la seduce, se olvida del hijo para atender al galán y el río se lleva la criatura.

Parita (Del Cid, 1961)

Dicen que la mujercita era antes un ser humano como cualquiera, pero era muy bailarina y no había baile al que no fuera.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Fue una mujer que en tiempos lejanos abandonó a su hijo muy tierno para irse a los bailes y parrandas y al regreso no lo encontró.

San Carlos (Crompton, 1961)

La historia comenzó un día de fiesta cuando se celebraba un baile en el pueblo y en este lugar vivía una mujer la cual tenía un niño bastante pequeñito. Como ella no podía ir a bailar por cuidar de su hijo, decidió acabar con la vida del pequeño y para ello lo arrojó a un río.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Más tarde, después de frecuentes salidas con hombres a bailes y cantinas, perdió su virginidad quedando poco después en estado de gravidez. Cuentan que después de haber tenido su hijo, hacia el cual no sentía amor alguno, se dirigió a la quebrada en la cual ahogó al niño.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Cuando se encontraba próxima a dar a luz, en el pueblo se celebra un baile, ella de ninguna manera podía perderse…

B. Las Causas de la Acción: Mujer Deshonrada

La deshonra de una chica, seguida de infanticidio es una causa informada corriente, para el castigo tuliviejal. Las dos historias de entes indios comienzan en una deshonra e infanticidio, lo cual podría ser usado para la investigación del origen del concepto de la Tulivieja así como para la investigación de la causa en la leyenda original.

En la Leyenda de Remedios, una niña protegida de la Virgen de los Remedios concibió un hijo sin haberse casado y acto seguido lo mató para que no se enteraran de su deshonra.

En Parita y en Chame sucedió igual, la chica deshonrada mata al hijo para tapar su falta.

En Santa Fe y Chitré, la mujer deshonrada abandona a su niño, al parecer con el propósito de recogerlo más tarde, pero el niño desaparece.

Las deshonradas indias, actúan de distintas maneras porque una de ellas, la de Potrerillos ahogó a su hijo mientras que la de La Palma lo abandonó al capricho del Dios Chucunaque.

Ejemplos de las Causas de la Acción: Mujer Deshonrada

Remedios (Álvarez, 1960)

Del origen de este ser se dice que, eran tres niñas muy bonitas que estaban bajo la crianza de la Virgen de los Remedios y sucedió que un día una de ellas, conocida con el nombre de María del Rosario salió embarazada. Un día se fue al río, y estando allá, dio a luz un niño; ella no quería que la Virgen de los Remedios se enterara del pecado que había cometido y optó por matarlo debajo de una piedra.

Potrerillos (González, 1960)

Dice que una joven india tuvo un hijo sin haberse casado. Su pena fue tan grande que al nacer la criatura, la ahogó en el río para que nadie se diera cuenta de su pecado.

Santa Fe (Silvera, 1961)

La leyenda de esta “cosa” es que era una mujer que por amores ilícitos tuvo un hijo. Para ocultar su pecado lo escondió debajo de una piedra en una quebrada y la corriente se lo llevó.

Parita (Del Cid, 1961)

De un amor ilícito tuvo un hijo que mató al nacer para tapar su falta.

Chitré (Aguina, 1961)

Una mujer que quiso ocultar al mundo el fruto de su pecado, abandonando a su pequeño hijo, al cual buscó después infructuosamente.

Chame (Beitia, 1961)

Esta jovencita, para que no se dieran cuenta, parió el hijo a orillas de un río, lo echó al agua.

La Palma (Reyes, 1961)

Luego que los españoles se fueron quedó la india embarazada y comenzó a ocultarlo pues a ellas les era prohibido tener hijos con los españoles, delito que se castigaba con la muerte. Cuando dio a luz el niño, para ocultar su delito, decidió echarlo al río y así lo hizo envolviéndolo en una manta de algodón y poniéndolo en una pequeña piragua, la cual empujó hacia el centro del río Chucunaque (Dios de los Ríos), para que lo protegiera.

C. Las Causas de la Acción: Mujer Repudiadora

El simple repudio, como causal de la transformación en Tulivieja tuvo varias formas en los informes.

En Volcán, la mujer mató al niño con una excusa por lo demás poco coherente y lejana con respecto a los resultados de la acción: que cuando Dios la llamara alegar para su estadía en los cielos su juventud y su carencia de hijos; hay incoherencia en esto debido a que precisamente el catolicismo fomenta la maternidad y no le preocupa mucho la edad de sus elegidos.

En Divalá, la mujer mata el niño en un arranque histérico; en Bugabita, la muerte del niño es imputable al ente debido a que el descuido fue al parecer intencionado.

En Río Hato, la mujer esperaba mellizos y en el desengaño del parto simple lo mató en un arrebato.

Ejemplos de las Causas de la Acción: Mujer Repudiadora

Volcán (Guerra, 1960)

Esta era una mujer que tuvo un hijo, el que tiró a un río para cuando Dios la llamara, decirle que era joven, sin hijos y que debía salvarla.

Divalá (Moreno, 1960)

Dicen que fue una mujer “al principio del mundo”, que Dios le dio un hijo pero que ella no lo quería, un día que se fue a lavar al río se llevó al niño llorando porque no le había dado de mamar; allá en el río se puso brava la mujer, lo cogió en los brazos y lo metió en el agua de cabeza, lo soltó y dejó que se lo llevara la corriente.

Bugabita (Choy, 1961)

Dicen que la Tulivieja tuvo un hijo pero que era muy mala con él y un día lo dejó cerca de un río y que este se metió al río y se lo llevó la corriente.

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Se dice que esta era una mujer que tuvo un hijo y lo arrojó a la corriente del río.

Soná (Urriola, 1961)

Es la Tulivieja un espíritu malo en forma de mujer. Era una hermosa mujer que desapareció a su hijo y en castigo anda buscándolo.

Río Hato (Morales, 1961)

Llegó el día esperado, y como en ese tiempo las mujeres daban a luz en la quebrada, así lo hizo ella también. Su desengaño fue tan grande al ver que Dios le daba un solo hijo que lo tiró al agua.

Arraiján (Espinosa, 1961)

Que Dios le puso como castigo por haber echado a su hijo en una quebrada andar errante por el mundo hasta que lo encuentre.

D. Las Causas de la Acción: Mujer Descuidada

En el punto en que la dureza del castigo guarda poca relación con las causas de los hechos es en el caso de mujeres descuidadas. Así en San Francisco de la Montaña, mientras la madre lavaba dejó al hijo sobre una piedra y se lo llevó al río. Por esa razón fue transformada en Tulivieja.

En el caso de Monagrillo, María del Rosario, jugaba simplemente con su niño. Accidentalmente se le fue y desapareció. Por esa razón, un accidente que parece que ella fue la que más lo sintió, fue condenada a transformarse en Tulivieja.

Ejemplos de las Causas de la Acción: Mujer Descuidada

San Francisco de la Montaña (Sánchez, 1961)

… fue una mujer descuidada que dejó a su hijo en una piedra del río mientras lavaba y que cuando lo fue a buscar había desaparecido.

Monagrillo (Samudio, 1961)

María del Rosario, que así se llamaba, gozaba mucho hundiendo y sacando del agua al niño quien estaba saltando de alegría pues le gustaba este juego. En uno de los saltos que pegó el niño se escapó de los brazos de su madre y se hundió en el agua. La madre al no verlo aparecer en la superficie lo empezó a buscar pero no le llegó a encontrar.

E. El Tipo de la Acción: Matarlo

El tipo de la acción de la mujer pre -tulivieja más corriente fue el infanticidio, el matar al niño. La manera de matar al niño varió según los poblados.

Así en La Cuesta, la mujer tiró a su hijo en la quebrada. Esto mismo fue lo que hicieron en la mayoría de los casos, es decir en los poblados de Volcán, Las Lajas, Río Hato, Arraiján, Soná, Chame, San Carlos, Chorrera, Potrerillos y Santa María.

Otros tipos de muerte que no fueron tirando al niño al río se dieron en Remedios, donde María del Rosario mató a su niño debajo de una piedra. En Parita, lo mató sin que se especifique cómo. La Tulivieja de Chame llegó a amarrarle al hijo una piedra en el pescuezo para que se hundiera rápido y no saliera más.

Ejemplos del Tipo de la Acción: Matarlo

Villa Neilly (Castillo, 1961)

La Historia cuenta que Dios la castigó por haber dejado el hijo en un río…

La Cuesta (García, 1961)

Cierta vez había un baile y como ella tenía un hijo y no tenía quien se lo cuidara lo tiró en una quebrada y se fue al baile.

Volcán (Guerra, 1960)

Esta era una mujer que tuvo un hijo, el que tiró a un río para cuando Dios la llamara, decirle que era joven sin hijos…

Las Lajas (Ross, 1961)

… pero tenía un hijo que no la dejaba salir, motivo por el cual lo arrojó al río.

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Se dice que esta era una mujer que tuvo un hijo y lo arrojó a la corriente del río.

Río Hato (Morales, 1961)

Su desengaño fue tan grande al ver que Dios le daba un solo hijo que lo tiró al agua.

Arraiján (Espinosa, 1961)

Que Dios le puso como castigo por haber echado a su hijo en una quebrada andar errante por el mundo hasta que lo encuentre.

Remedios (Álvarez, 1960)

… ella no quería que la Virgen de los Remedios se enterara del pecado que había cometido y optó por matarlo debajo de una piedra.

Soná (Urriola, 1961)

… vive solo para buscar el hijo que arrojó en la corriente de una quebrada.

Parita (Del Cid, 1961)

De un amor ilícito tuvo un hijo que mató al nacer para tapar su falta.

Chame (Beitia, 1961)

Esta jovencita, para que no se dieran cuenta, parió el hijo a orillas de un río, lo echó al agua.

San Carlos (Crompton, 1961)

Como ella no podía ir al baile por cuidar de su hijo, decidió acabar con la vida del pequeño y para ello lo arrojó a un río.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Cuentan que después de haber tenido a su hijo, hacia el cual no sentía amor alguno, se dirigió a la quebrada en la cual ahogó al niño.

Potrerillos (González, 1960)

Su pena fue tan grande que al nacer la criatura, la ahogó en el río para que nadie se diera cuenta de su pecado.

Divalá (Moreno, 1960)

… allá en el río se puso brava la mujer, lo cogió en los brazos y lo metió en el agua de cabeza, lo soltó y lo dejó que se lo llevara la corriente.

Santa María (Chávez, 1961)

Va hacia arriba buscando su hijo que echó al agua, y no lo encuentra, por eso anda llorando, por lo cual también se le llama la Llorona.

F. El tipo de la Acción: Abandonarlo

El abandono como tipo de acción tuvo variantes en los informes.

En el caso de Paso de Canoa, la mujer dejaba al niño en una hamaquita, supuestamente bien seguro. Una de las noches en que regresaba del baile, no lo encontró y comenzó su tragedia.

En el caso de Chepo, la mujer abandonó al niño recién parido para poder atender el baile y no lo encontró al regreso.

Un caso patético de abandono fue el de La Palma, la india, antes que matarlo, puso al niño en manos del Destino, en este caso del Dios de los Ríos, arreglándolo cuidadosamente y embarcándolo en una piragua.

Hubo varios informes que describen abandonos provisionales. Los casos de Chitré, Las Tablas y Santa Fe. En estos casos, la madre dejó abandonado al niño, pero pensando en volver.

Otros casos de abandono con intenciones definitivas fueron los de Villa Neilly y Bugabita.

Abandonos accidentales, fueron los de Changuinola y San Francisco de la Montaña.

Ejemplos del Tipo de la Acción: Abandonarlo

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Cuéntase que este animal era antes una mujer la cual tenía un hijo recién nacido pero que se dedicaba más a las diversiones que al cuidado del niño. Por las noches se iba para los bailes dejando a la criatura abandonada en una hamaquita colgada en su choza (que se encontraba a la orilla de un río). Cierta madrugada al regresar no encontró al niño y fue entonces cuando reaccionó como madre.

San Francisco de la Montaña (Sánchez, 1961)

Según cuentan, fue una mujer descuidada que dejó a su hijo en una piedra del río mientras lavaba y que cuando lo fue a buscar había desaparecido.

Chitré (Aguina, 1961)

Una mujer que quiso ocultar al mundo el fruto de su pecado, abandonando a su pequeño hijo, al cual buscó después infructuosamente.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Fue una mujer que en tiempos lejanos abandonó a su hijo muy tierno para irse a los bailes y parrandas y al regreso no lo encontró.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Cuando se dirigía al baile por esta razón, le entraron los dolores de parto, y tuvo el hijo cerca de una quebrada. Dejó al niño ahí, al pie de la quebrada para irse a bailar. Terminado el baile se dirige a buscar a su hijo al lugar donde lo había dejado y no lo encuentra.

Bugabita (Choy, 1961)

Dicen que la Tulivieja tuvo un hijo, pero era muy mala con él y que un día lo dejó cerca de un río y que este se metió al río y se lo llevó la corriente.

Changuinola (Hidalgo, 1961)

Nuevamente la seduce, se olvida del hijo para atender al galán y el río se lleva a la criatura.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Para ocultar su pecado, lo escondió debajo de una piedra en una quebrada y la corriente se lo llevó. Cuando ella fue a buscar a su hijo, no lo encontró y desde entonces lo anda buscando corriente arriba…

La Palma (Reyes, 1961)

Cuando dio a luz al niño, para ocultar su delito, decidió echarlo al río y así lo hizo envolviéndolo en una manta de algodón y poniéndolo en una pequeña piragua, la cual empujó hacia el centro del río Chucunaque (Dios de los Ríos), para que lo protegiera.

Ejemplo del Tipo de la Acción: Accidental

En uno de los saltos que pegó el niño, se escapó de los brazos de su madre y se hundió en el agua. La madre al no verlo aparecer en la superficie lo empezó a buscar pero no lo llegó a encontrar.

G. La Consistencia del Castigo: Buscar Niño

El castigo del crimen de la Tulivieja consistió en la mayoría de los casos en buscar al niño hasta que lo encuentre.

Así en La Cuesta, la mujer debe llevar a su hijo y presentarlo para poder gozar del Reino de los cielos.

En Volcán, la mujer fue regresada de la puerta del cielo con el encargo de encontrar a su hijo de todas maneras.

En Divalá, la madre trató de mentirle a Dios, pero este la condenó a regresar al río y traerle el niño. En Bugabita, Dios la condenó a buscar río arriba para que no lo pudiera encontrar.

En Las Lajas, apenas se enteró Dios de lo que esta madre había hecho, la arrojó y la condenó a buscar a su hijo.

En Dos Ríos, la condena fue buscar al hijo por todas partes. En San Francisco de la Montaña, Dios la castigó haciéndola buscar al hijo río arriba para que así no lo pudiera encontrar, lo mismo que en San Carlos y Chepo.

Ejemplos de la Consistencia del Castigo: Buscar Niño

Villa Neilly (Castillo, 1961)

… y el castigo de Dios fue el de convertirla en un horrible monstruo que busca a su hijo por todas las quebradas y ríos.

La Cuesta (García, 1961)

Cuando ella se presentó ante Dios, como castigo le impuso que le llevara al hijo pues cuando ella llegó Él le preguntó por el niño y ella contestó que no tenía ningún hijo. Para poder gozar del reino de los cielos debe llevar a su hijo.

Volcán (Guerra, 1960)

… y al llegar a la puerta del cielo, lo primero que le preguntó Dios fue por el hijo. Al contarle lo sucedido, la regresó al mundo a buscar a su hijo y desde aquel entonces deambula por las orillas de las quebradas y ríos, en busca de su hijo.

Divalá (Moreno, 1960)

Cuando regresó a la casa la mujer, se encontró con el señor en el camino y le preguntó: “¿Qué hiciste con el niño?”, ella le contestó que lo había dejado en la casa y trató de pegarle mentiras. Y dijo el señor: ¡A mí no me vas a engañar, mentirosa y mala madre. Regresa al río y no vuelvas hasta que no lo traigas! La mujer, desde que el señor dijo esto, salió dando pujidos y se fue al río. En vez de buscarlo río abajo lo busca río arriba.

Bugabita (Choy, 1961)

Para que no lo encuentre más Dios le dice que lo busque por la parte de arriba de los ríos ya que así no lo podrá encontrar y que el día que ella lo busque para abajo se acaba el mundo.

Las Lajas (Ross, 1961)

Luego, cuando fue al cielo, Nuestro Señor le preguntó por su hijo y al ver lo que había hecho con él, la arrojó del paraíso y la mandó a buscarlo.

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Dios la ha castigado haciéndola buscar su hijo por todas partes.

San Francisco de la Montaña (Sánchez, 1961)

Entonces Dios la castigó, dejándola que buscara su hijo río arriba ya que así no lo encontraría.

Parita (Del Cid, 1961)

Cuando llegó a la casa el niño había desaparecido, ella desesperada lloraba y gritaba y desde ese momento Dios le impuso el castigo que tendría que buscar a su hijo día y noche por los ríos y quebradas.

Chitré (Aguina, 1961)

Arrepentida de su actuación fue donde el cura y le confesó su doble pecado, el cual después de escucharla le preguntó: ¿Te pesa? Al contestar afirmativamente le dijo: Tepesa te has de llamar y como penitencia vagarás por la tierra en busca de tu hijo, al cual nunca habrás de encontrar.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Encontró solo a un viejecito, que era Dios, el cual la anatemizó de esta manera: “¡Te pesa, te pesa y te pesará siempre. Errarás por el mundo hasta que encuentres a tu hijo!”.

Río Hato (Morales, 1961)

Cuando el sacerdote se enteró de lo sucedido mientras la confesaba puesto que lo que había hecho la llenó de tristeza, y no hubo otro remedio que confesarlo, le puso por castigo que mientras no le trajera al niño a su vista no la perdonaría.

Chame (Beitia, 1961)

Luego, cuando fue a los cielos, Dios le preguntó por su hijo y después de haber sabido lo que ocurrió, la mandó al mundo a buscarlo.

San Carlos (Crompton, 1961)

Desde entonces se dice que la virgen la castigó en el sentido de que no descansaría jamás si no encontraba a su pequeño hijo, y que para ello tendría que buscarlo río arriba.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

… corrió a la Iglesia donde confesó al padre lo que había hecho y le dijo: “Me pesa padre”. A lo que el padre contestó: “Te pesa? Te pesa? Tepesa te has de volver! Vivirás condenada a buscar a tu hijo toda la vida”.

Arraiján (Espinosa, 1961)

Que Dios le puso como castigo por haber echado a su hijo en una quebrada andar errante por el mundo hasta que lo encuentre.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

En vez, se encuentra con el Señor, quien le dice que su hijo se ha perdido y que el castigo por su pecado será el de buscar para toda la vida a su hijo corriente arriba de la quebrada ya que de esta manera nunca podrá encontrarlo.

H. La Consistencia del Castigo: Buscar Hijo + Transformación + Vagar

En Changuinola el castigo fue complejo, ya que no se limitó solamente a buscar el hijo, sin esperanzas sino que además fue acompañado de una transformación por mitades, acompañada de emisión de ruidos desagradables.

