1  Períodos del cero al séptimo

1.1 Historia del periodo cero (Circa 9,000 a.c.)

Menard de Saint Maurice - 1889

La Historia del Período, al cual Menard llamaba “La Edad de Piedra” comienza temprano. Por los tiempos del Canal Francés estuvo por el Istmo el médico francés Menard de Saint Maurice.

Menard consiguió datos por lados de la cuenca del Río Obispo, específicamente por la cuenca del Río Mazimbar.

Los datos y sus ideas las publicó en París, en 1889 y la llamó “Contribución al estudio de la Edad de Piedra en el Istmo de Panamá.” Los datos permanecieron olvidados y las conclusiones de Menard, de que se trataba de materiales humanos muy antiguos, relacionables con los períodos prehistóricos europeos, (musterienses) no recibieron mayor consideración.

Encontró instrumentos irregulares comparables, algunas de sus piezas, con los grandes tipos musterienses.

C. Lewis Gazin - 1957

Este señor es un paleontólogo, o sea, una persona entrenada para identificar animales extintos, estando en este caso su interés centrado en Perezozos gigantes. Su trabajo lo llamó “Exploration for the remains of giant ground sloths in Panama” y fue publicado por la Smithsonian Institution de Washington.

Relata Gazin que de las primeras noticias que se tenían en su institución databan de 1915 y que se trataba de hallazgos en El Hatillo, al lado del pueblo de Pesé, pero en el lado opuesto del pueblo, finca del señor Pablo Aued. De esa finca por el año 15 un francés colectó huesos fósiles y se dice que los envió a Francia.

A pesar de que las dos localidades de Pesé fueron conocidas primero los ocueños atrajeron la atención con sus hallazgos de huesos fósiles de animales gigantes en La Coca; a 4 millas de Ocú en Herrera, encontrados por Manuel Valdivieso en 1949.

En el año 50 llegó C. Lewis Gazín y encontró en La Coca restos de Eremotherium y de Toxodon.

Después se concentró en El Hatillo donde encontró más de una docena de Eremotherium (Perezozo), Cuvieronius (Mastodonte), Gliptodón (animal con coraza como armadillo), Pecari (puerco), Equus (caballo), Pseudemis (tortuga), Capibara (poncho), Cairina Moschata (pato real), y Odocoileus Virginianus (venado cola blanca).

Encontró que La Coca era probablemente más antigua que El Hatillo. Estos encuentros fueron hechos por un paleontólogo, quién por consiguiente podría haber identificado huesos humanos si los hubiera encontrado, pero que no estaba preparado para identificar herramientas humanas de haberlas visto.

En la búsqueda de información sobre este oscuro período y a sabiendas de que en otros sitios de América se da la asociación Hombre-Megafauna, una revisión de los sitios de Gazin se imponía. Pero, la información de C. Lewis Gazin fue olvidada.

Dan Sander - 1964

Los próximos datos fueron proporcionados por Dan Sander, un miembro de la Archaeological Society de la Zona del Canal.

Sander publicó en 1964 un estudio cuyo título traducido del inglés era “Material lítico de Panamá: Puntas acanaladas del Lago Madden”. El estudio apareció entre las “Actas y memorias del XXXV Congreso Internacional de Americanistas” de México, realizado en 1962.

Sander actualizó para el Istmo una tendencia de pensamiento que podríamos llamar norteamericana, y que consistía en postular que las huellas que habría que buscar de las primeras ocupaciones humanas sobre el Istmo de Panamá debían ser puntas de proyectil y si se pudiera su asociación con otros datos relevantes.

Esto ha desatado en el Istmo una verdadera cacería de puntas, en claro detrimento de otro tipo de herramientas prehistóricas de indudable relevancia.

Entonces, esta idea que aquí comenzó Sander quedo un poco en oposición con las ideas de Menard mencionadas antes.

Junius Brid y Richard Cooke - 1977

En la línea general de pensamiento de Sander, publicaron Junius Bird y Richard Cooke su estudio llamado “Los artefactos más antiguos de Panamá”. Bird y Cooke intentaron excavaciones programadas en el área del Lago Madden, donde Sander había informado de materiales, pero las correlaciones buscadas no llegaron a materializarse, a pesar de sus esfuerzos.