En Parita, el castigo consistió en transformación primero más búsqueda en segundo término.

En Potrerillos, Dios la castigó convirtiéndola en el monstruo de la Tulivieja, además de obligarla a pasarse la vida por los ríos emitiendo gritos horrorosos.

Ejemplos de la Consistencia del Castigo: Buscar Hijo + Transformación + Vagar

Changuinola (Hidalgo, 1961)

La leyenda dice que en el preciso momento en que pareciera enloquecer una voz retumba profiriendo: “¡Maldita mujer! ¡En adelante buscarás a tu hijo por el resto de los siglos, irás llorando y gritando por las orillas de los ríos del mundo y jamás lo encontrarás!”. Acabó aquella aterradora voz e inexplicablemente anochece de golpe. De su garganta le brota un grito horroroso el que al principio no reconoce como suyo; en vez de hierbas silvestres aparecen zarzales y espinas que le desgarran las carnes y vestiduras. El cabello desgreñado y áspero le cubre ahora el rostro que es mitad vieja y mitad joven, porque un lado se le arrugó de golpe mientras que el otro se le quedaba con toda aquella figura juvenil. Uno de sus senos se le pudre y se le torna fangoso y repulsivo mientras que el otro se le conserva bello.

Parita (Del Cid, 1961)

Atormentada por el remordimiento del delito cometido, le confesó su pecado al cura. Este, horrorizado por la confesión le dijo: “Te pesa y te pesará y Tepesa te volverás” (De aquí el nombre de la Tepesa). Enseguida María del Rosario cambió de aspecto: Se achicó, le crecieron tanto los cabellos, que le caen por la cara y le cubren todo el cuerpo, los pies se le viraron para atrás y los talones para adelante.

Potrerillos (González, 1960)

Pero Dios la castigó convirtiéndola en el monstruo de la tulivieja, o sea en una mujer cuya cara es un colador con muchos huecos, por los cuales salen cerdas muy feas. Su cuerpo se transformó en el de un gato con patas de caballo y con manos que terminaban en garras. Su vida debe pasarla por los ríos y lanzando gritos horrorosos.

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Y dicen que Dios castigó su descuido convirtiéndola en animal (que hoy acostumbra a vagar río arriba).

I. El Ente Castigador: Dios

El ente castigador o Juez fue Dios en la gran mayoría de los casos. Este se apareció en varias formas: Así en Chepo provocó un encuentro en la misma tierra, lo mismo que en Las Tablas.

Dios le esperó en el Cielo, en los casos de Chame, donde le preguntó por su hijo para después expulsarla, en Las Lajas, en Volcán, en La Cuesta.

En algunos otros casos Dios no se presentó, ni habló, ni la esperó, sino que dejó sentir su ley muda, transformando a esa madre en el monstruo de La Tulivieja.

Ejemplos del Ente Castigador: Dios

La Palma (Reyes, 1961)

Ella se salvó del castigo de la tribu, pero del castigo de Dios no.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

En vez, se encuentra con el Señor, quien le dice que su hijo se ha perdido y que el castigo por su pecado…

Arraiján (Espinosa, 1961)

Que Dios le puso como castigo por haber echado a su hijo…

Chame (Beitia, 1961)

Luego, cuando fue a los cielos, Dios le preguntó por su hijo y después de haber sabido lo que ocurrió, la mandó al mundo a buscarlo.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Encontró solo a un viejecito, que era Dios, el cual la anatemizó…

Parita (Del Cid, 1961)

… Dios le impuso el castigo que tendría que buscar a su hijo…

Las Lajas (Ross, 1961)

Luego, cuando fue al cielo, Nuestro Señor le preguntó por su hijo…

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Y dicen que Dios castigó su descuido convirtiéndola en animal…

Volcán (Guerra, 1960)

… y al llegar a la puerta del Cielo, lo primero que le preguntó Dios fue por el hijo. Al contarle lo sucedido, la regresó al mundo a buscar a su hijo…

La Cuesta (García, 1961)

Cuando ella se presentó ante Dios, como castigo le impuso…

J. Otros Entes Castigadores: Virgen-Curas

La Virgen fue ente castigador en solo dos casos del Istmo: en Remedios, donde le dijo a María del Rosario que no regresara sin su hijo y en San Carlos donde la castigó no dejándola descansar jamás si no encontraba a su pequeño hijo.

En varios sitios, el cura del pueblo fue el encargado de juzgar y sentenciar a la madre. Así, en Parita, la sentencia fue: “Te pesa y te pesará y Tepesa te volverás”. En Monagrillo, el cúrala condenó a transformarse en Tepesa.

En Chitré, le puso la penitencia de vagar por la tierra en busca de su hijo, al cual nunca habría de encontrar.

En Río Hato, el cura del pueblo le puso a la madre por castigo que mientras no le trajera el niño a su vista no la perdonaría.

Y en Chorrera, el cura la volvió Tepesa y la condenó a buscar a su hijo toda la vida.

Ejemplos de Otros Entes Castigadores: Virgen-Curas

Remedios (Álvarez, 1960)

Cuando ella llegó a la casa, la Virgen le comunicó que no volviera jamás sino traía a su hijo.

San Carlos (Crompton, 1961)

Desde entonces se dice que la Virgen la castigó en el sentido de que no descansaría jamás sí no encontraba a su pequeño hijo…

Parita (Del Cid, 1961)

Atormentada por el remordimiento del delito cometido, le confesó su pecado al cura. Este, horrorizado por la confesión, le dijo: “Te pesa y te pesará y Tepesa te volverás”.

Monagrillo (Samudio, 1961)

Otro día fue de nuevo donde el padre y le dijo que le pesaba, que le pesaba, hasta que el sacerdote después de tanto oírla le hizo esta pregunta: “¿Te pesa?, ¿Te pesa?” A lo que contestó la mujer que sí y replicó el padre: “Te pesa, Tepesa te has de volver!”. Desde ese momento ella quedó vagando…

Chitré (Aguina, 1961)

Arrepentida de su actuación fue donde el cura y le confesó su doble pecado, el cual después de escucharla le preguntó: “¿Te pesa?”. Al contestar afirmativamente le dijo: “Tepesa te has de llamar y como penitencia vagarás por la tierra en busca de tu hijo, al cual nunca habrás de encontrar”.

Río Hato (Morales, 1961)

Cuando el sacerdote se enteró de lo sucedido mientras la confesaba, puesto que lo que había hecho la llenó de tristeza, y no hubo otro remedio que confesarlo, le puso por castigo que mientras no le trajera el niño a su vista no la perdonaría.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Pero inmediatamente después, la visión de la monstruosidad cometida, fue golpeando su cerebro hasta que arrepentida, corrió a la Iglesia donde confesó al padre lo que había hecho y le dijo: “Me pesa padre”. A lo que el padre contestó: “Te pesa?, ¿te pesa?, ¡Tepesa te has de volver, vivirás condenada a buscar tu hijo toda la vida!”.

2.1.4 La Morfología

A. La Morfología a Base de Cara-Cabello

Los rasgos más importantes de la tulivieja son los de la cara-cabellos. Muchas veces aparecen estos rasgos solos, pero en ocasiones son añadidos otros complejos y otros rasgos como por ejemplo el complejo extremidades y por ejemplo el rasgo de los pechos. Pero estos rasgos son añadidos casi siempre al complejo fundamental el complejo cara-cabellos.

La cara colador es el rasgo más importante del complejo cara-cabello. Es el complejo más estable. A él se asocian diversos otros rasgos de importancia menor y de interacciones casi caóticas.

Así, en Villa Neilly, era una mujer, cuerpo perfecto cara colador y cabellos blancos. En La Cuesta, acentúan la cara colador y desgreñe del cabello. Los vestidos aparecen en Volcán junto con la cara colador y el pelo largo. En Divalá, al complejo cara-cabellos no se le añadieron rasgos. En Bugabita cara de colador significa cara llena de huecos tapada por el pelo. En Soná, a la cara colador se añadió vellosidades en el cuerpo y vejez. En Santa Fe, se cubrió la cara con un pelamen áspero, mientras que en Santa María, la cara la tenía hueca como colador, pero tapada con el pelo. En Parita, la cara colador fue acompañada con un cuerpo lleno de agujeros transparentes y camisón blanco. En Arraiján, la cara colador fue acompañada de un pelo tirado hacia adelante en una mujer fea, flaca y alta.

Ejemplos de la Morfología a Base de: Cara-Cabellos

Villa Neilly (Castillo, 1961)

Es una mujer de cuerpo perfecto con cara de colador, sus cabellos son completamente blancos.

La Cuesta (García, 1961)

Desde entonces esta mujer perdió toda su belleza y se convirtió en una mujer que su cara es un colador y anda toda desgreñada.

Volcán (Guerra, 1960)

La describen de la siguiente manera: una mujer vestida de blanco con el pelo largo y cara de colador.

Divalá (Moreno, 1960)

En Divalá se les ha aparecido a varios la Tulivieja, la que es de cabellos largos, los cuales le caen sobre la cara, pudiéndose ver nada más la forma que es aguda como un colador […].

El narrador refiere que a la Tulivieja la vio cerca del barranco del río y que no tenía la cara de colador, sino redonda.

Bugabita (Choy, 1961)

Cuentan los moradores de Bugabita que la última vez que apareció fue en forma de una mujercita que cargaba el cabello tirado hacia adelante tapándole la cara. Dicen que el que le mira la cara se muere. Otros dicen que la Tulivieja tiene la cara como un colador o sea llena de huecos.

Soná (Urriola, 1961)

Tiene el cabello largo y la cara de colador […].

Está sumamente vieja y su cara semeja un colador. Está tan encorvada por los años que semeja un perro lleno de grandes vellosidades negras pero no se le ve rabo ni nada.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Hay un señor que afirma haber visto a la Tulivieja. Es una señora de largos y gruesos cabellos ásperos como la crin de un caballo. La cara la tenía cubierta con el pelo, y no se la pudo ver.

Santa María (Chávez, 1961)

En el pueblo se dice que es una mujer con el pelo largo tirado hacia adelante de tal manera que le cubre la cara, la cual está hueca como un colador, ella se encuentra en la orilla de los ríos o quebradas.

Parita (Del Cid, 1961)

Me cuentan que esta es una mujer de mediana estatura, pelo blanco muy largo que casi le llega a la “escorbá”. Siempre anda vestida de blanco con un camisón que le arrastra al suelo. Dicen que toda la piel está llena de agujeros transparentes que pareciera que no tuviera sangre. La cara de esta mujer es un adefesio, pues de tantos agujeros que tiene pareciera fuera un colador.

Arraiján (Espinosa, 1961)

Otros dicen que es una mujer fea, alta, flaca, con la cara que semeja un colador y el pelo tirado hacia adelante.

B. La Morfología a Base de: Extremidades

El informe sobre pies invertidos es uno de los más corrientes. Lo encontramos en Tolé por ejemplo: En ese poblado, la Tulivieja lleva los talones hacia adelante y los dedos para atrás. Los pies invertidos los encontramos también en Chorrera, Antón, Parita, y Las Tablas.

En Soná y Remedios se dio el caso de extremidades cada una distinta, una como la de un niño y otra como la de un pollo.

Numerosos otros rasgos fueron añadidos y mezclados en otros pueblos como por ejemplo: en Potrerillos, las patas eran de caballo y las manos terminaban en garras. En Paso de Canoa un pie invertido junto a una pata de gallina. En Monagrillo y en Chitré uno de los pies era de perro, mientras que en el otro pie no estuvieron de acuerdo, en Monagrillo fue de animal y en Chitré humano. En La Chorrera uno de los pies era de chivo mientras que el otro era de niño.

Ejemplos de la Morfología a Base de: Extremidades

Remedios (Álvarez, 1960)

… y que las huellas que ella deja son las de un niño y la de un pollo.

Potrerillos (González, 1960)

… o sea en una mujer cuya cara es un colador con muchos huecos, por los cuales salen cerdas muy feas. Su cuerpo se transformó en el de un gato con patas de caballo y con manos que terminaban en garras.

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Es un animal que tiene cabellos (como de mujer) tirados hacia adelante. Su rostro está lleno de agujeros, parecidos a cicatrices que quedan a los que han padecido de viruelas. Sus patas: la izquierda un pie humano pequeño cuyo talón va hacia adelante y los dedos hacia atrás; la derecha, termina en una “pata de gallina” (cuatro dedos).

Las Lajas (Ross, 1961)

Además dicen que tiene una pata de gallina y la cara llena de moño que parece una jaba.

Tolé (Menéndez, 1961)

Es la Tulivieja una mujer que tiene los cabellos vueltos hacia la cara. Su rostro es una especie de colador lleno de puntitos. Su cuerpo es ni más ni menos como el de cualquier mujer, sacando sus pies, que llevan los talones hacia adelante y los dedos para atrás.

Soná (Urriola, 1961)

Y según me dijo el señor Samuel Cornejo Jr. la Tulivieja pinta en los lugares en que está una pata de ave y una de niño y continúa…

Parita (Del Cid, 1961)

Enseguida María del Rosario cambió de aspecto: Se achicó, le crecieron tanto los cabellos, que le caen por la cara y le cubren todo el cuerpo, los pies se le viraron para atrás y los talones para adelante.

Monagrillo (Samudio, 1961)

Según unas personas la Tepesa tiene un pie de perro y otro de animal. Otras dicen que cuando camina para adelante las huellas no van dirigidas en esa dirección sino al contrario o sea para atrás…

Chitré (Aguina, 1961)

Entonces el chico contó que una señora bajita y con el rostro cubierto por larga cabellera negra, con un pie humano y el otro de perro se lo había llevado a la cueva donde lo había encontrado el señor Juan.

Las Tablas (Quintero, 1961)

De acuerdo con la descripción mitológica del pueblo, es una criatura en forma de mujer que tiene los cabellos muy largos que le cubren la cara. Los dedos de los pies los tiene hacia atrás y los talones hacia adelante de tal manera que pareciera que al caminar lo hace hacia atrás.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

La Tulivieja tiene la cara como un colador llena de largos cabellos. Los dedos de los pies los tiene hacia atrás.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

La Tulivieja tiene la cara como un colador llena de largos cabellos. Los dedos de los pies los tiene hacia atrás y los talones hacia adelante, el cabello tirado hacia adelante cubriéndolo totalmente la cara y cuando se aparece a alguien, se lo tira hacia atrás dejando al descubierto su horrorosa cara […].

Otra versión del mismo poblado es la siguiente: siempre anda arrastrándose. Tiene una pierna de chivo y la otra como la de un niño.

C. La Morfología a Base de los Pechos

En Antón y en Chepo la atención fue concentrada de manera parecida sobre los pechos de la Tulivieja. En Antón la Tulivieja puso a mamar a un hombre de sus pechos, de los cuales en vez de la leche salieron hormigas. En Chepo, la Tulivieja mata a los niños que no son el que ella cree poniéndolos en su teta de hormigas. Pero tiene además otra teta de leche para cuando encuentre a su niño. Cosa parecida ocurre en La Palma con los pechos de la Tulivieja, uno de sus pechos tiene leche para su propio hijo, pero la diferencia está en el pecho de matar. En este caso lo que tiene no son hormigas sino veneno.

Por último, es único el caso de Dos Ríos, en el cual se indica que la Tulivieja solo tiene una teta.

Ejemplos de la Morfología a Base de los Pechos

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Los que la han visto dicen que es una mujer que tiene el cabello largo y negro, la cara es un colador y para que no se vean la carga tapada con el cabello. Carga un vestido largo y blanco y solo tiene una teta.

Antón (Castrellón, 1961)

Era una Waima, sus pies estaban de la siguiente manera: los dedos los tiene colocados hacia atrás y los talones hacia adelante. En un lugar, la Tulivieja lo puso a mamar de sus senos, pero no le salía leche sino hormigas, sus tetas eran muy pronunciadas, su cara estaba cubierta de largos cabellos.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

María del Rosario tiene una teta de leche que es la que está destinada a su hijo cuando lo encuentre. Pero cuando toma un niño y se da cuenta que no es el de ella, le pone la otra teta que está llena de hormigas: al pegarle la boca al niño, la cara de este se llena de hormigas y se lo comen todo.

La Palma (Reyes, 1961)

Uno de los pechos de la Tulivieja tiene veneno con el propósito de envenenar a los hombres, que por culpa de ellos está sufriendo esta condena, pues el que le hizo el hijo la abandonó. El otro pecho es para amamantar al niño cuando lo encuentre hasta que sea grande y pueda valerse por su propia cuenta.

D. Otros Tipos de Morfologías

Raros fueron los casos de morfología de transformación en los informes sobre la Tulivieja. En Boca del Monte la morfología básica fue la de una mujer moñona, la morfología final fue animal.

En Chorrera, la morfología básica no fue especificada, la final fue puerca y hormiga.

Una morfología por mitades fue informada desde Changuinola: la Tulivieja sería mitad joven mitad vieja. Un lado se le arrugó de golpe, mientras que el otro le permaneció juvenil. Uno de los pechos se le pudrió mientras que el otro se le conservó bello.

Hubo dos casos en que la morfología de la Tulivieja fue informada como la de una mujer más o menos corriente. En Los Anastasios, en una mujer de mediana edad, ni muy vieja ni muy nueva; pelo a media pierna, despeinada, pelo en la cara para que no la reconozcan.

En San Carlos la Tulivieja fue representada como una simple viejita. La Tulivieja bonita fue un caso muy extraordinario. Fue informado desde Arraiján y desde Chame.

En el caso de Arraiján se trata de una enanita rubia muy bonita que camina con los pies al revés. En el caso de Chame, se trata de un cuerpo muy hermoso y una cara de color negro de incomparable belleza.

Ejemplos de la Morfología: Varios

Boca del Monte (Polanco, 1960)

La Tulivieja puede tomar varias formas, primero dicen que es una mujer moñona y cuando se pone brava cambia a distintas clases de animales.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Me cuentan los informantes que la Tulivieja puede adoptar diferentes formas; apareciendo algunas veces como una puerca y otras transformada en hormiga para introducirse en las casas. También puede aparecer como un perro, un gato, y de diferentes colores.

Changuinola (Hidalgo, 1961)

El cabello desgreñado y áspero le cubre ahora el rostro que es mitad vieja y mitad joven, porque un lado se le arrugó de golpe mientras que el otro se le quedaba con toda aquella figura juvenil. Uno de sus senos se le pudre y se le torna fangoso y repulsivo mientras que el otro se le conserva bello.

Los Anastasios (Martínez-Gallegos, 1961)

Es una mujer de mediana edad, ni muy vieja ni muy nueva; tiene el pelo que le llega a media pierna. Siempre anda despeinada y con todo el pelo en la cara “para que no la reconozcan”.

San Francisco de la Montaña (Sánchez, 1961)

… una vieja que anda en los ríos…

Chame (Beitia, 1961)

… que la fisonomía de la Cunca es bonita. Tiene un cuerpo muy hermoso y la cara de un color negro que la diferencia de las demás partes del cuerpo. Tiene una cabellera que le arrastra y una cara incomparable. Las personas que la han visto se han quedado boquiabiertas porque es algo bellísimo. Las personas que intenten hacerle daño a la Cunca se verán en la necesidad de confesarse a cada rato porque ésta a cada momento los anda persiguiendo para arañarlos con los garfios que posee. Con estos garfios puede matar a cualquiera ya que tienen un veneno mortífero.