La línea de pensamiento de estos arqueólogos corre de la manera siguiente: Por los años 20 se hicieron los primeros hallazgos de puntas de proyectil paleoindias asociadas con restos de animales extintos en los Estados Unidos. De ese tiempo para acá se ha recabado información sobre la expansión de los cazadores de la Megafauna del pleistoceno hasta el extremo de Suramérica a donde ya habían llegado para el año 9,000 antes de Cristo.

En América Central, sin embargo, se han encontrado tan pocas veces restos culturales pertenecientes a la época paleoindia que cada hallazgo, cada pedacito de evidencia merece considerarse. En esta línea de pensamiento es que se produce la publicación que se menciona en la Revista Nacional de Cultura, de Panamá, en 1977 (n. 6).

Ahí se discuten dos tipos de puntas de proyectil “paleoindias” que demuestran la presencia en Panamá de cazadores de grandes mamíferos alrededor de 9,000 años antes de Cristo y “abogan por estrechos contactos culturales con grupos contemporáneos de Norte y Sur América”.

José M. Cruxent - 1978

Durante los meses de julio y agosto de 1978, este investigador procedió a revisar las excavaciones de C. Lewis Gazin en El Hatillo, sitio que rebautizó con el nombre de Los Zanjones y encontró herramientas que él piensa son de manufactura humana y que están asociadas con la fauna que pereció en ese pantano.

En resumen, para Cruxent el sitio de Los Zanjones tiene una lista de fauna compleja:

    1. Perezozos - (Eremotherium)
    1. Mastodonte - (Cuvieronius)
    1. – - (Gliptodon)
    1. Puerco - (Pecari)
    1. Caballo - (Equus)
    1. Tortuga - (Pseudemis)
    1. Poncho - (Capibara)
    1. Pato - (Cairina Moschata)
    1. Venado - (Odocoileus Viginianus)

Esa fauna estaría ahí porque fue llevada por los seres humanos que les daban caza y que dejaron los restos de improvisadas herramientas que usaron en la preparación de los festines.

Mono perezoso gigante.

Cuvieronius hyodon. Dibujo del escrito de Michael J. Snarskis, Héctor Gamboa P. y Oscar Fonseca Z. “El Mastodonte De Tibas-Costa Rica”. Revista Vínculos Vol. 3 No. 1-2. 1977:10

Gliptodonte. Field Museum of Natural History Chicago. En “Historia Natural”. Instituto Gallach T.4 P.434

Hydrochaeris hydrochaeris. Nombres comunes panameños: Poncho, Cuini (Cuna), Tocoriba (Chocó), Tocorigua (Choco). Nombres extranjeros: Capibara, Capugua, Carpincho, Chiguire, Lancha, Piroporo, Porco D’ Agua, Porco dos Rios, Ronsoco, Capybara, Water Hog. Cortesia del Dr. Eustorgio Mendez.

Tayassu pecari. Nombres comunes panameños: Puerco de Monte, Bidó (Chocó), Yanu (Cuna). Nombres extranjeros: Báquira Labiada, Báquira Cachete Blanco, Cafuche, Cariblanco, Coche de Monte, Chancho de Monte, Jabali de Labios Blancos, Marina, Pecari Labiado, Queixada, Queixo Branco, Senso, Taitetú, Tanyikati, Tatabra, White-lipped Peccary, Warree. Cortesía del Dr. Eustorgio Mendez.

Odocoileus virginianus. Nombres comunes panameños: Venado Cola Blanca, Beguí Torro (Chocó), Coée Pebenicat (Cuna). Nombres extranjeros: Venado Caramerudo, Venado de Cornamenta, Venado Saltón, White-tailed Deer. Cortesía del Dr. Eustorgio Mendez

Puntas de Madden según Dan Sander 1964: a. Punta acanalada b. Fragmento acanalado c. Fragmento basal d. Punta unifacial.

Según Cooke 1976

Según Cooke 1976

1.2 Historia del período primero (5,000 a.c. al 3,000 a.c.)

Cerro Mangote de McGimsey - 1956

En otras partes de América la idea de la existencia de un Período Pre-cerámico estaba ya hecha cuando llegó a Panamá Robert Charles McGimsey. Aquí McGimsey fue el primero en plantear el problema de la existencia de un período que cubriera el tiempo anterior a la difusión de la cerámica en el Istmo.

Además, cuando la publicación salió a la luz, 1956, sus datos e interpretaciones revelaron la más antigua ocupación humana del Istmo de Panamá que tuviera datos incontrovertibles datos de c-14 -. 4.853 a.c.

La obra de McGimsey se llama “Cerro Mangote: un sitio precerámico en Panamá”. Fue publicada en la revista American Antiquity (Vol-22 N-2 Salt Lake City -1956).

Los datos que aportó McGimsey fueron muchos. Entre otros los siguientes: Se trata de un conchero usado como sitio de habitación y también de enterramiento hace unos 7,000 años, al norte del Río Santa María. Esta localizado en una antigua playa que queda como a 10 kilómetros de la actual.

En el tiempo durante el cual fue ocupado Cerro Mangote el mar estaba un kilómetro del sitio y era una especie de pantano salado donde se cogían conchas, moluscos y peces. En los alrededores, había río y sabana donde podían cazar.

La gente de Cerro Mangote dependía mucho de animales marinos y buena prueba de ello es que el sitio está en un conchero. Además, rallaron y molieron productos vegetales con piedras de río. Al no encontrar puntas de proyectil se supone que su cacería la hacían en otro lugar.

Los esqueletos estaban adornados por pendientes de conchas. Se encontraron 67 entierros. Algunos esqueletos estaban articulados y flexionados, otros desarticulados y apilados; algunos estaban mutilados, otros intactos; algunas tumbas tenían un solo esqueleto, otras varios. Todos los datos señalan hacia que ahí acampaba un único grupo.

Casita de piedra - Anthony James Ranere - 1972.

Ranere hizo una tesis de doctorado en Antropología para la Universidad de California en Davis, en 1972. El título traducido corre más o menos en la forma siguiente: “Tempranas adaptaciones humanas a las florestas tropicales del Nuevo Mundo”.

Max Miranda había señalado la conveniencia de investigar un sitio conocido con el nombre de Casita de Piedra. Y tal fue uno de los sitios que más fruto proporcionaron a Ranere. Este amplió su investigación al cañón del Río Chiriquí en elevaciones entre 645 y 900 metros.

El abrigo de Casita de Piedra tenía depósitos estratificados que contenía artefactos de piedra y carbón hasta profundidades de 130 centímetros bajo la superficie.

Encontró núcleos tallados de lado, instrumentos-hachas bifaciales y raspadores. La fase más antigua es la Talamanca y tuvo fechas de radiocarbono que van del 4,610 \(\pm\) 120 al 3,730 \(\pm\) 105 a.c.

Más cerca de la superficie estaba representada la Fase Boquete con una fecha de radiocarbono de 2,125 \(\pm\) 105 c.c. Las hachas grandes son reemplazadas por hachas pequeñas, aparecen hachas de piedra pulida en el inventario de las herramientas.

Las ideas añadidas por Ranere a lo actuado por McGimsey son las siguientes:

  1. Una temprana adaptación de cazadores recolectores a un ambiente de selva tropical en la fase Talamanca.

  2. El reemplazo de este patrón por otro basado en la agricultura de raíces.

    La agricultura de raíces proveyó de base a la subsistencia en la mayor parte de la floresta tropical por los años 5,000 a 4,000 antes del presente.

Ranere, junto con Richard McCarty publicaron en 1976 el artículo llamado “Informe preliminar sobre la excavación de un sitio precerámico en Coclé - Panamá” que apareció en las Actas del IV Simposio Nacional de Antropología (1976:486). Ahí añadió lo siguiente:

De la fase Talamanca

Obtuvieron cuatro fechas de radiocarbono, de 4,610 \(\pm\) 120 a 3,730 \(\pm\) 105 a.c. de carbón vegetal para la más antigua de las fases precerámica identificadas, la Talamanca.

Los instrumentos de piedra astillada (Chipped stone tools) incluían:

  • Cuñas grandes bifaciales (Bifacial splitting wedges)
  • Planos raspadores (Scrapper planes)
  • Cortadores (Choppers)
  • Raspadores (Scrappers)
  • Cuchillos de lascas (Flakes Knives)
  • Cantos rodados molidos en orilla (Edge ground cobbles)
  • Bases de moler de roca (Boulder grinding bases)
  • Martillos (Hammer stones)
  • Yunques (anvils)
  • Cascanueces (Nutting Stones)

De la fase Boquete

Tiene una sola fecha de radiocarbono de 2,125 \(\pm\) 105.