San Carlos (Crompton, 1961)

La Viejita de Monte no es una bruja, sino que sale por las noches por los lugares donde existan quebradas…

Arraiján (Espinosa, 1961)

Según ellos es una enanita rubia muy bonita que camina con los pies al revés, es decir con la punta de los pies hacia atrás.

2.1.5 Las Actividades

A. Las Actividades de: Andar por los Ríos

De las actividades de la Tulivieja, la principal quizás es vagar por los ríos y quebradas y sus inmediaciones. La base de estas andanzas es la búsqueda de su hijo, sin embargo, además del simple andar por esos sitios, hubo informes de otras actividades relacionadas. En La Cuesta, Las Lajas y Changuinola la Tulivieja anduvo llorando casi constantemente por los ríos.

Anda cantando en Volcán, mientras que vaga simplemente, sin que se especifique otra cosa en Potrerillos, Paso de Canoa, Soná, Chitré y La Palma.

Usa el río y sus alrededores para aparecer en Tolé, San Carlos y Chorrera.

La búsqueda específica de su hijo por ríos y quebradas se dio en los poblados de Villa Neilly, Remedios, Divalá, Bugabita, San Francisco, Santa Fe, Parita, Río Hato, Chepo.

Ejemplos de las Actividades: Andar por los Ríos

Villa Neilly (Castillo, 1961)

… convertirla en un horrible monstruo que busca a su hijo por todas las quebradas y ríos.

La Cuesta (García, 1961)

A menudo la oyen llorar en las quebradas y ríos…

Remedios (Álvarez, 1960)

La niña jamás regresó a su casa, porque nunca ha vuelto a encontrar a su hijo, y esa es una de las razones que hace vivir a la Tulivieja a orilla de los ríos buscando a su hijo.

Volcán (Guerra, 1960)

Los habitantes la escuchan cantar, dicen ellos, en las quebradas y ríos de la región.

Potrerillos (González, 1960)

Su vida debe pasarla vagando por los ríos…

Divalá (Moreno, 1960)

¡Regresa al río y no vuelvas hasta que no lo traigas! La mujer, desde que el señor dijo esto salió dando pujidos y se fue al río.

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Y dicen que Dios castigó su descuido convirtiéndola en animal (que hoy acostumbra a vagar río arriba).

Bugabita (Choy, 1961)

Para que no lo encuentre más Dios le dice que lo busque para la parte de arriba de los ríos ya que así no lo podrá encontrar y que el día que ella lo busque para abajo se acaba el mundo.

Las Lajas (Ross, 1961)

Y a esto se debe el llanto que ellos escuchan, ya que dicen que anda por las noches por todos los ríos y quebradas o donde escuche el llanto de un niño.

Tolé (Menéndez, 1961)

Aparece en las noches cerca de las casas que quedan ubicadas alrededor de los ríos y quebradas.

Changuinola (Hidalgo, 1961)

En adelante buscarás a tu hijo por el resto de los siglos, irás llorando y gritando por las orillas de los ríos del mundo…

Soná (Urriola, 1961)

La Tulivieja siempre vaga por los ríos y quebradas pero siempre buscando al hijo corriente arriba…

San Francisco de la Montaña (Sánchez, 1961)

Entonces Dios la castigó dejándola que buscara su hijo río arriba ya que así no lo encontraría.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Cuando ella fue a buscar a su hijo, no lo encontró y desde entonces lo anda buscando corriente arriba, es decir, contra la corriente.

Santa María (Chávez, 1961)

… siempre anda por los alrededores de los ríos…

Parita (Del Cid, 1961)

… Dios le impuso el castigo que tendría que buscar a su hijo día y noche por los ríos y quebradas.

Chitré (Aguina, 1961)

Y así, cuenta la gente, que cumpliendo su penitencia, la Tepesa vaga principalmente por las orillas de los ríos en busca de su hijo…

Río Hato (Morales, 1961)

La Tulivieja es un espíritu que anda por las quebradas en busca de un hijo que botó.

Chame (Beitia, 1961)

… lo busca en los principales charcos del río para ver si está en el fondo, porque según dicen, ella lo echó al agua amarrándole una piedra al pescuezo para que se muriera rápido.

San Carlos (Crompton, 1961)

La Viejita de Monte no es una bruja, sino que sale por las noches por los lugares donde existan quebradas, buscando a su niño al cual ella misma arrojó al río.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Suele aparecer en quebradas, donde hay trapiche…

Chepo (J. Candanedo, 1961)

… y que el castigo por su pecado será el de buscar para toda la vida a su hijo corriente arriba de la quebrada ya que de esta manera nunca podrá encontrarlo.

La Palma (Reyes, 1961)

Dicen los pobladores que anda en una piragua río arriba y río abajo que es más posible verla en los días de Semana Santa.

B. La Actividad de Gritar

Ha habido dos tipos de informe sobre las voces de la Tulivieja: la exclamación sin mayor articulación y las palabras.

En Divalá, el grito de la Tulivieja fue el de “Noé-buy”, en Changuinola, el grito fue “Ay, mi hijo”. En Soná, grita “Ventura” y en Remedios “Voy, Voy, Voy”.

Las exclamaciones inarticuladas fueron de muchas clases: la más mencionada y la que probablemente sea característica es el pujido.

Informaron que la Tulivieja puja, en los poblados de Remedios, Boca del Monte, Divalá, Las Tablas y Arraiján.

Después del pujar, el grito más característico fue el Llorar. Informaron que la Tulivieja llora desde los poblados de Las Lajas, Santa María, Parita y Chorrera.

Otras clases de gritos informados fueron: Silbidos en Los Anastasios, canta en Volcán y en Río Hato, Truena en Boca del Monte; Grita en Potrerillos y en Chame. En Paso de Canoa y en Tolé muge.

Ejemplos de las Actividades: Gritar

Remedios (Álvarez, 1960)

Dicen que ella acostumbra decir: “Voy, Voy, Voy“, debido a que cuando la Virgen la llamó, ella solamente le contestó estas palabras […].

… y es peor si se le dice alguna grosería porque entonces se encoleriza y comienza a dar fuertes pujidos…

Los Anastasios (Martínez-Gallegos, 1961)

Cuando el niño dejó de comer carbón, se oyeron unos silbidos “muy parecidos a los de la Tulivieja“.

Volcán (Guerra, 1960)

Los habitantes la escuchan cantar, dicen ellos, en las quebradas…

Boca del Monte (Polanco, 1960)

… y cuando se iba llevaba una tronería que parecía un fuerte huracán, cuando ella se acercaba a la casa se conocía porque traía un pujido.

Potrerillos (González, 1960)

Otros, los más incrédulos, dicen que los gritos y quejidos que se oyen no son más que los gritos que da el gato de agua al ponerse a excretar en los ríos.

Divalá (Moreno, 1960)

La mujer desde que el Señor dijo eso salió dando pujidos y se fue al río. En vez de buscarlo río abajo lo busca río arriba. Desde entonces ha quedado la Tulivieja en el río buscando a su hijo y haciendo: “¡Noe… buy. Noe… buy!”

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Cansada de llorar, emitía solamente quejidos: Juuu, Juuu, Juuu. (Mugido con que hoy se la reconoce).

Las Lajas (Ross, 1961)

Hay quienes aseguran haberla visto y oído en forma de mujer que llora.

Tolé (Menéndez, 1961)

Comienza a mugir con cierto sonido peculiar y a veces…

Changuinola (Hidalgo, 1961)

Así transcurrieron los siglos y esa eterna noche y su grito es cada vez más espeluznante y frecuente con su “Ay… Ay… Mi hijo… Mi Hijo”.

Soná (Urriola, 1961)

… y se le oye decir “Ventura” ya que este era el nombre de su hijo […].

… se le oye rondar, hacer bulla con los dientes y rebuznar feamente.

Santa María (Chávez, 1961)

Va hacia arriba buscando a su hijo que echó al agua, y no lo encuentra, por eso anda llorando, por lo cual también se le llama “La Llorona”.

Parita (Del Cid, 1961)

Anda gimiendo por los lugares solos y oscuros.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Por dondequiera que anda va emitiendo un pujido corto…

Río Hato (Morales, 1961)

Muchas personas dicen haberla oído por las quebradas y por los ríos cantando.

Chame (Beitia, 1961)

La cunca, al buscar a su hijo da unos alaridos que infunden miedo a cualquiera.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Y desde entonces la Tulivieja anda buscando a su hijo llorando.

Arraiján (Espinosa, 1961)

Tiene un pujido característico.

C. La Actividad: Buscar Niños

La tesis general sobre la actividad de buscar niños por la Tulivieja es la que como ha perdido su niño y tiene que encontrarlo, cuando oye llorar a algún niño cerca de donde ella está, se acerca con intenciones de llevárselo.

Así en Remedios, cuando escucha llorando a un niño se allega hasta el rancho y comienza a dar vueltas alrededor de él, y es peor si se le dice alguna grosería porque monta en cólera y puja con ganas de llevarse al niño.

En Volcán, la gente asegura que la Tulivieja llega a las casas donde lloran niños durante la noche, creyendo que es el de ella. Una modificación corriente de la tesis primera es la selectividad del robo. Según esta, la Tulivieja solo robaría niños moros o sea sin bautizar.

Así en La Palma, la Tulivieja no trata de robarse cualquier niño sino a los moros y ese es uno de los motivos por lo que los padres tratan de bautizar los niños lo antes posible.

Ejemplos de las Actividades: Buscar Niños

La Cuesta (García, 1961)

… y cuando oye algún niño llorar se dirige a donde está y si los padres no tienen cuidado hasta lo puede matar de la alegría que coge porque cree que ese es su hijo.

Remedios (Álvarez, 1960)

Cuando la “Llorona” escucha llorando a un niño, se “allega” hasta el rancho y comienza a dar vuelta alrededor de él, y es peor si se le dice alguna grosería porque entonces se encoleriza y comienza a dar fuertes pujidos con ganas de llevarse al niño.

Volcán (Guerra, 1960)

Basados en este principio, muchos volcanenses aseguran que en las casas donde lloran niños durante la noche la Tulivieja puede llegar con facilidad, creyendo que es el hijo de ella.

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Se le teme en los hogares en que hay niños recién nacido sin bautizar porque dicen que trata de cogerlos.

Las Lajas (Ross, 1961)

Y a esto se debe el llanto que ellos escuchan, ya que dice que anda por las noches por todos los ríos y quebradas o donde escuche el llanto de un niño.

Dos Ríos (Frauca, 1961)

En las casas donde oye llorar un niño corre porque cree que es el hijo de ella y para ahuyentarla se reza.

Tolé (Menéndez, 1961)

Comienza a mugir con cierto sonido peculiar, y algunas veces intenta llevarse a los niños que están sin bautizar.

Soná (Urriola, 1961)

Merodea las casas en que hay niños pequeños y que estén moros.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Dicen que siempre se acerca a las casas y se lleva a los niños no bautizados, pero los devuelve todos pegajosos y aruñados cuando ve que no es el de ella.

Santa María (Chávez, 1961)

También cuando un niño llora en una casa ella se presenta, porque cree que es su hijo, y por esta razón la gente de este pueblo no deja llorar sus hijos chiquitos y más si están moros (sin bautizar).

Parita (Del Cid, 1961)

Por eso cuando oye llorar un niño, cree que es el suyo y va tras él.

Monagrillo (Samudio, 1961)

… cuando oye llorando un niño cree que es el de ella.

Chitré (Aguina, 1961)

… y cuando oye llorar un niño, creyendo que es el de ella, trata de llevárselo…

Las Tablas (Quintero, 1961)

Desde entonces persigue a todas las criaturas pequeñas que lloran, por lo que las madres tienen buen cuidado de no abandonar a sus pequeños para que no se los lleve “La Tepesa”.

Río Hato (Morales, 1961)

La Tulivieja siempre está rondando en las casas donde hay mellizos sin bautizar.

San Carlos (Crompton, 1961)

Cuando las personas la escuchan por las noches elevan oraciones para ahuyentarlas o sea como medio de protección, en especial cuando hay niños pequeños.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Suele aparecer en quebradas, donde hay trapiche y cuando oye un niño llorando se acerca para llevárselo, si no está bautizado.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Las creencias dicen que María del Rosario aparece cuando oye el llanto de un niño que viva cerca de la quebrada. Cuando oye el llanto se dirige al lugar de donde sale.

La Palma (Reyes, 1961)

No trata de robarse a cualquier niño sino a los moros o sea los que están sin bautizar y este es uno de los motivos por lo que los padres tratan de bautizar a sus hijos lo antes posible.

D. La Actividad: Alimentarse

Desde muchos poblados panameños fueron informados las costumbres alimenticias de la Tulivieja.

El alimento universal de la Tulivieja es la ceniza-carbón de leña. Este hábito fue informado desde los pueblos de La Cuesta, Remedios, Volcán, Boca del Monte, Bugabita, Dos Ríos, Soná, Santa María, Monagrillo, Río Hato, Chame, Chorrera y La Palma.

Después de la ceniza carbón el alimento más corriente de la Tulivieja fue el comer camarones (gambas). Ese hábito fue informado desde Remedios, Antón, Chame y La Palma.

Desde Parita y Monagrillo informaron la degustación de frutas variadas tales como ciruelas, guayabas y níspero.

Otros alimentos informados fueron: Porquería de gallina desde Chorrera, árboles secos desde La Palma, carne salada en Dos Ríos, y peces en Remedios.

Ejemplos de las Actividades: Alimentarse

La Cuesta (García, 1961)

Muchos pobladores dicen haberla visto comiendo carbón en los fogones de las casas.

Remedios (Álvarez, 1960)

Se cuenta que la Tulivieja vive de camarones y peces, dicen también haberla visto comiendo cenizas en los fogones…

Volcán (Guerra, 1960)

Muchas personas aseguran haberla visto, comiendo carbón en los fogones de las casas que se encuentran en las inmediaciones de las montañas de Volcán.

Boca del Monte (Polanco, 1960)

… dicen que la Tulivieja iba a comer cenizas…

Bugabita (Choy, 1961)

Dicen que a este espíritu le gusta meterse en las casas para comerse el carbón y cenizas que hay en los fogones.

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Dice que él tenía un trapiche donde hacía dulce o panela y que todas las noches llegaba la Tulivieja a comerse la ceniza de la hornilla y la carne salada que él guardaba.

Soná (Urriola, 1961)

le gusta comer ceniza…

Santa María (Chávez, 1961)

También la Tulivieja va a las casas que tienen fogón de leña a comer carbón, y algunos dicen que cuando está llegando, esta remueve las casas y al día siguiente se encuentra el fogón sin carbón y todo desordenado.

Parita (Del Cid, 1961)

También llega a los palos de ciruela que hay en los patios de las casas en busca de alimento (Se atribuyen a ella los restos de estas frutas que dejan los murciélagos y pajaritos).

Monagrillo (Samudio, 1961)

lo que le gusta comer es casi siempre la guayaba, níspero y ceniza.

Antón (Castrellón, 1961)

Se dice que una vez un pescador notó que sus camarones desaparecían de la nasa (red para pescar) y se dispuso a cazar al ladrón.

Río Hato (Morales, 1961)

Se dice que en las noches viene a comer ceniza a los fogones de las casas.

Chame (Beitia, 1961)

Muchos chameros me dijeron que la Cunca se alimenta de carbón y de camarones y que cuando va a cagar no puede porque los camarones poseen una caparazón dura; y este sería uno de los castigos de Dios a la Cunca.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Antes les advirtió que todas las noches llegaba la Tulivieja a comer ceniza y porquería de gallina y que si la oían llorar que se quedaran callados.

La Palma (Reyes, 1961)

Se alimenta de carbón o de árboles secos; donde el río es más seco se baja de la piragua a recoger camarones.

E. La Actividad: Atacar

La actividad de atacar tuvo varias formas difícilmente agrupables. En Divalá, la Tulivieja atacó cuando fue a su vez atacada por un campesino. En Antón, atacó y capturó al dueño de una nasa de camarones, por encontrarse este en pleno objetivo del monstruo.

En Chame ataca y persigue constantemente con propósitos homicidas a quien intente hacerle daño. En Chorrera, atacó y mató a un campesino que la atacó primero con un machete. En Chepo, ataca y no deja tranquila a quien la molesta diciéndole “Puta Jollona”. Y en La Palma tiene un pecho envenenado con el cual mata a los hombres, responsables generales de su desgracia.

Ejemplo de las Actividades: Ataca

Divalá (Moreno, 1960)

Al pegarle al animal lanzó un berrido feo, espeluznante, y se le vino encima…

Antón (Castrellón, 1961)

Esa noche durmió en la balsa esperando al presunto ladrón, y a eso de las cinco de la mañana vio a un monstruo. Este, al verlo, lo atrapó con la misma balsa y se lo llevó del lugar.

Chame (Beitia, 1961)

Las personas que intenten hacerle daño a la Cunca, se verán en la necesidad de confesarse a cada rato porque ésta a cada momento los anda persiguiendo para arañarlos con los garfios que posee. Con estos garfios puede matar a cualquiera ya que tienen un veneno mortífero.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Más tarde los hombres oyeron que alguien comía ceniza y uno de ellos se paró diciendo que él era muy valiente; el otro trató de detenerlo, pero su amigo, tomando un machete se abalanzó sobre el animal, pero la Tulivieja le metió el dedo en el culo y se lo llevó hacia el cañaveral. Al día siguiente, cuando fueron a buscarlo lo encontraron muerto, y no se podía agarrar porque estaba muy baboso.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Si quieren verla brava, solamente tienen que decirle: “Puta Jollona”, ella, al oír esto, ataca a la persona y no la deja tranquila hasta que no esté segura de que está muerta.

La Palma (Reyes, 1961)

Uno de los pechos de la Tulivieja tiene veneno con el propósito de envenenar a los hombres, que por culpa de ellos está sufriendo esta condena, pues el que le hizo el hijo la abandonó.

F. La Actividad: Contestar Oraciones

La defensa anti-Tulivieja se hace difícil debido a su conocimiento tanto de oraciones como de medios de neutralizar oraciones.

Así en Remedios, si se le reza cualquier oración ella reza la segunda parte con lo cual la anula. Solo tienen efecto sobre ella la Magnífica y el Quicunque.

Pero ese efecto de la Magnífica es en Remedios, porque en otros pueblos hasta la Magnífica hay que rezar en latín porque si no ella la reza al revés para que pierda su valor.

Así, en La Cuesta, el rezo de la Magnífica tiene que ser en latín, pues ella sabe todas las oraciones y cuando alguien le reza una oración que no sea en latín ella la reza al revés y entonces a la persona le entra un miedo tan intenso que algunas veces hasta se desmayan.

Ejemplo de la Actividad: Contestar Oraciones

Remedios (Álvarez, 1960)

Hay muy pocas maneras de ahuyentarla no se puede ahuyentar con ningún rezo porque cuando empiezan a rezarle, ella empieza a decir la segunda parte de la oración a manera de contestación. Es decir, que ella conoce todas las oraciones en su generalidad, con excepción de una conocida como la “magnífica” y el “Quicunque”.

La Cuesta (García, 1961)

Otros le rezan la Magnífica pero esta tiene que ser en latín, pues ella sabe todas las oraciones y cuando alguien le reza una oración que no sea en latín ella la reza al revés y entonces a la persona le entra un miedo tan intenso que algunas veces hasta se desmayan.

Volcán (Guerra, 1960)

Para hacerla retirar cuando la escuchan brava, los habitantes le rezan una oración llamada “La Magnífica”, en latín, ya que ella se sabe todas las oraciones, y cuando alguien intenta ahuyentarla con una oración que no sea en latín, ella la reza al revés, perdiendo el valor que el individuo le quiera dar.

Río Hato (Morales, 1961)

La manera de ahuyentar a la Tulivieja es rezando la magnífica en latín. Si Ud. reza otra oración que no sea esta se la contesta al revés para que pierda su efecto.

Arraiján (Espinosa, 1961)

Para ahuyentarla rezan oraciones como la magnífica en latín, porque si la rezan en español ella la reza al revés y así la oración pierde valor.

G. Actividades Varias

Otras actividades a las que se dedicó la Tulivieja en su penar cerca de los poblados del Istmo fueron: En Santa María, Chitré y Chorrera, tira baba y babea a quienes captura.

Así en La Palma, todas las cosas que ella toca quedan babeadas y si alguien se las lleva, la Tulivieja lo sigue por el olor para agredirlo.

En Parita, se dedica a hacer fogones a orillas de los ríos, especialmente para Semana Santa. En Remedios y Boca del Monte son características sus retiradas, son generalmente acompañadas de verdaderos escándalos.

Ejemplos de las Actividades: Varias

Santa María (Chávez, 1961)

… y cuando la tratan de agarrar tira una baba por la boca…

Chitré (Aguina, 1961)

El señor, sin hacerle caso, dándose cuenta que era el chico que se había perdido trató de cogerlo, pero este se le escapaba de las manos a cada intento que hacía pues estaba cubierto de una sustancia babosa.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Al día siguiente, cuando fueron a buscarlo lo encontraron muerto, y no se podía agarrar porque estaba muy baboso.

La Palma (Reyes, 1961)

Todas las cosas que ella toca inmediatamente quedan babeadas o babosas y si alguna persona se lleva estas cosas es seguro que se va por el olor de la baba hasta donde está el que le llevó eso para enseñarlo a no robarse las cosas ni meterse con las mujeres.

Parita (Del Cid, 1961)

Estaba prendiendo un fogón que había hecho en el cascajal del río, y se estaba calentando las manos.

Remedios (Álvarez, 1960)

Al comenzar la persona a rezar esta oración María del Rosario se aleja llorando y dando gritos.

Boca del Monte (Polanco, 1960)

… y ella salía furiosa y cuando se iba llevaba una tronería que parecía un fuerte huracán…

2.1.6 Los Daños Atribuibles

A. El Daño: Matar Gente

Es uno de los daños atribuibles a la Tulivieja de importancia media. En Bugabita la muerte sobreviene por el simple hecho de mirar la cara del monstruo. En Chame, los garfios de las manos de la Tulivieja tienen veneno mortal, así, causa de muerte es por envenenamiento. En Chorrera, la causa de la muerte del campesino atacante no fue especificada, solo se menciona la metida del dedo de la Tulivieja “en el culo” y post mortem la cubertura de baba.

En Chepo no se menciona tampoco causa de la muerte, solo se informa sobre la causa del ataque de la Tulivieja, el cual se desencadena al insultarla.

En La Palma, la causa de la muerte de los hombres a manos de la Tulivieja es por envenenamiento, al obligarlos a tomar del pecho envenenado.

Ejemplos del Daño: Matar Gente

Bugabita (Choy, 1961)

Dicen que el que le mira la cara a la Tulivieja se muere.

Chame (Beitia, 1961)

Las personas que intentan hacerle daño a la Cunca, se verán en la necesidad de confesarse a cada rato porque ésta a cada momento los anda persiguiendo para arañarlos con los garfios que posee. Con estos garfios puede matar a cualquiera ya que tienen un veneno mortífero.

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Más tarde los hombres oyeron que alguien comía ceniza y uno de ellos se paró diciendo que él era muy valiente; el otro trató de detenerlo pero su amigo, tomando un machete se abalanzó sobre el animal, pero la Tulivieja le metió el dedo en el culo y se lo llevó hacia el cañaveral. Al día siguiente, cuando fueron a buscarlo lo encontraron muerto, y no se podía agarrar porque estaba muy baboso.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Si quieren verla brava, solamente tienen que decirle “Puta Jollona”, ella, al oír esto, ataca a la persona y no la deja tranquila hasta que no esté segura que está muerta.

La Palma (Reyes, 1961)

Uno de los pechos de la Tulivieja tiene veneno con el propósito de envenenar a los hombres, que por culpa de ellos está sufriendo esta condena, pues el que le hizo el hijo la abandonó.

B. El Daño: Maltratar Niños

El maltrato a niños consistió en Los Anastasios en arañar, golpear, babear y desvanecer al niño que se quería llevar. En Santa Fe, el maltrato consiste en devolver a los niños que roba pegajosos y arañados. En Chitré, capturó a un niño y lo encerró en una caverna, babeándolo todo.

Ejemplos del Daño: Maltratar Niños

Los Anastasios (Martínez-Gallegos, 1961)

Un día un niño, (sin ser bautizado), empezó a comer carbón. Por más que lo regañaban, pegaban y quitaban el carbón de por ahí cerca, el muchacho siempre encontraba carbón para comer. La madre preocupada, decidió llevarlo a bautizar, acordándose de que ella había oído hablar de la Tulivieja y los niños sin bautizar. Como el niño dejó de comer carbón, se oyeron unos silbidos “muy parecidos a los de la Tulivieja” y también muchos perros corriendo y aullando. De pronto como si se estuviera derrumbando la casa, se oyó un gran estruendo, y cuál fue la sorpresa al ver la gran cantidad de carbón que caía. Todos corrieron donde estaba el niño y empezaron a rezar. Este tenía varios aruñazos, estaba amoratado y todo el cuerpo untado de baba y estaba desvanecido.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Dicen que siempre se acerca a las casas y se lleva a los niños no bautizados, pero los devuelve todo pegajosos y aruñados cuando ve que no es el de ella.

Chitré (Aguina, 1961)

Cierta vez, hace muchos años, un zambito de una de esas familias desapareció. Sus padres, familiares y amigos lo buscaron infructuosamente durante tres días, al cabo de los cuales, después de una larga e intensa búsqueda lo dieron por muerto. Pero cierto día, un señor llamado Juan salió al monte a cortar leña y en busca de esta se internó en la espesura, llegando hasta una cueva tapada con una piedra de la cual salía un extraño ruido. Acercándose vio a través de una pequeña abertura que había en esta unos pequeños ojillos que lo miraban despavoridos. Armándose de valor el valiente señor Juan apartó la piedra y con sorpresa vio en el interior de la cueva un niño que consternado le dijo: “Váyase señor que si regresa la señora que me trajo aquí se va a disgustar”. El señor, sin hacerle caso, dándose cuenta que era el chico que se había perdido trató de cogerlo, pero éste se le escapaba de las manos a cada intento que hacía pues estaba cubierto de una sustancia babosa. El señor Juan, presintiendo que aquella señora que mencionaba el chiquillo era un espíritu malo, empezó a rezar y quitándose la camisa cubrió al zambito con ésta y lo sacó de la cueva.

C. El Daño: Matar Niños

No hay en verdad informe alguno sobre muertes efectivas de niños debidas a la Tulivieja, sin embargo tanto en La Cuesta como en Chepo se especificaron posibilidades para la cual los habitantes están precavidos.

Así en La Cuesta, si los padres no tienen cuidado con sus hijos la Tulivieja los puede matar en un arranque de alegría al confundirlos con el suyo. En Chepo, de robarse un niño la Tulivieja, lo matará porque además de la teta de leche que tiene para cuando encuentre su niño, tiene una de hormigas carnívoras para cuando el que ha robado no sea el suyo.

Ejemplos del Daño: Matar Niños

La Cuesta (García, 1961)

A menudo, la oyen llorar en las quebradas y ríos cuando oye algún niño llorar se dirige dónde está y si los padres no tienen cuidado hasta lo puede matar de la alegría que coge porque cree que ese es su hijo. Muchos pobladores dicen haberla visto comiendo carbón.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

María del Rosario tiene una teta de leche que es la que está destinada a su hijo cuando lo encuentre. Pero cuando toma un niño y se da cuenta que no es el de ella, le pone la otra teta que está llena de hormigas; al pegarle la boca al niño la cara de este se llena de hormigas y se lo comen todo.

D. Daños Varios

Otros daños atribuibles a la Tulivieja son los siguientes: En Las Tablas hombres valerosos han retado a la Tulivieja a pelear y han sido encontrados vencidos y llenos de baba, lo mismo le ha pasado a buenos perros de caza.

En Antón hubo un caso de tortura por parte de la Tulivieja a un pescador de camarones, la cual consistió en ponerlo en contacto con hormigas carnívoras que salían de su seno.

En Santa Fe, la Tulivieja encerró a un caficultor en una roca y lo hechizó.

Ejemplos de Daños Varios

Las Tablas (Quintero, 1961)

Se dice que ha habido casos en que hombres valerosos han tratado de retarla a una pelea y los han encontrado vencidos y llenos de baba pegajosa; solo bañándolos con agua bendita se les ha podido limpiar. También le han aupado perros de caza muy valerosos, los cuales han regresado cubiertos todos con la misma baba pegajosa.

Antón (Castrellón, 1961)

En un lugar, la Tulivieja lo puso a mamar de sus senos, pero no le salía leche sino hormigas, sus tetas eran muy pronunciadas, su cara estaba cubierta de largos cabellos.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Cuentan que un señor recogió cierto día su cosecha de café y lo dejó al sol. Al día siguiente ya no estaba. Se fue entonces al monte a buscarlo y se halló con la Tulivieja. Le disparó un tiro y ella le quitó el rifle y le dijo: “Te encerraré en esta roca y a todo lo que te digan dirás ‘Dios Mío’”. Así lo hizo el hombre hechizado ya y tanto invocó el nombre de Dios, que este mandó un rayo y mató a la Tulivieja quedando el señor libre. Hay un señor que afirma haber visto a la Tulivieja…

2.1.7 Los Controles

A. El Control Religioso

El principal tipo de control religioso es por medio de oraciones. Son favoritas la oración llamada La Magnífica y el Credo. La magnífica tiene que ser rezada en latín porque si no se hace así ella la reza al revés para que pierda su efecto.

Otro importante medio de control sobre la Tulivieja es invitándola a rezar, con lo cual se ahuyenta. Así, en Parita las madres que tienen pocos días de haber dado a luz la ahuyentan diciendo: “María del Rosario, ven a rezar”.

Otro medio de control usado es el de guarnecer con escapularios, medallitas y resguardos a los niños. Este método fue empleado corrientemente en Volcán, La Cuesta y La Palma.

Otros medios usados fueron quemar velas y palmas benditas en Parita y confesarse en Chame.

Ejemplos del Control Religioso

La Cuesta (García, 1961)

Los habitantes de La Cuesta usan como resguardo para este espíritu un escapulario y medallitas. Otros le rezan la magnífica pero esta tiene que ser en Latín, pues ella sabe todas las oraciones y cuando alguien le reza alguna oración que no sea en latín ella la reza al revés y entonces la persona le entra un miedo tan intenso que algunas veces hasta se desmayan.

Remedios (Álvarez, 1960)

Hay muy pocas maneras de ahuyentarla no se puede ahuyentar con ningún rezo porque cuando empiezan a rezarle, ella empieza a decir la segunda parte de la oración a manera de contestación. Es decir, que ella conoce todas las oraciones en su generalidad, con excepción de una conocida como la “Magnífica” y el “Quicunque”. Al comenzar la persona a rezar esta oración María del Rosario se aleja llorando y dando gritos.

Volcán (Guerra, 1960)

Para hacerla retirar cuando la escuchan brava, los habitantes le rezan una oración llamada “La Magnífica”, en latín, ya que ella se sabe todas las oraciones, y cuando alguien intenta ahuyentarla con una oración que no sea en latín, ella la reza al revés, perdiendo el valor que el individuo le quiera dar. En contra de este espíritu maligno, los habitantes usan resguardos para correrlas y protegerse.

Bugabita (Choy, 1961)

Se evita la aparición de la Tulivieja rezando la magnífica al revés, al derecho o en latín. Dicen que a este espíritu le gusta meterse en las casas…

Dos Ríos (Frauca, 1961)

En las casas donde oye llorar un niño corre porque cree que es el hijo de ella y para ahuyentarla se reza.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Así lo hizo el hombre hechizado ya, y tanto invocó el nombre de Dios que éste mandó un rayo y mató a la Tulivieja, quedando el señor libre.

Parita (Del Cid, 1961)

Las madres que recién han dado a luz y la oyen gemir cerca la ahuyentan diciéndole: “María del Rosario, ven a rezar”. Pero si le dicen: “María del Rosario, ven a comer sal”, entonces es necesario quemar velas y palmas benditas para que se vaya.

Monagrillo (Samudio, 1961)

Cuando los habitantes la oyen llorando por esos lugares (siempre anda así) le dicen: “María del Rosario, ven a rezar”. y ella sale huyendo.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Solo se ahuyenta rezando la magnífica y el credo.

Río Hato (Morales, 1961)

La manera de ahuyentar a la Tulivieja es rezando la magnífica en latín. Si Ud. reza otra oración que no sea esta se la contesta al revés para que pierda su efecto. Muchas personas dicen haberla oído…

Chame (Beitia, 1961)

Las personas que intenten hacerle daño a la Cunca, se verán en la necesidad de confesarse a cada rato…

San Carlos (Crompton, 1961)

Cuando las personas la escuchan por las noches elevan oraciones para ahuyentarlas o sea como medio de protección en especial cuando hay niños pequeños. Para evitar que se introduzca en las casas se reza la oración que se llama la Magnífica, la cual según se cree tiene poder sobre este espíritu maligno.

Arraiján (Espinosa, 1961)

Para ahuyentarla rezan oraciones como la magnífica en latín, porque si la rezan en español ella la reza al revés y así la oración pierde valor.

La Palma (Reyes, 1961)

Cuando los niños están moros se los llevan a dormir a sus camas y les ponen en el cuello y en los brazos muchas imágenes de Dios y la Virgen.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Otra manera de alejarla es decirle: “María del Rosario, toma el rosario y vete a rezar”.

B. El Control de las Campanas

La teoría general es que a la Tulivieja para alejarla basta con tocarle algún objeto de manera que le recuerde el sonido de las campanas de la iglesia.

Así, en La Cuesta le tocan una paila y ella huye. En Remedios, le tocan una paila de hierro con una cuchara o un machete, remedando el sonido de campanas. En Soná, basta coger una lata y golpearla con un palo para hacer el efecto. En Arraiján, le suenan un machete o algo que produzca un ruido semejante al de las campanas.

Una variante de esa teoría general consiste en pensar que se tocan las pailas para que ella crea que son tambores de baile.

Ejemplos del Control de las Campanas

La Cuesta (García, 1961)

Cuando la oyen acostumbran tocarle una paila y esto la ahuyenta enseguida, porque ella cree que son las campanas de la iglesia.

Remedios (Álvarez, 1960)

También hay otra manera de ahuyentarlas, se usa una paila y una cuchara o machete y comienzan a pegársele fuertemente, de esa manera María del Rosario sale huyendo a consecuencia de que ella piensa que son las campanas de la iglesia.

Boca del Monte (Polanco, 1960)

… y para espantarla solamente le tocaban una paila y ella salía furiosa y cuando se iba lleva…

Soná (Urriola, 1961)

… y para hacerla callar se coge una lata y se le pega fuertemente con un palo…

Santa María (Chávez, 1961)

… y para correrla hay que tocar las pailas del fogón.

Chitré (Aguina, 1961)

… por lo que las madres para evitar esto tocan las pailas cuando la oyen, para así ahuyentarla.

Arraiján (Espinosa, 1961)

También logran ahuyentarla sonándole un machete o algo que produzca un ruido semejante a las campanas de la iglesia.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Para alejarla hay que tocar las pailas para que ella crea que son tambores de baile.

C. El Control de Lazarlas

En los poblados de Dos Ríos y Santa María, la Tulivieja fue enlazada como intente de deshacerse de ella. En el caso de Dos Ríos, al lazo se le colocó una cruz de palma bendita, cuando la Tulivieja se vio con la soga y la cruz al pecho pegó un grito y salió huyendo para no regresar más. En el caso de Santa María, el intento de lazarla no tuvo éxito, pero el lazador sintió que la Tulivieja era como una persona llena de pelos.

Ejemplos del Control de Lazarlas

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Dice que él tenía un trapiche donde hacía dulce o panela y que todas las noches llegaba la Tulivieja a comerse la ceniza de la hornilla y la carne salada que él guardaba. Una noche la “aguaitó” desde el jorón donde dormía, había hecho un lazo y le había puesto una cruz de palma bendita, para cuando llegara la tulivieja ponérselo. Cuando se vio la cruz sobre el pecho pegó un grito, se fue “juyendo” y no regresó más.

Santa María (Chávez, 1961)

Él amarró la Tulivieja estando enranchado en el río. Sintió como un perro que lamía la masa de la tortilla, se levantó, tomó la soga que tenía lanzándola en la noche oscura por lo cual no pudo decir con exactitud como era. Pero sí sintió que era como una persona llena de pelos y para correrla hay que tocar las pailas …

2.1.8 Las Relaciones Humanas

A. Las Relaciones con Niños

Los niños son el tipo humano indudablemente más perseguido por la Tulivieja. En casi todos los pueblos del Istmo, hubo informes que indican que los niños son buscados o capturados o maltratados por ese ente, en su desesperada búsqueda de su propio hijo.

Ejemplos de las Relaciones con Niños.

La Cuesta (García, 1961)

… y cuando oye algún niño llorar se dirige adonde está y si los padres no tienen cuidado hasta lo puede matar de la alegría que coge porque cree que ese es su hijo.

Remedios (Álvarez, 1960)

Cuando la Llorona escucha llorando a un niño, se “allega” hasta el rancho y comienza a dar vuelta alrededor de él…

Los Anastasios (Martínez-Gallegos, 1961)

Las Tuliviejas avisan su llegada, cuando quieren llevarse algún niño sin bautizar.

Volcán (Guerra, 1960)

Basados en este principio, muchos volcanenses aseguran que en las casas donde lloran niños durante la noche la Tulivieja puede llegar con facilidad, creyendo que es el hijo de ella.