Aquí Ranere observa que aun cuando se continúan fabricando instrumentos de la Fase Talamanca se introduce una variedad de nuevos tipos de instrumentos como:

  • Pequeñas cuñas tabulares
  • Cristales de cuarzo
  • Piedras de moler con bisel (faceted grinding stones)
  • Manos de mortero (pestles)
  • Hachas de piedra (Ground stone axes)
  • Zuelas de piedra

Los cambios en el instrumental reflejan cambios en las actividades de subsistencia:

  • Fase Talamanca: cacería y recolección
  • Fase Boquete: cultivo de tubérculos y árboles.

El abrigo de Aguadulce - Ranere - 1973

En las Actas del IV Simposium Nacional de Antropología salió publicado el artículo de Antohony James Ranere y Richard McCarty llamado “Informe Preliminar sobre la Excavación de un Sitio Precerámico en Coclé-Panamá” . Los autores excavaron en junio-julio de 1973 ese sitio y lo hicieron siguiendo un programa de investigación sobre la naturaleza de la ocupación precerámica en el Istmo, que habían comenzado en 1971. Excavaron en la propiedad del señor Catalino Sierra un abrigo de 14 metros de ancho y de 3 a 5 de profundidad, cerca del Rio Membrillar y a 18 kilómetros de la Bahía de Parita.

Se piensa que el Abrigo de Aguadulce era probablemente contemporáneo por lo menos parcialmente con Cerro Mangote por la existencia de herramientas idénticas y la presencia de 4 entierros. La subsistencia se basaba en cacería-recolección terrestre con alguna dependencia de recursos fluviales.

La Cueva Bustamante - Cooke - 1973

Richard Cooke, publicó en 1976 un artículo llamado “El Hombre y la Tierra en el Panamá Prehistórico” en la Revista Nacional de Cultura (N. 2 de septiembre de 1976).

La cueva la encontraron cerca de Majé, entre Junius Bird y Richard Cooke. Las ideas que se desprenden del encuentro son: que se trata de una estación ocupada irregularmente por un pequeño grupo familiar. Con respecto a la cronología, Cooke sugiere una ocupación anterior al 3,000 a.c.

La Cueva de los Ladrones - Cooke - 1974

Durante el curso de un programa intensivo de búsqueda en cuevas para obtener información sobre antiguas ocupaciones humanas en el Istmo de Panamá, Junius Bird y Richard Cooke exploraron la Cueva de los Ladrones.

La cueva está en una elevación de entre 400 a 500 metros cerca de una quebrada perenne. Medía 30 por 10 metros en la parte plana del piso. Cooke publicó sus ideas sobre la Cueva de los Ladrones en la Revista Nacional de Cultura, dentro del mismo artículo sobre la Cueva Bustamante. Piensa Cooke que esta Cueva de los Ladrones fue usada como estación por cazadores porque no encontraron huellas de artefactos para trabajar madera, pero si 20 puntas de proyectil, además de restos de animales como el venado coliblanco, pecarí de collar, armadillo.

Los ocupantes se movían de y hacia la costa, lo demuestran conchas de mar y algunos cangrejos, movidos desde más de 20 kilómetros de distancia, desde la costa.

Sobre cronología pensaba en la contemporaneidad con Cerro Mangote y con el Abrigo de Aguadulce.

Sitio Hornito de Cooke - 1978.

En el periódico La República del domingo 22 de octubre de 1978, apareció, sin firma, un artículo de Richard Cooke. Aparentemente fue publicado por Relaciones Públicas del IRHE con el título “Fortuna: algo más que una hidroeléctrica”.

Entre las ilustraciones que aparecen con el artículo esta un mapa de “Sitios arqueológicos panameños que tienen depósitos precerámicos”, Los sitios eran los siguientes: Cueva Bustamante, Cueva de los Ladrones, Abrigo de Aguadulce, Casita de Piedra, El Trapiche, H. González, Zarsiadero y Ho-1 (Hornito n.1).

Idea de Cooke sobre el modo de vivir durante el precerámico panameño

Dos clases de asentamientos humanos se encuentran en el litoral de la Bahía de Parita.

  1. Concheros costeros
  2. Abrigos rocosos.

Aparentemente los primeros eran asentamientos más permanentes que los segundos y estaban habitados por mayor número de personas.

Es posible que la misma gente ocupara las dos clases de sitios, y los concheros serían las bases principales y los abrigos serían estaciones temporales.

En los concheros estarían cerca de recursos acuáticos: pescado, moluscos, crustáceos, aves playeras y ciertos mamíferos.