Potrerillos (González, 1960)

Los niños son los que más creen en la Tulivieja pues sus padres, para que no lloren les dicen: “Viene la Tulivieja”, y les relatan como es este ser…

Paso de Canoa (Ferguson, 1961)

Se le teme en los hogares en que hay niños recién nacidos sin bautizar porque dicen que trata de entrar a cogerlos.

Dos Ríos (Frauca, 1961)

En las casas donde oye llorar un niño corre porque cree que es el hijo de ella y para ahuyentarla se reza.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Dicen que siempre se acerca a las casas y se lleva a los niños no bautizados, pero los devuelve todos pegajosos y aruñados cuando ve que no es el de ella.

Santa María (Chávez, 1961)

También cuando un niño llora en una casa ella se presenta, porque cree que es su hijo, y por esta razón la gente de este pueblo no deja llorar a sus hijos chiquitos y más si están moros.

Parita (Del Cid, 1961)

Por eso cuando oye llorar un niño, cree que es el suyo y va tras él.

Monagrillo (Samudio, 1961)

… cuando oye llorando un niño cree que es el de ella…

Chitré (Aguina, 1961)

… y cuando oye llorar un niño, creyendo que es el de ella, trata de llevárselo por lo que las madres para evitar esto…

Las Tablas (Quintero, 1961)

Desde entonces persigue a todas las criaturas pequeñas que lloran por lo que las madres tienen buen cuidado de no abandonar a sus pequeños para que “no se los lleve la Tepesa”.

Chepo (J. Candanedo, 1961)

Cuando oye el llanto al momento se dirige al lugar de donde sale.

La Palma (Reyes, 1961)

No trata de robarse a cualquier niño sino a los moros o sea los que están sin bautizar y este es uno de los motivos…

B. Las Relaciones con Adultos

En Divalá, la Tulivieja se enfrentó con uno de los trabajadores de un molino de arroz que la molestó cuando iba a bañarse al río. En Dos Ríos, un trapichero la atacó con un lazo y una cruz y esta vez le tocó huir a la Tulivieja, lo mismo que sucedió en Santa María. En Santa Fe, un caficultor atacó a la Tulivieja porque sospechaba que ella era responsable de la pérdida de su café y fue hechizado por esta. En Las Tablas ha vencido a varios hombres, campesinos valerosos. En Antón atacó a un pescador de camarones y lo torturó con hormigas carnívoras. Y en Chorrera, al defenderse de un campesino que la atacaba armado de machete, lo mató.

Ejemplos de las Relaciones con Adultos

Divalá (Moreno, 1960)

Al ver que el animal era feo se sintió decepcionado, cogió una piedra del tamaño de la mano derecha y se la tiró encima. Al pegarle al animal lanzó un berrido feo, espeluznante, y se le vino encima; al oír y ver esto dijo “Animal del Diablo”, y salió huyendo con las cosas que cargaba en las manos. Cuando se había alejado unos 60 metros detúvose y siguió caminando riéndose de lo que le había pasado. De una vez, todos cogieron sus machetes y se fueron para el río alumbrando la corriente con focos, cuando llegaron allí, no encontraron nada, “la tulivieja se había ido”.

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Dice que él tenía un trapiche donde hacía dulce o panela y que todas las noches llegaba la Tulivieja a comerse la ceniza de la hornilla y la carne salada que él guardaba. Una noche la “aguaitó” desde el jorón donde dormía, había hecho un lazo y le había puesto una cruz de palma bendita, para cuando llegaba la Tulivieja ponérselo. Cuando llegó la Tulivieja él la vio echarse el pelo para atrás y se puso a comer ceniza, entonces él dejó caer el lazo. Cuando se vio la cruz sobre el pecho pegó un grito, se fue “juyendo” y no regresó más.

Santa Fe (Silvera, 1961)

Cuentan que un señor recogió cierto día su cosecha de café y lo dejó al sol. Al día siguiente ya no estaba. Se fue entonces al monte a buscarlo y se halló con la Tulivieja. Le disparó un tiro y ella le quitó el rifle y le dijo: “te encerraré en esta roca y a todo lo que te digan dirás ‘Dios Mío’”. Así lo hizo el hombre hechizado ya, y tanto invocó el nombre de Dios, que este mandó un rayo y mató a la Tulivieja quedando el señor libre.

Santa María (Chávez, 1961)

Él amarró la Tulivieja estando enranchado en el río. Sintió como un perro que lamía la masa de la tortilla, se levantó, tomó la soga que tenía lanzándola en la noche oscura por lo cual no pudo decir con exactitud cómo era. Pero sí sintió que era como una persona llena de pelos y para correrla hay que tocar las pailas del fogón.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Se dice que ha habido casos en que hombres valerosos han tratado de retarla a una pelea y los han encontrado vencidos y llenos de baba pegajosa, solo bañándolos con agua bendita se los ha podido limpiar.

Antón (Castrellón, 1961)

Se dice que una vez un pescador notó que sus camarones desaparecían de la nasa (red para pescar) y se dispuso a cazar al ladrón. Esa noche durmió en la balsa esperando al presunto ladrón, y a eso de las cinco de la mañana vio a un monstruo. Este, al verlo, lo atrapó con la misma balsa y se lo llevó del lugar. Era una Waima…

Chorrera (L. Candanedo, 1961)

Más tarde los hombres oyeron que alguien comía ceniza y uno de ellos se paró diciendo que él era muy valiente; el otro trató de detenerlo pero su amigo, tomando un machete se abalanzó sobre el animal, pero la Tulivieja le metió el dedo en el culo y se lo llevó hacia el cañaveral. Al día siguiente, cuando fueron a buscarlo lo encontraron muerto, y no se podía agarrar porque estaba muy baboso.

2.1.9 Las Relaciones Sobrenaturales

Las principales relaciones sobrenaturales de la Tulivieja son con Dios y con la Virgen. La teoría general es que la Tulivieja es un ente dependiente de Dios, el cual la ha castigado por haber atentado contra su hijo, de manera que la estancia de la Tulivieja en la Tierra depende de Dios.

Ejemplos de las Relaciones Sobrenaturales

Remedios (Álvarez, 1960)

Cuando ella llegó a la casa la Virgen le comunicó que no volviera jamás si no traía a su hijo.

San Carlos (Crompton, 1961)

Desde entonces se dice que la Virgen la castigó en el sentido de que no descansaría jamás si no encontraba a su pequeño hijo, y que para ello tendría que buscarlo río arriba.

Volcán (Guerra, 1960)

Esta era una mujer que tuvo un hijo, el que tiró a un río para cuando Dios la llamara, decirle que era joven, sin hijos y que debía salvarla, y al llegar a la puerta del cielo, lo primero que le preguntó Dios fue por el hijo. Al contarle lo sucedido, la regresó al mundo a buscar a su hijo y desde aquel entonces deambula por las orillas de las quebradas y ríos, en busca de su hijo.

Potrerillos (González, 1960)

Dice que una joven india tuvo un hijo sin haberse casado. Su pena fue tan grande que al nacer la criatura, la ahogó en el río para que nadie se diera cuenta de su pecado. Pero Dios la castigó convirtiéndola en el monstruo de La Tulivieja, o sea una mujer cuya cara es un colador con muchos huecos, por los cuales salen cerdas muy feas.

Las Tablas (Quintero, 1961)

Fue una mujer que en tiempos lejanos abandonó a su hijo muy tierno para irse a los bailes y parrandas y al regreso no lo encontró. Encontró solo a un viejecito, que era Dios, el cual la anatemizó de esta manera: “¡Te pesa, te pesa y te pesará siempre. Errarás por el mundo hasta que encuentres a tu hijo!”.

2.1.10 Descripciones del Fenómeno en los Poblados

  1. La Kunca o Tulivieja de Villa Neilly, R. de Costa Rica.

    Castillo (1961, p. 62)

    Cuentan que en una montaña intermedia entre Paso de Canoa y Villa Neilly, se escuchan gritos de una mujer que busca su hijo perdido. A este espíritu del mal se le denomina Kunca o Tulivieja. Es una mujer de cuerpo perfecto con cara de colador, sus cabellos son completamente blancos. La Historia cuenta que Dios la castigó por haber dejado el hijo en un río y el castigo de Dios fue el de convertirla en un horrible monstruo que busca a su hijo por todas las quebradas y ríos.

    Los “Bruncas o Burucas” denominan a la Kunca de otra manera y la leyenda de su tribu la describe con ciertas modificaciones de la leyenda mencionada.

  2. La Tulivieja de la Cuesta, R. de Costa Rica.

    García (1961, p. 72)

    Cuentan los habitantes del cantón de La Cuesta, que esta era una mujer muy bonita que le gustaba mucho ir a las fiestas. Cierta vez había un baile y como ella tenía un hijo y no tenía quién se lo cuidara lo tiró en una quebrada y se fue al baile. Cuando ella se presentó ante Dios, como castigo le impuso que le llevara el hijo pues cuando ella llegó él le preguntó por el niño y ella contestó que no tenía ningún hijo. Para poder gozar del reino de los cielos debe llevar su hijo.

    Desde entonces esta mujer perdió toda su belleza y se convirtió en una mujer que su cara es un colador y anda toda desgreñada. A menudo, la oyen llorar en las quebradas y ríos y cuando oye algún niño llorar se dirige adonde está y si los padres no tienen cuidado hasta lo puede matar de la alegría que coge porque cree que ese es su hijo. Muchos pobladores dicen haberla visto comiendo carbón en los fogones de las casas. Cuando la oyen acostumbran tocarle una paila y esto la ahuyenta enseguida, porque ella cree que son las campanas de la iglesia.

    Los habitantes de La Cuesta usan como resguardo para este espíritu un escapulario y medallitas. Otros le rezan la magnífica pero esta tiene que ser en latín, pues ella sabe todas las oraciones y cuando alguien le reza alguna oración que no sea en latín ella le reza al revés y entonces la persona le entra un miedo tan intenso que algunas veces hasta se desmayan.

  3. La Tulivieja de Remedios, Chiriquí.

    Álvarez (1960, pp. 16–19)

    Es quizás esta creencia la más vieja que existe en el pueblo con relación a estas cosas. De la tulivieja se conoce hasta el origen. Hay en el pueblo personas que tienen una educación media que aseguran la existencia de la tulivieja.

    Del origen de este ser se dice que, eran tres niñas muy bonitas y que estaban bajo la crianza de la Virgen de los Remedios y sucedió que un día una de ellas conocida con el nombre de María del Rosario salió embarazada. Un día se fue al río, y estando allá dio a luz un niño; ella no quería que la Virgen de los Remedios se enterara del pecado que había cometido y optó por matarlo debajo de una piedra. Llegó al poblado y no pudo sostener más su pecado y se confesó ante el cura del lugar. Al enterarse el señor cura, comunicóle que él no podía perdonar un sacrilegio de esa clase, que lo mejor es que fuera a buscar a su hijo para darle cristiana sepultura. Cuando ella llegó a la casa la Virgen le comunicó que no volviera jamás si no traía a su hijo.

    La niña jamás regresó a su casa, porque nunca ha vuelto a encontrar su hijo, y es esa una de las razones que hace vivir la tulivieja a orilla de los ríos buscando su hijo. Cuando la “llorona” escucha llorando a un niño, se “allega” hasta el rancho y comienza a dar vuelta alrededor de él, y es peor si se le dice alguna grosería porque entonces se encoleriza y comienza a dar fuertes pujidos con ganas de llevarse el niño. Hay muy pocas maneras de ahuyentarla no se puede ahuyentar con ningún rezo porque cuando empiezan a rezarle, ella empieza a decir la segunda parte de la oración a manera de contestación. Es decir, que ella conoce todas las oraciones en su generalidad, con excepción de una conocida como la “magnífica y el Quicunque”. Al comenzar la persona a rezar esta oración María del Rosario se aleja llorando y dando gritos. También hay otra manera de ahuyentarla, se usa una paila y una cuchara o machete y comienzan a pegársele fuertemente, de esa manera María del Rosario sale huyendo a consecuencia de que ella piensa que son las campanas de la iglesia.

    Se cuenta que la tulivieja vive de camarones y peces, dicen también haberla visto comiendo cenizas en los fogones y que las huellas que ella deja son las de un niño y la de un pollo. La quebrada en que la tulivieja enterró a su hijo existe aún, en un lugar denominado la tulivieja.

    La Loma, en Remedios. La quebrada se denomina “quebrada de la tulivieja”. Dicen que ella acostumbra decir “¡Voy, Voy, Voy!” debido a que cuando la virgen la llamó, ella solamente le contestó estas palabras. Sobre ella se han tejido grandiosas leyendas pero las que más se conoce en el poblado es la que le sucedió a una señora hace muy pocos años: Es necesario aclarar que la llorona busca en especial a los niños no bautizados, es decir a los que ellos llaman “Moros”.

    Cuentan que durante este tiempo María del Rosario llegaba hasta muy cerca del pueblo; que la señora tenía una niña sin bautizar cuando de pronto comenzaron a escuchar los pujidos de la tulivieja. Como una ola arrolladora María del Rosario entró al pueblo con un fuerte estruendo, de una vez se sintió un olor fatigante como a “cuero podrío” y ¡qué pujidos más fuertes los que daba! Esta vez María del Rosario venía más brava que nunca y los vecinos asustados corrieron gritando a la mamá de la niña “¡Corre fulana que se lleva María del Rosario a la Mora!” La madre corrió a acostarse al lado de su hija y rezar; y sintió la señora cuando aquel animal pasó por el portalón arrastrando su hediondo cuero. Al fin fue necesario que le rezaran la Magnífica, para poder ahuyentarla del poblado aquella noche.

    Hasta la fecha no se conoce que María del Rosario se haya llevado algún niño del poblado.

  4. La Tulivieja de los Anastasios, Chiriquí.

    Martínez-Gallegos (1961, pp. 93–94)

    Es una mujer de mediana edad, ni muy vieja ni muy nueva; tiene el pelo que le llega a media pierna. Siempre anda despeinada y con todo el pelo en la cara “para que no la reconozcan”.

    Cuando se le pega a los muchachos, ella llora y si es de noche, los perros aúllan con insistencia. Las tuliviejas avisan su llegada, cuando quieren llevarse a algún niño sin bautizar.

    Un día un niño, (sin ser bautizado), empezó a comer carbón. Por más que lo regañaban, pegaban y quitaban el carbón de por allí cerca, el muchacho siempre encontraba carbón para comer. La madre, preocupada, decidió llevarlo a bautizar, acordándose de que ella había oído hablar de la Tulivieja y los niños sin bautizar. Como el niño dejó de comer carbón, se oyeron unos silbidos “muy parecidos a los de la Tulivieja” y también muchos perros corriendo y aullando. De pronto, como si se estuviera derrumbando la casa, se oyó un gran estruendo, y cuál la sorpresa al ver la gran cantidad de carbón que caía. Todos corrieron donde estaba el niño y empezaron a rezar. Este tenía varios aruñazos, estaba amoratado y todo el cuerpo untado de baba y estaba desvanecido.

    La versión de este relato, nos la dio un señor de 86 años de edad, pero que por razones obvias (“después la tulivieja, bruja o cualesquiera de esos bichos malos que andan por ahí, me lleva a mí”) no pondremos su nombre en este trabajo.

  5. La Tulivieja de Volcán, Chiriquí.

    Guerra (1960, pp. 111–112)

    Los habitantes la escuchan cantar, dicen ellos, en las quebradas y ríos de la región. Según versión del señor Lázaro Concepción: “Esta era una mujer que tuvo un hijo, el que tiró a un río para cuando Dios la llamara, decirle que era joven, sin hijos y que debía salvarla, y al llegar a la puerta del cielo, lo primero que le preguntó Dios fue por el hijo. Al contarle lo sucedido la regresó al mundo a buscar a su hijo y desde aquel entonces deambula por las orillas de las quebradas y ríos, en busca de su hijo”. Basado en este principio, muchos volcanenses se aseguran que en las casas donde lloran niños durante la noche la tulivieja puede llegar con facilidad, creyendo que es el hijo de ella […].

    Muchas personas aseguran haberla visto, comiendo carbón en los fogones de las casas que se encuentran en las inmediaciones de las montañas de Volcán. La describen de la siguiente manera: Una mujer vestida de blanco con pelo largo y cara de colador.

    Para hacerla retirar cuando la escuchan brava, los habitantes le rezan una oración llamada “La Magnífica”, en latín, ya que ella se sabe todas las oraciones, y cuando alguien intenta ahuyentarla con una oración que no sea en latín, ella la reza al revés, perdiendo el valor que el individuo le quiera dar.

    En contra de éste espíritu maligno, los habitantes usan resguardos para correrlas y protegerse.

  6. La Tulivieja de Boca del Monte, Chiriquí.

    Polanco (1960, p. 106)

    La Tulivieja puede tomar varias formas, primero dicen que es una mujer moñona y cuando se pone brava cambia a distintas clases de animales. Un lugar muy favorito que fue escenario de duendes en tiempos pasados es Estero de Ajo, donde existe un lugar llamado “Las Quebraditas” donde había un palo de corotú grande; era un lugar que causaba temor, dicen que la Tulivieja iba a comer cenizas y para espantarla solamente le tocaban una paila y ella salía furiosa y cuando se iba llevaba una tronería que parecía un fuerte huracán, cuando ella se acercaba a la casa se conocía porque traía un pujido.

  7. La Tulivieja de Potrerillos, Chiriquí.

    González (1960, pp 135-136)

    La Tulivieja se dice que data desde los tiempos en que esta región estaba habitada por los valientes indígenas doraces. Dice que una joven india tuvo un hijo sin haberse casado. Su pena fue tan grande que al nacer la criatura, la ahogó en el río para que nadie se diera cuenta de su pecado. Pero Dios la castigó convirtiéndola en el Monstruo de la Tulivieja, o sea en una mujer cuya cara es un colador con muchos huecos, por los cuales salen cerdas muy feas. Su cuerpo se transformó en el de un gato con patas de caballo y con manos que terminaban en garras. Su vida debe pasarla vagando por los ríos y lanzando gritos horrorosos. Así como pensaban los Doraces que era el aspecto de la Tulivieja, creen allí que es ella. A menudo se oye decir “Hey, no sabes que anoche oí a la tulivieja en la quebrá del río”. Lo peor es que la oyen y no la ven, es por eso por lo que algunos no creen en ella. Otros los más incrédulos, dicen que los gritos y quejidos que se oyen no son más que los gritos que da el gato de agua al ponerse a excretar en los ríos. Los niños son los que más creen en la tulivieja pues sus padres, para que no lloren les dicen “¡Viene la tulivieja!” y les relatan cómo es este ser; así los niños se van formando una idea de lo horripilante que es y van creyendo en ella hasta ser hombres.

  8. La Tulivieja de Divalá, Chiriquí.

    Moreno (1960, p. 115)

    Los cuentos de la Tulivieja se oyen de vez en cuando. Dicen que fue una mujer “al principio del mundo”, que Dios le dio un hijo pero que ella no lo quería, un día que se fue a lavar al río se llevó al niño llorando porque no le había dado de mamar; allá en el río se puso brava la mujer, lo cogió en los brazos y le metió en el agua de cabeza, lo soltó y lo dejó que se lo llevara la corriente.