En los abrigos temporales recogerían frutos silvestres, cazarían aves y mamíferos como aplomas, zahínos y puercos de monte.

Y aquí Cooke se hace eco de una hipótesis de otro autor. En dos de los sitios estudiados se encontraron corozos e instrumentos de piedra para preparar vegetales. Hay buenas razones teóricas para pensar en alguna agricultura de árboles frutales y tubérculos que se practicaría en esa época. Pero Cooke piensa que aún no existen pruebas incontrovertibles. Y señala que la recolección y cacería han debido proporcionar la mayor parte del alimento diario.

El sitio Hornito

Fue excavado por 1977 y 1978 por Cooke. No se trata ni de conchero ni de abrigo rocoso. Es un sitio descubierto, o sea, al aire libre. Uno de los argumentos de Cooke consiste de comparar Hornito con los sitios precerámicos de Chiriquí. Encontró que los objetos de piedra de Hornito 86% estaban hechos de basaltos y andesitas y el 13% de calcedonia (jaspes). Esa división estadística decía que la recordaba la de los dep6sitos de 5,000 a 3,000 a.c. de la cordillera chiricana.

Argumenta además que los tipos de instrumentos conducen a la misma idea: cuñas para madera, raederas, raspadores/ perforadores, cepillos para madera y buriles.

Dedujo del hecho de haber encontrado en Ho-1 muchos instrumentos para trabajar con madera que el ambiente colindante con el campamento era, al menos parcialmente, de floresta.

En cuanto a los restos de plantas, encontró pepitas carbonizadas de nace (Byrsonima Crassifolia).

Según Richard Cooke 1978. Sitios arqueológicos panameños que tienen depósitos precerámicos.

Según Richard Cooke 1978. Gráfica que resume el desarrollo de los patrones de subsistencia en Panamá durante la prehistoria. El periodo “precerámico” abarca entre la llegada del hombre (20,000-10,000 a.C.) hasta la aparición de la cerámica entre 3,000 a.C. y 500 a.C.).

1.3 Historia del período segundo (3,000 a.c, al 1,000 a.c)

Gordon R. Willey y Charles McGimsey - 1954

El descubrimiento de Gordon Willey es de mucha importancia ahora en 1978, pero cuando ocurrió la publicación en 1954 fue más importante. Esto es así porque descubrió las huellas de los primeros ceramistas en el Istmo de Panamá.

Esto empujaba al conocimiento de la prehistoria del Istmo hasta 2,100 a.c. cuando la había encontrado a su llegada por el 500 después de Cristo. La situación en cuanto a antigüedad sabida para los tiempos en que trabajó Willey era la siguiente:

Trabajos fechados comparativamente por S. K. Lothrop en 1957, 1942 y 1950 sobre sitios de Coclé y Veraguas cuya cobertura temporal iba aproximadamente del 500 al 1,600 después de Cristo. Y el trabajo de Willey profundizó 2,500 años para atrás.

Gordon Willey como profesor y Charles McGimsey como asistente publicaron el fruto de su trabajo en un libro brillante llamado (inglés) “La cultura de Monagrillo de Panamá”. La edición corrió a cargo del Museo Peabody de Arqueología y Etnología de la Universidad de Harvard en Cambridge.

El libro es sobre el conchero de Monagrillo, técnico sin pretensiones artísticas. Pero es la base de un período que transcurre como de 13,000 antes de Cristo hasta el primer milenario antes de Cristo.

Willey intuía en su libro la correlación que se había dado en otras partes entre la aparición de la cerámica y la aparición de la agricultura de maíz en su estadio formativo, pero obtuvo sólo datos indirectos como por ejemplo instrumental de piedra adecuado particularmente para menesteres agrícolas.

Habría que esperar el pasar de los años y el arribo de nuevas teorías arqueológicas y nuevas necesidades expresadas por científicos de otras ramas, con las cuales podría colaborar la arqueología para añadir significados al periodo que comenzó Gordon Willey.

Willey y McGimsey (1954) hicieron un sumario de los hallazgos del sitio de Monagrillo que corre como sigue: (1954:86)

  1. El área donde estaba Monagrillo es la región costera de la Bahía de Parita, una depresión entre dos bloques positivos: La cordillera de Los Santos hacia el sur y la cordillera central hacia el norte.

  2. Durante el post-pleistoceno la depresión se combinó con el gradual relleno de la Bahía de Parita, la descarga de los ríos, y las acciones de las mareas y de las corrientes marinas, de manera que se formó una barra como a una milla de la costa, Y en medio una laguna que terminó por rellenarse.

  3. La formación del sitio se puede correlacionar con aquellos eventos porque el sitio estaba localizado en la playa antigua cerca de la boca del Río Parita (He-5). Los residuos humanos se intensifican después de la formación de la laguna. Cuando la laguna terminó por rellenarse terminó la ocupación humana permanente.

  4. El sitio es un montículo conchero. Están correlacionados los hechos de que conforme se intensificaba la ocupación humana hubo un cambio en énfasis desde conchas de Ostrea hacia conchas de Tivela.

    Además, hay indicación de que conforme aumentaba la gente tendió a vivir en un área y depositar su basura en otra.

  5. La cerámica fue el hallazgo más importante de Monagrillo. Cerámica simple, sin engobe, gris. Tinajas sin base, asas y otros apéndices. Una pequeña proporción fue pintada con bandas rojas. Una porción aún menor fue ornada con incisiones y puntuaciones muy profundas.

  6. Las formas más comunes de artefactos de piedra son cortadores y moledores hechos de núcleos del tamaño de un puño, sin elaboración especial. Se encontraron además morteros para moler sin formas definidas y manos de moler.

  7. La evidencia de habitaciones quedó limitada a algunos terrones que mostraban impresiones de varas y bejucos.

  8. Se encontró un único entierro en el sitio He-5, era un esqueleto flexionado de un adulto acostado de un lado, pero no es seguro que corresponda a la Cultura de Monagrillo. Lo que es probable es que los muertos de la Cultura de Monagrillo no eran enterrados en el sitio de vivienda.

Una revisión de Monagrillo ha sido publicada recientemente por Olga Linares en el libro (inglés) “La ecología y las artes en el antiguo Panamá”, y el subtítulo “Acerca del desarrollo de los rangos sociales y el simbolismo en las Provincias Centrales”. (Washington, 1977). En ese libro, Linares añade datos importantes como los que siguen: Una serie de nuevos datos de radiocarbono, incluyendo uno de 2.185 \(\pm\) 8 a.C. (Si-2844) fue obtenida de una pared de una de las trincheras de Willey y McGimsey, de la misma unidad estratigráfica de donde ellos obtuvieron su fecha de 2.131 a.C. Esto confirma el pensamiento de aquellos autores de que la ocupación del montículo de Monagrillo ocurrió entre el 2.500 y el 1.200 antes de Cristo.

Recientes excavaciones de Ranere y Linares mostraron que peces y cangrejos eran la fauna más abundante en Monagrillo a pesar de que había también venados, pequeños mamíferos y tortugas de agua dulce.

Maíz fósil en Panamá: La tesis de Alexandra Sartori Bartlett - 1967

La tesis de Sartori-Bartlett se llamó traducido el título al español, “Estudios palinológicos de la cuenca del Gatún” y fue presentada a la Universidad de Harvard en Cambridge Massachussets en junio de 1967.

Uno de sus puntos era que la cuestión del origen y la naturaleza del maíz ha sido objeto de mucha especulación, controversia e investigación. Desde que la mazorca está completamente envuelta en el capullo, la dispersión de las semillas se imposibilita.

De esto concluía que la forma original silvestre debe haber sido diferente para sobrevivir y propagarse. No se han descubierto formas silvestres de maíz. Además del problema del maíz silvestre, su lugar de origen es también un misterio.

Teocinte es una planta muy relacionada con el maíz. Tripsacum es la otra relación que se discute con respecto al origen del maíz.

El polen como que es la parte más resistente de la mayoría de las plantas permanece con frecuencia en los sedimentos, y así ese polen provee de pistas para demostrar la antigua existencia de plantas.

Un gran avance en el desarrollo de criterios para discriminar entre polen de hierbas domésticas y silvestres fue hecho por Grohne en 1957. Ese sostuvo que los dos podían ser distinguidos en base a las diferencias de las Exinas.

Sartori-Bartlett hizo excavaciones y análisis palinológicos en la cuenca del Lago Gatún y algunos de sus resultados fueron los siguientes:

El polen de maíz del 4.200 antes del presente.

Por el año 4.200 se notó un cambio en los varios pólenes. El porcentaje de polen de maíz y el de las hierbas aumentó. Al mismo tiempo, el porcentaje de polen de árboles y malezas disminuyó. Adicional al incremento de pólenes de maíz y hierbas se notó la aparición de briznas de carbón.