    Cuando regresó a la casa la mujer, se encontró con el señor en el camino y le preguntó: “¿Qué hiciste con el niño?” ella le contestó que lo había dejado en la casa y trató de pegarle mentiras. Y dijo el señor: “¡A mí no me vas a engañar, mentirosa y mala madre. Regresa al río y no vuelvas hasta que no lo traigas!” La mujer, desde que el Señor dijo esto salió dando pujidos y se fue al río. En vez de buscarlo río abajo lo busca río arriba. Desde entonces ha quedado la Tulivieja en el río buscando a su hijo y haciendo: ¡Noé…Buy…Buy…Noé.

    En Divalá se les ha aparecido a varios la Tulivieja, la que es de cabellos largos, los cuales le caen sobre la cara, pudiéndose ver nada más la forma que es aguda como un colador […].

    Según cuenta el que le sucedió, hace 6 años, cuando trabajaba en una piladora (molino de arroz) en Divalá, para la estación seca en el mes de marzo; en la piladora se pasaba todo el día pilando, muchas veces, casi todos los días terminaba de pilar a medianoche. Cuando terminaba tenía que ir a bañarse al río para poder dormir puesto que la peluza del arroz pica mucho.

    Una noche cogió la toalla, el jabón y el foco (linterna eléctrica); en el molino había quedado un poco de gente que había andado tomando y estaban medio borrachos. Cuando llegó al río, siempre es costumbre alumbrar para la corriente y alumbró como a unos seis metros de donde estaba. Allá vio una cosa que se movía dentro de la corriente del río, moñona; se quedó alumbrando con el foco “con las baterías nuevas”. En el momento se le vino a la mente que era un pichón de “oso caballo” y pensó - “horita me lo cojo y me lo llevo para la casa”; pero en eso el animal sacó la cabeza del agua y la levantó un poco sobre el agua con unas greñas cayéndole sobre la cara, pero se veía que la tenía blanca y los ojos rojos. El animal levantó el cuerpo un poco del agua y pudo verle “la nalga que parecía el anca de una yegua vieja, de esas que han perdido el pelaje y se les torna gris”. Al ver que el animal era feo se sintió decepcionado, cogió una piedra del tamaño de la mano derecha y se la tiró encima. Al pegarle al animal lanzó un berrido feo, espeluznante, y se le vino encima; al oír y ver esto dijo: “Animal del diablo”, y salió huyendo con las cosas que cargaba en las manos. Cuando se había alejado unos 60 metros detúvose y siguió caminando riéndose de los que le había pasado. De una vez, todos cogieron sus machetes y se fueron para el río alumbrando la corriente con focos, cuando llegaron allí, no encontraron nada, “la tulivieja se había ido”. El asustado se bañó tranquilo esa noche, pero no volvió más al río a bañarse tarde en la noche. El narrador refiere que a la tulivieja la vio cerca del barranco del río y que no tenía la cara de colador sino redonda.

  9. La Kunka (Tulivieja) de Paso de Canoa, Chiriquí.

    Ferguson (1961, p. 154)

    A la Kunka se le identifica como a la Tulivieja. Es un animal que tiene cabellos (como de mujer) tirados hacia delante. Su rostro está lleno de agujeros, parecidos a cicatrices que quedan a los que han padecido de viruelas. Sus patas: la izquierda, un pie humano pequeño cuyo talón va hacia adelante y los dedos hacia atrás; la derecha, termina en una “pata de gallina” (cuatro dedos).

    Cuéntase que este animal era antes una mujer la cual tenía un hijo recién nacido pero que se dedicaba más a las diversiones que al cuidado del niño. Por las noches se iba para los bailes dejando a la criatura abandonada en una hamaquita colgada en su choza (que se encontraba ubicada a la orilla de un río). Cierta madrugada al regresar no encontró al niño y fue entonces cuando reaccionó como madre. Desesperada de angustia perdió la razón y salió llorando en su busca por las orillas del río sin dar con él. Cansada de llorar, emitía solamente quejidos: Juuu, Juuu, Juuu (mugido con el que hoy se la reconoce). Y dicen que Dios castigó su descuido convirtiéndola en animal (que hoy acostumbra a vagar río arriba).

    Se le teme en los hogares en que hay niños recién nacidos sin bautizar porque dicen que trata de entrar a cogerlos. Según algunos el área en que se le ha visto en la Isleta de la Tulivieja, sector cercano a Paso de Canoa.

  10. La Tulivieja de Bugabita, Chiriquí.

    Choy (1961, pp. 101–102)

    Cuentan los moradores de Bugabita que la última vez que apareció fue en forma de una mujercita que cargaba el cabello tirado hacia delante tapándole la cara. Dicen que el que le mira la cara se muere. Otros dicen que la tulivieja tiene la cara como un colador o sea llena de huecos. Dicen que la tulivieja tuvo un hijo pero que era muy mala con él y que un día lo dejó cerca de un río y que éste se metió al río y se lo llevó la corriente. Para que no lo encuentre más Dios le dice que lo busque para la parte de arriba de los ríos ya que así no lo podrá encontrar y que el día que ella lo busque para abajo se acaba el mundo. Se evita la aparición de la tulivieja rezando la Magnífica al revés, al derecho o en latín. Dicen que a éste espíritu le gusta meterse en las casas para comerse el carbón y cenizas que hay en los fogones.

  11. La Tulivieja de Las Lajas, Chiriquí.

    Ross (1961, pp. 108–109)

    Se dice que existe la Tulivieja. Hay quienes aseguran haberla visto y oído en forma de mujer que llora. Dicen que ella era una mujer que le gustaba mucho el baile, pero tenía un hijo que no la dejaba salir, motivo por el cual lo arrojó al río. Luego, cuando fue al cielo, Nuestro Señor le preguntó por su hijo y al ver lo que había hecho con él, la arrojó del paraíso y la mandó a buscarlo. Y a esto se debe el llanto que ellos escuchan, ya que dicen que anda por las noches por todos los ríos y quebradas o donde escuche el llanto de un niño. Además dicen que tiene una pata de gallina y la cara llena de moño que parece una jaba.

  12. La Tulivieja de Dos Ríos, Chiriquí

    Frauca (1961, p. 22)

    Se dice que esta era una mujer que tuvo un hijo y lo arrojó a la corriente de un río. Dios la ha castigado haciéndola buscar su hijo por todas partes. En las casas donde oye llorar un niño corre porque cree que es el hijo de ella y ella para ahuyentarla se reza. Los que la han visto dicen que es una mujer que tiene el cabello largo y negro, la cara es un colador y para que no se la vean la carga tapada con el cabello. Carga un vestido largo y blanco y solo tiene una teta. A continuación les doy a conocer una versión sobre la tulivieja, este relato me lo hizo un señor de Dos Ríos cuyo nombre no sé. Dice que él tenía un trapiche donde hacía dulce o panela y que todas las noches llegaba la tulivieja a comerse la ceniza de la hornilla y la carne salada que él guardaba. Una noche la “aguaitó” desde el jorón donde dormía, había hecho un lazo y le había puesto una cruz de palma bendita, para cuando llegaba la tulivieja ponérselo. Cuando llegó la tulivieja él la vio echarse el pelo para atrás y se puso a comer ceniza, entonces él le dejó caer el lazo. Cuando se vio la cruz sobre el pecho pegó un grito, se fue “juyendo” y no regresó más.

  13. La Tulivieja de Tolé, Chiriquí.

    Menéndez (1961, p. 51)

    Es la tulivieja una mujer que tiene los cabellos vueltos hacia la cara. Su rostro es una especie de colador lleno de puntitos. Su cuerpo es ni más ni menos como el de cualquier mujer, sacando sus pies, que llevan los talones hacia adelante y los dedos para atrás. Aparece en las noches cerca de las casas que quedan ubicadas alrededor de los ríos y quebradas. Comienza a mugir con cierto sonido peculiar, y algunas veces intenta llevarse a los niños que están sin bautizar.

  14. La Tulivieja de Changuinola, Bocas del Toro.

    Hidalgo (1961, pp. 167–168)

    Cuentan que la tulivieja era una linda mujer campesina que acababa de casarse y como es natural se comportaba como una buena ama de casa. Pero sucedió que estando en el río lavándola ropa de su marido, se le apareció un apuesto caballero el cual la seduce, se despide de ella prometiéndole volver al día siguiente y jamás volvió, a pesar de que ella no dejó de ir al río. Algún tiempo después da a luz un hermoso niño que llenó toda su vida, lo colma de mimos y de caricias; lleva al niño al río para bañarlo y cuando se encuentra en este menester se le presenta nuevamente el desconocido. Nuevamente la seduce, se olvida del hijo para atender al galán y el río se lleva a la criatura. Llega el momento de la despedida en la que el hombre vuelve a hacerle las mismas promesas de regresar, y lo ve esta alejarse por entre la maleza.

    Entristecida, vuelve al sitio donde dejara la criatura, y no la encuentra, quiso enloquecer de dolor. La leyenda dice que en el preciso momento en que pareciera enloquecer una voz retumba profiriendo: “¡Maldita mujer! ¡En adelante buscarás a tu hijo por el resto de los siglos, irás llorando y gritando por las orillas de los ríos del mundo y jamás lo encontrarás!”. Acabó aquella aterradora voz e inexplicablemente anochece de golpe. De su garganta le brota un grito horroroso el que al principio no reconoce como suyo; en vez de hierbas silvestres aparecen zarzales y espinas que le desgarran las carnes y vestiduras. El cabello desgreñado y áspero le cubre ahora el rostro que es mitad vieja y mitad joven, porque un lado se le arrugó de golpe mientras que el otro se le quedaba con toda aquella figura juvenil. Uno de sus senos se le pudre y se le torna fangoso y repulsivo mientras que el otro se le conserva bello. De su tobillo le brota una garra de águila. Así transcurrieron los siglos y esa eterna noche y su grito es cada vez más espeluznante y frecuente con su “Ay… Ay… Mi hijo…” Ella lo busca con la esperanza de encontrarlo y sin tener ninguna y para siempre.

  15. La Tulivieja de Soná, Veraguas.

    Urriola (1961, pp. 110–111)

    Es para los habitantes de Soná, lo que en otros lugares es conocido con el nombre de la Tepesa. Entre las versiones que me fueron dadas está la de la señora Josefa Castillo, que es la siguiente. Es la Tulivieja un espíritu malo en forma de mujer. Era una hermosa mujer que desapareció a su hijo y en castigo vaga buscándolo. Tiene el cabello largo y la cara de colador y se le encuentra principalmente en las casas en que hay niños moros. Tiene relaciones con los búhos ya que siempre canta cuando la ve.

    La tulivieja siempre vaga por los ríos y quebradas pero siempre buscando al hijo corriente arriba y se le oye como decir “Ventura” ya que este era el nombre de su hijo. Le gusta comer cenizas y en las casas en que hay recién nacidos se le oye rondar, hacer bulla con los dientes y rebuznar feamente y para hacerla callar se coge una lata y se le pega fuertemente con un palo y yo la he oído y que miedo me ha dado. La marca que la Tulivieja deja pintada es una patita de gallina y un pie de niño pero el talón para delante y los dedos para atrás. Otra versión es la que me dijo un campesino de Soná en la que me cuenta que la tulivieja es una mujer castigada que vive solo para buscar el hijo que arrojó en la corriente de una quebrada. Está sumamente vieja y su cara semeja un colador. Está tan encorvada por los años que semeja un perro lleno de grandes vellosidades negras pero no se le ve rabo ni nada. Al sorprenderla comiendo carbón o ceniza brama feamente y desaparece misteriosamente.

    En las quebradas se le oye sonando piedras y llamando al hijo perdido. Merodean las casas en que hay niños pequeños y que estén moros. Y según me dijo el señor Samuel Cornejo Jr. la Tulivieja pinta en los lugares en que está una pata de ave y una de niño y continua diciendo: “Puedo jurarlo pues mi padre y yo la hemos visto en la orilla de la quebrada, lástima que no hubiéramos cargado una cámara fotográfica porque eso es verdad, eso es cosa que nadie ha hecho, esa es la marca de la Tulivieja”.

  16. La Tulivieja de San Francisco de la Montaña, Veraguas.

    Sánchez (1961, p. 114)

    Como en todos los pueblos de la República, la Tulivieja está representada en las mentes supersticiosas de los habitantes por una vieja que anda en los ríos y quebradas caminando hacia arriba. Según cuentan “fue una mujer descuidada que dejó a su hijo en una piedra del río mientras lavaba y que cuando lo fue a buscar había desaparecido. Entonces Dios la castigó dejándola que buscara su hijo río arriba ya que así no le encontraría”. Estas abusiones (como dicen los informantes) salen en noches oscuras y lluviosas que es cuando mejor se encuentran en su medio.

  17. La Tulivieja de Santa Fé, Veraguas.

    Silvera (1961, pp. 79–80)

    Es otra superstición del pueblo que no goza de tanta popularidad como las brujas. Según ellos, rara vez se aparece. La leyenda de esta “cosa” es que era una mujer que por amores ilícitos tuvo un hijo. Para ocultar su pecado lo escondió debajo de una piedra en una quebrada y que la corriente se lo llevó.

    Cuando ella fue a buscar a su hijo, no lo encontró y desde entonces lo anda buscando corriente arriba, es decir contra la corriente. Dicen que siempre se acerca a las casas y se lleva los niños no bautizados, pero los devuelve todos pegajosos y aruñados cuando ve que no es el de ella. Sin embargo no le temen, porque es raro que la oigan, pues no la han visto aún.

    Hay un cuento de la tulivieja que por boca de un señor del pueblo oí. Dice así: Cuentan que un señor recogió cierto día su cosecha de café y lo dejó al sol. Al día siguiente ya no estaba. Se fue entonces al monte a buscarlo y se halló con la tulivieja. Le disparó un tiro y ella le quitó el rifle y le dijo: “te encerraré en esta roca y a todo lo que te digan dirás ‘Dios Mío’”.

    Así lo hizo el hombre hechizado ya, y tanto invocó el nombre de Dios, que éste mandó un rayo y mató a la tulivieja quedando el señor libre. Hay un señor que afirma haber visto a la tulivieja. Es una señora de largos y gruesos cabellos ásperos como la crin de un caballo. La cara la tenía cubierta con el pelo, y no se la pudo ver.

  18. La Tulivieja De Santa María, Herrera.

    Chávez (1961, pp. 61–62)

    La versión de la tulivieja en este pueblo es la siguiente: Es una mujer chica, con pelo largo y tirado hacia adelante, emite un sonido, así dicen que la tulivieja “puja” mucho y cuando la tratan de agarrar tira una baba por la boca, siempre anda por los alrededores de los ríos, según otras versiones. En el pueblo se dice que es una mujer con el pelo largo tirado hacia adelante de tal manera que le cubre la cara, la cual está hueca como un colador, ella se encuentra en la orilla de los ríos o quebradas. Va hacia arriba buscando a su hijo que echó al agua, y no lo encuentra, por eso anda llorando, por lo cual también se le llama la “llorona”. También cuando un niño llora en una casa ella se presenta, porque cree que es su hijo, y por esta razón la gente de este pueblo no deja llorar sus hijos chiquitos y más si están moros (sin bautizar).

    También la tulivieja va a las casas que tienen fogón de leña a comer carbón, y algunos dicen que cuando están llegando, esta remueve las casas y al día siguiente se encuentra el fogón sin carbón y todo desordenado. Entre las personas que aseguran y aseveran la existencia de las tuliviejas, dice una señora, está mi abuelo Ubaldino Brandao “y que no son cuentos”. El amarró la Tulivieja estando enranchado en el río. Sintió como un perro que lamía la masa de la tortilla, se levantó, tomó la soga que tenía lanzándola en la noche oscura por lo cual no pudo decir con exactitud como era. Pero sí sintió que era como una persona llena de pelos y para correrla hay que tocar las pailas del fogón.

  19. ¿La Tepesa? Mujercita Tulivieja de Parita Herrera.

    Del Cid (1961, pp. 104–105)

    Lo que llaman en otros pueblos “Tepesa” en la población de Parita le dicen “Mujercitas”. Me cuentan que esta es una mujer de mediana estatura, pelo blanco muy largo que casi le llega a la “escorbá”. Siempre anda vestida de blanco con un camisón que le arrastra al suelo. Dicen que toda la piel está llena de agujeros transparentes que pareciera que no tuviera sangre. La cara de esta mujer es un adefesio, pues de tantos agujeros que tiene pareciera fuera un colador. Dicen que la Mujercita era antes un ser humano como cualquiera, pero era muy bailarina y no había baile al que no fuera. Cierta vez había un baile cerca de donde vivía y ella se moría por ir, pero tenía la dificultad de que no tenía con quién dejar a su hijo, pues la mamá no quería cuidárselo. Decidió dejarlo solo mientras iba a bailar un rato, haciéndose la promesa de regresar temprano, pero se le pasó el tiempo sin sentir y no se dio cuenta que cuando regresaba estaba amaneciendo. Cuando llegó a la casa el niño había desaparecido, ella desesperada lloraba gritaba y desde ese momento Dios le impuso el castigo que tendría que buscar a su hijo día y noche por los ríos y quebradas. Por eso cuando oye llorar un niño, cree que es el suyo y va tras él.

    Cierta vez, unos muchachos nativos del pueblo, fueron a pescar al río. De pronto, oyeron un quejido en la parte de arriba del río. Como es natural, se pusieron nerviosos y decidieron regresar a sus casas, pero también tenían que pasar forzosamente por la parte de donde había salido el quejido. Y de pronto, vieron a una mujer exactamente como la describí anteriormente. Estaba prendiendo un fogón que había hecho en el cascajal del río, y se estaba calentando las manos. Al ver esto los muchachos se introdujeron en el río y se fueron nadando para no pasar cerca de la mujercita, llegando a sus casas muy asustados. Cuentan, que con mayor frecuencia para la Semana Santa, encuentran en el río, fogones que se dice que son hechos por esta mujer, y muchas veces se encuentran prendidos.

    Del Cid (1961, pp. 107–108)

    Dice que la Tepesa era una mujer agraciada físicamente, llamada María del Rosario. De un amor ilícito que tuvo un hijo que mató al nacer para tapar su falta. Atormentada por el remordimiento del delito cometido, le confesó su pecado al cura. Este, horrorizado por la confesión le dijo: “¡Te pesa y te pesará y Tepesa te volverás!”. (De aquí el nombre de la Tepesa).

    Enseguida María del Rosario cambió de aspecto. Se achicó, le crecieron tanto los cabellos, que le caen por la cara y le cubren todo el cuerpo, los pies se le viraron para atrás y los talones para adelante. Anda gimiendo por los lugares solos y oscuros. En las noches se acerca a los poblados en pos del llanto de los niños recién nacidos, creyendo que es su hijo. Las madres que recién han dado a luz y la oyen gemir cerca la ahuyentan diciéndole: “María del Rosario, ven a rezar!” Pero si le dicen: “¡María del Rosario ven a comer sal!” entonces es necesario quemar velas y palmas benditas para que se vaya.

    También llega a los palos de ciruela y guayaba que hay en los patios de las casas en busca de alimento. (Se le atribuyen a ella los restos de estas frutas que dejan los murciélagos y pajaritos). Si alguna persona la encuentra en el camino, debe hacer cruz con la dirección que ella lleva, para pasar desapercibido, de lo contrario lo babea todo.

  20. La Tepesa de Monagrillo, Herrera.

    Samudio (1961, pp. 90–91)

    Cuentan que era una muchacha que estaba bañándose en el río y bañando a su hijo, el cual era muy gordo. María del Rosario que así se llamaba, gozaba mucho hundiendo y sacando del agua al niño quién estaba saltando de alegría pues le gustaba este juego. En uno de los saltos que pegó el niño se escapó de los brazos de su madre y se hundió en el agua. La madre al no verlo aparecer en la superficie lo empezó a buscar pero no lo llegó a encontrar. El remordimiento le roía la mente, pues se dio cuenta que solo ella tenía la culpa porque en vez de haberlo bañado en el río, lo hubiera podido haber bañado en la casa más tarde. Después de haber buscado incansablemente, se dirigió a la casa del sacerdote y llorando le refirió todo lo que le había sucedido y le dijo que le pesaba mucho. El padre, después de oírla, le dijo que se fuera. Otro día fue de nuevo donde el padre y le dijo que le pesaba, que le pesaba, hasta que el sacerdote después de tanto oírla le hizo esta pregunta: “¿Te pesa? ¿Te pesa?” a lo que contestó la mujer que sí y replicó el padre: “¡Te pesa, Te pesa te has de volver!” Desde ese momento ella quedó vagando por todos lados buscando a su hijo (cuando oye llorando un niño cree que es el de ella). Según unas personas la Tepesa tiene un pie de perro y otro de animal. Otras dicen que cuando camina para adelante las huellas no van dirigidas en esa dirección sino al contrario o sea para atrás, así que nunca saben a dónde se dirige. La cabellera la tiene echada hacia adelante o sea cubriéndole la cara. Lo que le gusta comer es casi siempre la guayaba, níspero y ceniza. Cuando los habitantes la oyen llorando por esos lugares (siempre anda así) le dicen: “¡María del Rosario, ven a rezar!” y ésta sale huyendo.

  21. La Tepesa de Chitré, Herrera.

    Aguina (1961, pp. 112–114)

    Para la época de verano gran cantidad de familias acostumbran trasladarse a las huertas que tienen cercanas al río. Cierta vez hace muchos años, un zambito de una de esas familias desapareció. Sus padres, familiares y amigos lo buscaron infructuosamente durante tres días, al cabo de los cuales, después de larga e intensa búsqueda lo dieron por muerto. Pero cierto día, un señor llamado Juan salió al monte a cortar leña y en busca de ésta se internó en la espesura, llegando hasta una cueva tapada con una piedra de la cual salía un extraño ruido. Acercándose vio a través de una pequeña abertura que había en ésta unos ojillos que lo miraban despavoridos. Armándose de valor el valiente señor Juan apartó la piedra y con sorpresa vio en el interior de la cueva un niño que consternado le dijo: “¡váyase, señor que si regresa la señora qué me trajo aquí se va a disgustar!”. El señor, sin hacerle caso, dándose cuenta que era el chico que se había perdido trató de cogerlo, pero éste se le escapaba de las manos a cada intento que hacía pues estaba cubierto de una sustancia babosa. El señor Juan presintiendo que aquella señora que mencionaba el chiquillo era un espíritu malo, empezó a rezar y quitándose la camisa cubrió el zambito con ésta y lo sacó de la cueva. Con gran dificultad logró el señor Juan llevar al chico ante sus padres, los cuales inmediatamente lo llevaron donde el sacerdote, el cual después de lavar al chico con agua bendita, lo incitó a que le contase lo que le había sucedido. Entonces el chico contó que una señora bajita y con el rostro cubierto por larga cabellera negra, con un pie humano y el otro de perro se lo había llevado a la cueva donde lo había encontrado el señor Juan. Al escuchar el relato, el sacerdote dijo que esa era la Tepesa. Una mujer que quiso ocultar al mundo el fruto de su pecado, abandonando a su pequeño hijo, al cual buscó después infructuosamente. Arrepentida de su actuación fue donde el cura y le confesó su doble pecado, el cual después de escucharla le preguntó: “¿Te pesa?”. Al contestar afirmativamente le dijo: “Te Pesa te has de llamar y como penitencia vagarás por la tierra en busca de tu hijo, al cual nunca habrás de encontrar”.

    Y así, cuenta la gente que cumpliendo su penitencia, la Tepesa “vaga principalmente por las orillas de los ríos en busca de su hijo y cuando oye llorar un niño, creyendo que es el de ella, trata de llevárselo por lo que las madres para evitar esto tocan las pailas cuando la oyen, para así ahuyentarla”.

  22. La Tepesa de Las Tablas, Los Santos.

    Quintero (1961, pp. 123–124)

    De acuerdo con la descripción mitológica del pueblo, es una criatura en forma de mujer que tiene los cabellos muy largos que le cubren la cara. Los dedos de los pies los tiene hacia atrás y los talones hacia adelante de tal manera que pareciera que al caminar lo hace hacia atrás. Por dondequiera que anda va emitiendo un pujido corto y la tradición dice “Fue una mujer que en tiempos lejanos abandonó a su hijo muy tierno para irse a los bailes y parrandas y al regreso no lo encontró. Encontró sólo a un viejecito, que era Dios, el cual la anatemizó de esta manera: ‘¡Te pesa, Te pesa y te pesará siempre. Errarás por el mundo hasta que encuentres a tu hijo!’ Desde entonces persigue a todas las criaturas pequeñas que lloran, por lo que las madres tienen buen cuidado de no abandonar a sus pequeños para que no se los lleve la tepesa.” Se dice que ha habido casos en que hombres valerosos han tratado de retarla a una pelea y los han encontrado vencidos y llenos de baba pegajosa; sólo bañándolos con agua bendita se les ha podido limpiar. También le han aupado perros de caza muy valerosos, los cuales han regresado cubiertos todos con la misma baba pegajosa. Solo se ahuyenta rezando la Magnífica y el Credo.

  23. La Tulivieja de Antón, Coclé.

    Castrellón (1961, p. 171)

    Se dice que una vez un pescador notó que sus camarones desaparecían de la nasa (red para pescar) y se dispuso a cazar al ladrón. Esa noche durmió en la balsa esperando al presunto ladrón, y a eso de las cinco de la mañana vio a un monstruo. Este, al verlo, lo atrapó con la misma balsa y se lo llevó del lugar. Era una Waima, sus pies estaban de la siguiente manera: los dedos los tiene colocados hacia atrás y los talones hacia adelante. En un lugar, la Tulivieja lo puso a mamar de sus senos, pero no le salía leche sino hormigas, sus tetas eran muy pronunciadas, su cara estaba cubierta de largos cabellos.

  24. La Tulivieja de Río Hato, Coclé.

    Morales (1961, pp. 120–121)

    La Tulivieja es un espíritu que anda por las quebradas en busca de un hijo que botó. Cuentan que la Tulivieja era una mujer a la que le gustaba mucho ir a la iglesia a rezar, se sabía una gran cantidad de oraciones. Cierta vez estuvo en relación sexual y de ello se le originó un embarazo. Acogió esto con júbilo puesto que quería tener sus hijos, y de ese parto los deseaba mellizos. Llegó el día esperado, y como en ese tiempo las mujeres daban a luz en la quebrada, así lo hizo ella también. Su desengaño fue tan grande al ver que Dios le daba un sólo hijo que lo tiró al agua. Cuando el sacerdote se enteró de lo sucedido mientras la confesaba, puesto que lo que había hecho la llenó de tristeza, y no hubo otro remedio que confesarlo, le puso por castigo que mientras no le trajera el niño a su vista no la perdonaría. Desde ese momento la señora María del Rosario que era como se llamaba anda por las quebradas en busca de su hijo. Se dice que busca su hijo corriente arriba y por ello no lo puede encontrar. La manera de ahuyentar a la Tulivieja es rezando la Magnífica en latín. Si Ud. reza otra oración que no sea esta se la contesta al revés para que pierda su efecto. Muchas personas dicen haberla oído por las quebradas y por los ríos cantando. Se dice que en las noches viene a comer ceniza a los fogones de las casas. La Tulivieja siempre está rondando en las casas donde hay mellizos sin bautizar.

  25. La Cunca o Tulivieja de Chame, Panamá.

    Beitia (1961, pp. 93–94)

    Los Chameros me dijeron que la Tulivieja es una mujer de más o menos 16 años de edad, que salió preñada. Esto sucedió, dicen ellos, al comienzo del mundo. Esta jovencita, para que no se dieran cuenta, parió el hijo a orillas de un río, lo echó al agua. Luego cuando fue a los cielos, Dios le preguntó por su hijo y después de haber sabido lo que ocurrió, la mandó al mundo a buscarlo.

    Los Chameros, dicen que la Cunca o Tulivieja, después que Dios la mandó a buscar a su hijo, lo busca en los principales charcos del río para ver si está en el fondo, porque según dicen, ella lo echó al agua amarrándole una piedra al pescuezo para que se muriera rápido. La Cunca, al buscar su hijo da unos alaridos que infunde miedo a cualquiera. Muchos chameros me dijeron que la Cunca se alimenta de carbón y de camarones y que cuando va a cagar no puede porque los camarones poseen una caparazón dura; y éste sería uno de los castigos de Dios a la Cunca.

    Me informó la señora Aminta Lezcano, que la fisonomía de la Cunca es bonita. Tiene un cuerpo muy hermoso y la cara de un color negro que la diferencia de las demás partes del cuerpo. Tiene una cabellera que le arrastra y una cara incomparable. Las personas que la han visto se han quedado boquiabiertas porque es algo bellísimo. Las personas que intenten hacerle daño a la Cunca se verán en la necesidad de confesarse a cada rato porque ésta a cada momento los anda persiguiendo para arañarlos con los garfios que posee. Con estos garfios puede matar a cualquiera ya que tienen un veneno mortífero.

  26. La Viejita de Monte de San Carlos, Panamá.

    Crompton (1961, p. 134)

    La viejita de monte no es una bruja, sino que sale por las noches por los lugares donde existan quebradas, buscando a su niño al cual ella misma arrojó al río. La historia comenzó un día de fiesta cuando se celebraba un baile en el pueblo y en este lugar vivía una mujer la cual tenía un niño bastante pequeñito. Como ella no podía ir al baile por cuidar de su hijo, decidió acabar con la vida del pequeño y para ello lo arrojó a un río. Desde entonces se dice que la virgen la castigó en el sentido de que no descansaría jamás si no encontraba a su pequeño hijo, y que para ello tendría que buscarlo río arriba. Es por eso que en las noches se oye el ruido de la viejita de monte, la cual siempre anda en busca de su hijo. Cuando las personas la escuchan por las noches elevan oraciones para ahuyentarla o sea como medio de protección, en especial cuando hay niños pequeños. Para evitar que se introduzca en las casas se reza la oración que se llama la Magnífica, la cual según se cree tiene poder sobre este espíritu maligno.

  27. La Tulivieja de Chorrera, Panamá.

    L. Candanedo (1961, pp. 146–148)

    Cuentan en el poblado que había una vez una muchacha muy bella y bondadosa llamada María del Rosario, la cual era pretendida por muchos jóvenes. Viéndose pretendida y halagada por todos, fue poco a poco sufriendo una considerable transformación, convirtiéndose en una mujer orgullosa vanidosa y perversa. Más tarde, después de frecuentes salidas con hombres a bailes y cantinas, perdió su virginidad, quedando poco después en estado de gravidez.

    Cuentan que después de haber tenido a su hijo, hacia el cual no sentía amor alguno, se dirigió a la quebrada en la cual ahogó al niño. Pero inmediatamente después la visión de la monstruosidad cometida fue golpeando su cerebro hasta que arrepentida, corrió a la iglesia donde confesó al padre lo que había hecho y le dijo: “Me pesa, padre”. A lo que el padre contestó: “¿Te pesa?, ¿Te pesa? ¡Tepesa te has de volver! ¡Vivirás condenada a buscar a tu hijo por toda la vida!”.

    Y desde entonces la Tulivieja anda buscando a su hijo llorando. La Tulivieja tiene la cara como un colador llena de largos cabellos. Los dedos de los pies los tiene hacia atrás y los talones hacia adelante, el cabello tirado hacia adelante cubriéndole totalmente la cara y cuando se aparece a alguien se lo tira hacia atrás dejando al descubierto su horrorosa cara.

    Otra versión del mismo poblado es la siguiente: Siempre anda arrastrándose. Tiene una pierna de chivo y la otra como la de un niño. Me cuentan los informantes que la Tulivieja puede adoptar diferentes formas; apareciendo algunas veces como una puerca y otras transformada en hormiga para introducirse en las casas. También puede aparecer como un perro, un gato y de diferentes colores. Suele aparecer en quebradas, donde hay trapiche y cuando oye un niño llorando se acerca para llevárselo, si no está bautizado.

    Cuenta la señora Zoila Gutiérrez de Marciaga, que cierta vez venían dos hombres de trabajar en el campo. Como era de noche y sus casas quedaban todavía muy lejos, pidieron posada en una casa que encontraron en el camino. La señora de la casa dijo que no tenía dónde darles hospedaje, pero que podían dormir en la cocina. Antes les advirtió que todas las noches llegaba la tulivieja a comer ceniza y “porquería de gallina” y que si la oían llorar que se quedaran callados. Más tarde los hombres oyeron que alguien comía ceniza y uno de ellos se paró diciendo que él era muy valiente; el otro trató de detenerlo pero su amigo, tomando un machete se abalanzó sobre el animal, pero la tulivieja le metió el dedo en el culo y se lo llevó hacia el cañaveral. Al día siguiente cuando fueron a buscarlo lo encontraron muerto, y no se podía agarrar porque estaba muy baboso.

  28. La Tulivieja de Arraiján, Panamá.

    Espinosa (1961, p. 54)

    Los arraijaneños aseguran haberla oído muchas veces. Según ellos es una enanita rubia muy bonita que camina con los pies al revés, es decir con la punta de los pies hacia atrás. Otros dicen que es una mujer fea, alta, flaca con la cara que semeja un colador y el pelo tirado hacia adelante. Que Dios le puso como castigo por haber echado a su hijo en una quebrada andar errante por el mundo hasta que lo encuentre. Siempre se oye en la noche, sobre todo a altas horas. Tiene un pujido característico. Para ahuyentarla rezan oraciones como la Magnífica en latín, porque si la rezan en español ella la reza al revés y así la oración pierde valor. También logran ahuyentarla sonándole un machete o algo que produzca un ruido semejante a las campanas de la iglesia.

  29. Maria Del Rosario o Tulivieja de Chepo, Panamá

    J. Candanedo (1961, pp. 139–140)

    Entre las creencias supersticiosas la más común entre todas es la de María del Rosario o Tulivieja. Me cuenta el señor Garibaldi que María del Rosario era una mujer como todas, le gustaban mucho las fiestas, el baile sobre todo. Era bastante presumida. Cuentan que cuando era joven se escapaba de su casa durante las noches en que había baile en el pueblo. En uno de esos bailes cierto personaje la indujo a que fuera su mujer. Ella que estaba bastante enamorada del joven acepta las proposiciones de él y pierde su honra. Transcurre el tiempo y María del Rosario nota que va a tener un hijo, le comunica esto al joven que la perjudicó y este al enterarse huye del pueblo. De su casa la expulsan cuando su padre se entera de su pecado, ella se retira a vivir en una choza que había cerca del río. Se encontraba en estado delicado debido a su preñez, pero no por esto dejaba ella de asistir a los bailes. Como ya todos conocían su desgracia todos querían su parte, María del Rosario se vio cortejada por todos y termina convertida en una puta. Cuando se encontraba próxima a dar a luz, en el pueblo se celebra un baile, ella de ninguna manera podía perderse de tal acontecimiento. Cuando se dirigía al baile por esta razón, le entraron los dolores del parto y tuvo al hijo cerca de una quebrada. Dejó al niño ahí, al pie de la quebrada para irse a bailar. Terminado el baile se dirige a buscar a su hijo al lugar donde lo había dejado y no lo encuentra. En vez, se encuentra con el Señor, quien le dice que su hijo se ha perdido y que el castigo por su pecado será el de buscar para toda la vida a su hijo corriente arriba de la quebrada ya que de esta manera nunca podrá encontrarlo. Las creencias dicen que María del Rosario aparece cuando oye el llanto de un niño que viva cerca de la quebrada. Cuando oye el llanto al momento se dirige al lugar de donde sale. Para alejarla hay que tocar las pailas para que ella crea que son tambores de baile. Otra manera de alejarla es decirle: “¡María del Rosario, toma el rosario y vete a rezar!” Si quieren verla brava, solamente tienen que decirle “¡Puta Jollona!” ella, al oír esto, ataca a la persona y no la deja tranquila hasta que no esté segura de que está muerta.

    María del Rosario tiene una teta de leche que es la que está destinada a su hijo cuando lo encuentre. Pero cuando toma un niño y se da cuenta que no es el de ella, le pone la otra teta que está llena de hormigas: al pegarle la boca al niño la cara de éste se llena de hormigas y se lo comen todo. De esta manera es como María del Rosario acaba con los niños que toma creyendo que es el de ella, pero dice la tradición que ella jamás encontrará al suyo. Así que saben las madres que tienen hijos y viven cerca de alguna quebrada, a cuidar sus hijos y aprendan las palabras que tiene que decir cuando se les aparece María del Rosario.

  30. La Tulivieja de La Palma, Darién.

    Reyes (1961, pp. 145–147)

    La descripción que dan los habitantes acerca del aspecto que presenta la tulivieja es la siguiente: La cara es igual o parecida a la de una señora de muchos años de edad, la cara arrugada, por lo vieja que debe ser. Es de regular alto, delgada, camina un poco encorvada, brazos largos y flacos. También tiene en la cara muchos huequitos por los cuales le salen gran cantidad de pelos largos que le llegan hasta la rodilla. Otras personas dicen que el pelo que se le ve en la cara es el mismo de la cabeza, que ella se echa hacia adelante para no dejarse ver la cara. Tiene los colmillos que se le salen de la boca que le dan un aspecto algo fiero. Usa un traje blanco sin ninguna pieza que le pueda servir de adorno, semejante más bien a un camisón.

    Dicen los pobladores que anda en una piragua río arriba y río abajo y que es más posible verla en los días de Semana Santa. Busca a un hijo que ella misma tiró al agua, y que como castigo de Dios, el trabajo que tiene ahora es buscar al hijo por el río hasta que lo encuentre, y así salvarse del martirio que está recibiendo y entonces ir al cielo y ser perdonada por Dios.

    Uno de los pechos de la Tulivieja tiene veneno con el propósito de envenenar a los hombres, que por culpa de ellos está sufriendo esta condena, pues el que le hizo el hijo la abandonó.