Esto indica claramente hacia el uso del método agrícola de tumba y quema. Las briznas de carbón estaban presentes en cantidad en las muestras #58, #141, #2 y #79.

Yuca (Manihot esculenta) en el sedimento de 1.800 a.p.

Alexandra Satori asociada con Elso S. Barghoorn y Rainer Berger escribieron en la Revista Science de 25 de julio de 1969 el artículo llamado “Fossil maize from Panama” añadiendo algunos datos de interés. Entre ellos que se encontró polen de Manihot esculenta en el sedimento de 1.800 años antes del presente. El polen de la yuca podía distinguirlo de otras especies centroamericanas de Manihot en base a las características de las exinas, que son mayores en las especies cultivadas.

Ipomoea en las muestras 140 y 141 - 1850 antes del presente

Encontró polen de Ipomoea solamente en las muestras 140 y 141. Como éste es un género muy grande en Centroamérica y los plenes de las diferentes especies no son muy distintivitas, no pudo hacer precisiones.

Cerámica de Monagrillo - Según Willey Y McGimsey - 1954.

1.4 Historia del período tercero (1,000 a.C al 300 d.C)

La tradición Concepción, Aguas Buenas de Haberland - 1959

Decía Haberland en su escrito “Cien años de Arqueología en Panamá” (Revista Lotería, No. 49, 1959) que durante su primera expedición a Centro América encontró en Costa Rica, justamente en la frontera de Panamá en los terrenos de la Hacienda Aguas Buenas, situada en las cercanías de Cañas Gordas, un sitio de vivienda que muestra un grupo poco común de material cerámico.

Sólo un de ellos, el llamado “Cerámica escarificada” correspondía a un tipo ya conocido. Todas las otras cerámicas eran desconocidas y lo que más, se salían de la tradición común chiricana.

Añadió que durante su último viaje fueron encontrados seis sitios nuevos, en Chiriquí, en las alturas, entre la frontera y el Volcán Barú y también en las llanuras costeras cerca de Puerto Armuelles.

El creía que Aguas Buenas puede ser ahora considerada como una cultura bien establecida que floreció en un área amplia.

Mencionó que hizo una excavación de prueba en el lugar donde fueron encontradas las estatuas de Barriles. El material cerámico aparecía como un duplicado exacto del material de Aguas Buenas.

En la Revista Vínculos (Vol. 2 No. 1-1976) de San José de Costa Rica, publicó Wolfgang Haberland su escrito llamado “Gran Chiriquí”. Aquí correlacionó la Fase Aguas Buenas con la Fase Concepción, de la manera siguiente:

Area investigada:

Fase Concepción: Cementerio de Solano.

Fase Aguas Buenas: Aguas Buenas, Bambito, Moravia, Cerro Punta, Barriles, Werners Place y Toreto.

Secuencia cultural:

Fase Concepción: Metates comederoformes, sin soportes y manos cortas. Infiere la agricultura de esos datos. Tumbas largas, con paredes. Sin fechas de radiocarbono. Fecha por comparación entre 300 antes de Cristo.

Fase Aguas Buenas: Pueblos, ubicados en valles y colinas. Sitios ceremoniales con estatuas de hombres (estilo Barriles), esferas monolíticas, “barriles” y mesas largas de piedras.

La cerámica de la fase Concepción - De la Guardia - 1967

“La cultura de la Fase de la Concepción” fue un artículo que publicó Roberto De la Guardia en la Revista Lotería (No. 142 1967: 63). En ese artículo se decía lo siguiente:

Que no había relación alguna de la Fase Concepción más que con la Fase Aguas Buenas. Es frecuente que se hallen fragmentos de tipo de la Concepción en colecciones de Aguas Buenas, al menos así lo ha informado Haberland. En entierros de la Fase Aguas Buenas, por ejemplo en Guarico, se encuentran objetos que por su tipo y forma pertenecen al Complejo Concepción. En el sitio antes mencionado E. Friedman y R. de la Guardia encontraron dos trípodes-chimenea que son típicos de Concepción, como el mostrado en la página 1.e. del estudio de Haberland “Cien años de Arqueología en Panamá”.