    El otro pecho es para amamantar al niño cuando lo encuentre hasta que sea grande y pueda valerse por su propia cuenta. Persigue a los hombres más que a las mujeres para matarlos como pueda y a los niños los busca con el propósito de encontrar el de ella. No trata de robarse a cualquier niño sino a los moros o sea los que están sin bautizar y éste es uno de los motivos por lo que los padres tratan de bautizar a sus hijos lo antes posible.

    Cuando los niños están moros se los llevan a dormir a sus camas y les ponen en el cuello y en los brazos muchas imágenes de Dios y la Virgen. Se alimenta de carbón o de árboles secos; donde el río es más seco se baja de la piragua a recoger camarones. Todas las cosas que ella toca inmediatamente quedan babeadas o babosas y si alguna persona se lleva estas cosas es seguro que se va por el olor de la baba hasta donde está el que le llevó eso para enseñarlo a no robarse las cosas ni meterse con las mujeres. El origen de la tulivieja se remonta a tiempos de los españoles. Cuando Balboa llegó hasta las Costas del Océano Pacífico, venía entre el grupo un soldado que siempre andaba enamorando indias. Otros informantes dicen que ese soldado era el mismo Balboa. El soldado se llevó a una india a vivir con él mientras permanecía en esos lugares. Esto lo hacían a escondidas del cacique y de los demás indios de la tribu. Luego que los españoles se fueron quedó la india embarazada y comenzó a ocultarlo pues a ellas les era prohibido tener hijos con los españoles, delito que se castigaba con la muerte.

    Cuando dio a luz al niño, para ocultar su delito, decidió echarlo al río y así lo hizo envolviéndolo en una manta de algodón y poniéndolo en una pequeña piragua, la cual empujó hacia el centro del río Chucunaque (Dios de los Ríos); para que lo protegiera. Ella se salvó del castigo de la tribu, pero del castigo de Dios no, pues desde entonces ha vagado por los ríos buscando el fruto de su pecado con esperanzas nulas de encontrarlo.

2.2 La Llorona

Discusión sobre La Llorona

La Llorona es una mujer sobrenatural que llora. La forma exterior del ente es parecido a la norma, es decir, la Llorona tenía una morfología corriente en la mayoría de los casos. Otra forma posible mencionada fue la forma mujer-flaca de larga cabellera. De las formas más circunscritas halladas, Las Tres Lloronas fueron las más interesantes. Tres mujeres, vestido blanco que les arrastra, rostro cubierto; es un tipo extraordinario tanto para la idea general de la Llorona como para la idea acerca de entes istmeños. Paralelo tiene solamente en las Aunadas de Chitré. La principal actividad de la Llorona es la de pasar llorando, a esto debe precisamente su nombre; arrullar a su niño, llorar por él y buscarlo fueron otras actividades indicadas. Entre otras actividades sobresale la de Dos Ríos, que consistió en asustar Donjuanes de campo al estilo María Eugenia, es decir transformándose en calavera.

Aterrorizar fue el daño máximo atribuible a la Llorona; mientras que controles fueron escasos: escapar y recluirse. Los Donjuanes y los trasnochadores fueron los tipos humanos intervenidos específicamente por las actividades de la Llorona. La única información sobre relaciones sobrenaturales de la Llorona específica identificó la Llorona con la Tulivieja, razón principal de la clasificación de la Llorona como un Tuliviejoide. Así, la relación de la Llorona fue con Dios, quien fue el ente castigador causante de sus actividades actuales.

2.2.1 Definición

La Llorona es una mujer sobrenatural que llora. En todos los poblados que informaron sobre este ente, hubo unanimidad en el describir a la Llorona como una mujer. El Llanto, si bien fue explicado de formas distintas, se encontró en la mayoría de los informes. La sobrenaturidad estuvo oscura en algunos casos, pero aún en esos es posible deducirla de las actividades o de la morfología. Así, la definición de la Llorona como “mujer sobrenatural que llora” es apta en estas circunstancias.

Ejemplos de la Identidad

Las Lajas (Ross, 1961)

… que la Llorona es una mujer que pasa llorando de vez en cuando…

Tolé (Menéndez, 1961)

… aparece paseándose de una esquina a otra llorando hasta decir no más…

Dos Ríos (Frauca, 1961)

… y que Dios le dio como castigo que vagara por el mundo llorando.

Antón (Castrellón, 1961)

A él le parecía que se trataba de una mujer que arrullaba a su hijo.

Río Hato (Morales, 1961)

Se dice que busca a un hijo al cual perdió en un río.

San Carlos (Crompton, 1961)

… a la cual llaman “Las Tres Lloronas”. Este nombre se les da porque su manera de perturbar la paz consiste en lamentos y llantos horribles.

Capira (Alvarado, 1960)

Según dicen los pobladores de Capira, la Llorona es una mujer que se llama “María del Rosario”, la cual sale de noche llorando por la orilla de las quebradas buscando a un hijo que se le perdió.

2.2.2 La Morfología

A. La Forma Corriente

Varios tipos morfológicos fueron informados. En una mayoría de los casos, sin embargo, no hubo especificaciones sobre la morfología. En otros se especificó una morfología especial. En el primer caso hay que suponer que si la Llorona no impresionó con una morfología especial fue porque no la tenía, de lo que se desprende que la forma exterior del ente era parecido a la norma, es decir que tenía la Llorona una morfología corriente.

Ejemplos de la Forma Corriente

Las Lajas (Ross, 1961)

… que la Llorona es una mujer que pasa llorando…

Antón (Castrellón, 1961)

A él le parecía que se trataba de una mujer que arrullaba a su hijo. De pronto, escuchó el llanto de un niño. Se acercó para verlo, pero para su asombro la mujer se le vino encima correteándolo.

Capira (Alvarado, 1960)

Entonces empezó a buscar a su hijo quebrada arriba y al no encontrarlo se puso a llorar.

B. La Forma Mujer Flaca

La Llorona como mujer flaca de larga cabellera fue encontrada en los poblados de Tolé y Río Hato. En Tolé, se encontró una mujer delgada, cabellera larga y vestida de blanco. En Río Hato, una mujer flaca, de pelo muy largo que equivalía a vestido, dientes grandes, y no fea. Así, esta forma especial de mujer delgada, de largo vestido, o real o de pelo, viene a constituir un segundo tipo de Llorona restringido en comparación con el tipo uno.

Ejemplos de la Forma Mujer flaca

Tolé (Menéndez, 1961)

Es la Llorona una mujer delgada, de larga cabellera y toda vestida de blanco…

Río Hato (Morales, 1961)

La Llorona es una mujer flaca, de tamaño regular, de pelo muy largo el cual le sirve de vestido, los dientes son un poco grandes, pero ella en no es muy fea.

C. Otros Tipos Morfológicos

Un tipo de Llorona de transformación fue informado desde Dos Ríos. En este poblado dicen que es alta, blanca, pelo largo y muy bonita, pero que se transforma en la dirección ósea.

Este tipo, es decir, todo el ejemplo de Dos Ríos acerca a la Llorona extraordinariamente a el espectro llamado María Eugenia en otras localidades, mientras que la primera parte del estudio la acerca a La Tulivieja.

Las tres Lloronas fueron encontradas en San Carlos. Se trata de tres mujeres altas, vestido blanco que les arrastra, rostro cubierto. Es un tipo extraordinario tanto para la idea general de la Llorona como para la idea acerca de entes istmeños. Paralelo tiene solamente en Las Aunadas de Chitré.

Ejemplos de Otros Tipos Morfológicos

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Los que la han visto dicen que es una mujer alta, blanca, que tiene el pelo largo y que es muy bonita […].

Algunos dicen que la han perseguido y que cuando se alejan del poblado (dicen que ella visita los bailes) y van llegando a un lugar solitario se para y les dice: “Síganme para enseñarles a perseguir mujeres!”. Su rostro es entonces una calavera.

San Carlos (Crompton, 1961)

Las Tres Lloronas, son tres mujeres altas, cuyo vestido de color blanco les arrastra por el suelo. Es indiscutible que su rostro está cubierto y nadie se ha atrevido a vérselo.

2.2.3 Las Actividades

A. La Actividad de Pasar Llorando

La principal actividad de la Llorona es pasar llorando. A esto debe precisamente su nombre. Así, en Las Lajas, pasa llorando de vez en cuando, cuando la persiguen se pierde y sigue llorando.

En Tolé, pasea de una esquina a otra del pueblo llorando y en Dos Ríos, llora por condena de Dios. En Rio Hato, llora por su hijo al cual perdió en el rio. Y las Lloronas de San Carlos lloran y se lamentan formando un escándalo sobrenatural.

Ejemplos de la Actividad de Pasar Llorando

Las Lajas (Ross, 1961)

… la Llorona es una mujer que pasa llorando de vez en cuando y que cuando la han perseguido se pierde y siempre se oye su llanto.

Tolé (Menéndez, 1961)

… aparece paseándose de una esquina a otra llorando hasta decir no más…

Dos Ríos (Frauca, 1961)

… y que Dios le dio como castigo que vagara por el mundo llorando.

Río Hato (Morales, 1961)

Se dice que busca un hijo el cual perdió en el río. También se dice que la Llorona es una sola y que va andando. Es por eso que se oye en un lugar por un tiempo y luego no se escucha más.

San Carlos (Crompton, 1961)

Este nombre se les da porque su manera de perturbar la paz consiste en lamentos y llantos horribles.

B. Las Actividades Pro Niños

Arrullar a su niño era la actividad principal de la Llorona de Antón, mientras que una actividad del pasado es la que tiene a la de Dos Ríos llorando, ya que mató a su hijo y Dios la castigó.

El buscar llorando fue la pena también para la descuidada de Río Hato que perdió su hijo en el río. Y la Llorona de Capira perdió también a su hijo. Dos Ríos, Río Hato y Capira son los poblados en los cuales la Llorona se acerca más al concepto de la Tulivieja, hasta identificarse plenamente en el caso de Capira.

Ejemplo de las Actividades Pro Niños

Antón (Castrellón, 1961)

A él le parecía que se trataba de una mujer que arrullaba a su hijo. De pronto, escuchó el llanto de un niño.

Dos Ríos (Frauca, 1961)

… ya que la leyenda dice que esta era una mujer que tiró su hijo al mar y que Dios le dio como castigo que vagara por el mundo llorando.

Río Hato (Morales, 1961)

Se dice que busca un hijo el cual perdió en el río.

Capira (Alvarado, 1960)

… la Llorona es una mujer que se llama “María del Rosario”, la cual sale de noche llorando por la orilla de las quebradas buscando un hijo que se le perdió.

C. Otras Actividades

La actividad de Dos Ríos consistió en asustar a Donjuanes de campo al estilo María Eugenia, es decir transformándose en calavera. Perseguir fue la actividad secundaria de la Llorona de Antón. Estas dos constituyen actividades secundarias de la Llorona que mostraron una distribución bastante restringida.

Ejemplos de Otras Actividades

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Algunos dicen que la han perseguido y que cuando se aleja del poblado (dicen que ella visita los bailes) y van llegando a un lugar solitario se para y les dice “¡Síganme para enseñarles a perseguir mujeres!”. Su rostro es entonces una calavera.

Antón (Castrellón, 1961)

Se acercó para verlo, pero para su asombro la mujer se le vino encima, correteándolo. Fue tal el miedo que le dio la aparición de la extraña mujer…

2.2.4 Los Daños Atribuibles

El principal daño atribuible consistió en aterrorizar. La manera de Dos Ríos fue parecida a la de María Eugenia. La manera de Antón se basó en la sorpresa de la reacción atacante. La de San Carlos constituye una verdadera guerra de nervios contra los habitantes de ese poblado y la de San Carlos consiste en limpiar las calles de trasnochadores asustándolos.

Ejemplos de los Daños Atribuibles

Dos Ríos (Frauca, 1961)

… y van llegando a un lugar solitario se para y les dice: “Síganme para enseñarles a perseguir mujeres!” Su rostro es entonces una calavera.

Antón (Castrellón, 1961)

Se acercó para verlo, pero para su asombro la mujer se le vino encima, correteándolo. Fue tal el miedo que le dio la aparición de la extraña mujer, que se desmayó en la puerta de su casa.

San Carlos (Crompton, 1961)

Este nombre se les da porque su manera de perturbar la paz consiste en lamentos y llantos horribles.

San Carlos (Crompton, 1961)

Por esta razón los hombres que se encuentran en la calle tratan de llegar lo antes posible a sus casas para evitar oír o ver esta “abusión o aparición”.

2.2.5 Los Controles

Pocos controles fueron especificados para la Llorona. El principal parece ser el escapar y recluirse ante el hecho. Sin embargo tanto en Las Lajas como en Dos Ríos, la Llorona fue perseguida por los campesinos con más o menos éxito.

Ejemplos de los Controles

Las Lajas (Ross, 1961)

… y que cuando la han perseguido se pierde y siempre se oye su llanto.

Antón (Castrellón, 1961)

… pero para su asombro, la mujer se le vino encima, correteándolo. Fue tal el miedo que le dio la aparición de la extraña mujer, que se desmayó en la puerta de su casa.

San Carlos (Crompton, 1961)

… tratan de llegar lo antes posible a sus casas para evitar oír o ver esta “abusión” o aparición.

2.2.6 Las Relaciones Humanas

Tipos humanos específicos relacionados con la Llorona solamente en el caso de Dos Ríos, los Donjuanes que la persiguen por su hermosura. Y en San Carlos, los trasnochadores a los cuales la Llorona obliga a recluirse pronto.

Los otros tipos relacionados fueron simples campesinos sin características definidas.

Ejemplos de las Relaciones Humanas

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Debido a su hermosura, muchos hombres la persiguen sin lograr objeto alguno, pues se trata de un espíritu maligno.

Antón (Castrellón, 1961)

A un señor de Pozo Rico le salió una noche.

Río Hato (Morales, 1961)

Esta descripción me la hizo un muchacho el cual me dijo que su padre la vio y advirtió estas características en ella.

San Carlos (Crompton, 1961)

… por esta razón, los hombres que se encuentran por la calle…

2.2.7 Las Relaciones Sobrenaturales

La única información sobre relaciones sobrenaturales de la Llorona específica procedió de los poblados de Dos Ríos y Capira. Estos casos muestran la casi identificación de La Llorona con la Tulivieja, razón principal de la clasificación de la Llorona como un Tuliviejoide. Así, la relación de la Llorona es con Dios, quien fue el ente castigador causante de sus actividades actuales.

Ejemplos de las Relaciones Sobrenaturales

Dos Ríos (Frauca, 1961)

Se le llama así, ya que la leyenda dice que esta era una mujer que tiró su hijo al mar, y que Dios le dio como castigo que vagara por el mundo llorando.

Capira (Alvarado, 1960)

Entonces fue cuando Dios la castigó diciéndole que siempre andaría llorando y buscando a su hijo quebrada arriba y que no dejaría de hacerlo hasta que encontrara a su verdadero hijo.

2.2.8 Descripciones del Fenómeno en los Poblados

  1. La Llorona de Las Lajas, Chiriquí.

    Ross (1961, p. 109)

    Me contó la señora María Ignacia, que la llorona es una mujer que pasa llorando de vez en cuando y que cuando la han perseguido se pierde y siempre se oye el llanto.

  2. La Llorona de Tolé, Chiriquí.

    Menéndez (1961, p. 51)

    Tiene esta superstición un gran parecido a otras de la provincia de Chiriquí, relacionada con este mismo personaje.

    Es la llorona una mujer delgada, de larga cabellera y toda vestida de blanco, que según me han contado, aparece paseándose de una esquina a otra llorando hasta decir no más; motivo por el cuál es que le han llamado La Llorona.

  3. La Llorona de Dos Ríos, Chiriquí.

    Frauca (1961, pp. 28–29)

    Se le llama así, ya que la leyenda dice que esta era una mujer que tiró su hijo al mar, y que Dios le dio como castigo que vagara por el mundo llorando. Los que la han visto dicen que es una mujer alta, blanca, que tiene el pelo largo y que es muy bonita. Dicen que sale en las noches en que no hay luna, que si no la molestan no hace males a nadie. Debido a su hermosura, muchos hombres la persiguen sin lograr objeto alguno, pues se trata de un espíritu malo. Algunos dicen que la han perseguido y que cuando se aleja del poblado (dicen que ella visita los bailes) y van llegando a un lugar solitario se para y les dice “¡síganme para enseñarles a perseguir mujeres!”. Su rostro es entonces una calavera.

  4. La Llorona de Antón, Coclé.

    Castrellón (1961, p. 171)

    A un señor de Pozo Rico le salió en una noche. A él le parecía que se trataba de una mujer que arrullaba a su hijo… De pronto, escuchó el llanto de un niño. Se acercó para verlo, pero para su asombro la mujer se le vino encima, correteándolo. Fue tal el miedo que le dio la aparición de la extraña mujer que se desmayó en la puerta de su casa.

  5. La Llorona de Río Hato, Coclé.

    Morales (1961, p. 122)

    Nadie me pudo dar información exacta de la procedencia de esta figura. Nos dijeron que tiene una procedencia parecida a la de la Tulivieja. La Llorona es una mujer flaca, de tamaño regular, de pelo muy largo el cual le sirve de vestido, los dientes son un poco grandes pero ella en sí no es muy fea. Se dice que busca un hijo el cual perdió en el río. También se dice que la Llorona es una sola y que va andando. Es por eso que se oye en un lugar por un tiempo y luego no se escucha más. Esta descripción me la hizo un muchacho el cual me dijo que su padre la vio y advirtió estas características en ella. La Llorona se oyó en el poblado de Río Hato un tiempo y luego nadie más la ha vuelto a oír jamás.

  6. La Llorona de San Carlos, Panamá.

    Crompton (1961, Carta personal)

    En el poblado de San Carlos, se cuenta de una aparición a la cual llaman “Las tres Lloronas”. Este nombre se les da porque su manera de perturbar la paz consiste en lamentos y llantos horribles. Las tres lloronas, son tres mujeres altas, cuyo vestido de color blanco les arrastra por el suelo. Es indiscutible que su rostro está cubierto y nadie se ha atrevido a vérselo. Esta aparición sale por las noches, a avanzadas horas de la madrugada; por esta razón los hombres que se encuentran por la calle tratan de llegar lo antes posible a sus casas para evitar oír o ver esta “abusión” o “aparición”.

  7. La Llorona de Capira, Panamá.

    Alvarado (1960, Carta personal)

    Según dicen los pobladores de Capira, la Llorona es una mujer que se llama “María del Rosario”, la cual sale de noche llorando por la orilla de las quebradas buscando un hijo que se le perdió.

    Según dicen, esta era una mujer que quería ir a un baile, pero tenía un hijo y no encontraba quién se lo cuidara. Entonces se fue para el baile y dejó el hijo a la orilla de la quebrada para al regreso cogerlo. Pero cuando regresó el niño había desaparecido. Entonces empezó a buscar a su hijo quebrada arriba y al no encontrarlo se puso a llorar. Entonces fue cuando Dios la castigó diciéndole que siempre andaría llorando y buscando a su hijo quebrada arriba y que no dejaría de hacerlo hasta que encontrara a su verdadero hijo.