El barro de Concepción es más sólido, más duro que el de Guárico. El barro de Guárico parece tener mucha arena, lo cual lo hace frágil frente al paso del tiempo. Cada vez que se obtuvieron objetos de Guárico, salieron en malas condiciones; al tacto o al frotarlos los objetos de Guárico sueltan arenilla fina y en general se deshacen con facilidad. El huacal de Solano, las tumbas del Banco de Potrerillos, los sepulcros de Sortová presentan una pasta tan dura que se podría cortar la piel con un fragmento. Las pinturas, que se mantienen muy bien sobre el barro de la Concepción faltan casi siempre en el caso de Aguas Buenas y esto parece debido a la poca consistencia de la pasta de Guárico.

Parece cierto que la gente de Guárico copió forma de la cerámica de La Concepción pero las copiaron en su propio barro y con sus propias mezclas.

Hay pues, relación entre las Fases Concepción y la Aguas Buenas en Guárico y en los sitios que encontró Haberland. Pero hasta el momento no hay evidencia de la relación a la inversa. Es decir, lo poco que se conoce de la Concepción, que es una sola tumba informada en la literatura, nunca han aparecido objetos de Aguas Buenas, de manera que la relación es hasta ahora de una sola vía.

En 1964, apareció un artículo del Dr. Matthew W. Stirling y su señora Marion Stirling llamado “El Limón, an early tomb site in Cocle Province, Panama”. Decían los Stirling que en 1951 el señor Simeón Conte de Penonomé los guio hasta un sitio arqueológico al norte de esa Ciudad cerca de un lugar llamado El Limón. El sitio era un pequeño cementerio con tumbas de forma de bota de unos 10 pies de hondo. Cuando llegaron los Stirling había abiertas unas 9 tumbas, y Miguel Conte había adquirido el contenido de una de ellas compuesto de 4 vasos altos, delgados y dos tazones globulares de decoraciones incisas. Los Stirling mostraron los dos tazones en su figura 17. Se puede dar una idea de ellos indicando que son casi idénticos a nuestra figura No. 6. Los cuatro vasos delgados también tenían decoraciones que recuerdan mucho la Cerámica Concepción Incisa.

En 1959 el Dr. Hans Feriz de Ámsterdam-Holanda, publicó un artículo llamado Die Tabaserakultur. Feriz decía en ese artículo que en otoño de 1955 le llegaron noticias de Panamá diciendo que en el curso de los trabajos de medición para la construcción de la carretera Panamericana en el oeste de Panamá, en las colinas de la Serranía de Tabasará se encontraron algunos pequeños montículos cuya forma regular parecía justificar la idea de que se trataba de tumbas.

Feriz llegó en 1956 y encontró un ejemplar y unos trozos de “floreros” parecidos a los cuatro vasos delgados encontrados por Stirling.

En febrero de 1958 la señora Eva M. Harte, presidente de la Archaeological Society de la Zona del Canal publicó en “The Month in Panama”, los resultados de una expedición a las sierras sureñas del Volcán Guacamayo en la Provincia de Coclé, cerca de la Ciudad de Penonomé. El señor y la señora de Harte encontraron en las alturas rocosas sepulcros de pozo o de bota de 3 a 4 metros de profundidad señalados por círculos de piedra. Los pozos tenían salida para una cámara sepulcral ubicada a un lado, hueca, con pared de piedra.

En las cámaras de los sepulcros se encontraron regularmente al lado de los restos de esqueletos, algunos vasos intactos, que recuerdan “floreros”, de color rojo oscuro. Decía Feriz que la exclusividad de las formas aquí encontradas hace concluir a la señora Harte, que la región de Guacamayo es la región original de la cerámica especial de la cual “nosotros también hemos encontrado unos trozos en los sepulcros de montículo en la región de Tabasará”.

Y Feriz añadió el siguiente comentario: “en mi opinión, estos hallazgos no justifican igualar ambas culturas.”Y sin embargo, hay un evidente parecido entre Tabasará de Feriz, Guacamayo de Harte y El Limón de Stirling. Al menos, en uno de esos puntos, hay parecido en los tipos con los tipos de la Concepción.

No hay cifra válida para esas culturas panameñas. Se ha sugerido que esas culturas ocurrieron a partir de 300 antes de Cristo y llegaron hasta el 300 después de Cristo, pero se trata de conjeturas basadas en parecidos centroamericanos y no en fechas de radiocarbono.

Sitio Pitti - 1971

El sitio fue excavado por Olga Linares en 1971 y publicado en el tercer Simposium de Antropología en Panamá (1973:325).

Linares relataba que en abril de 1971 comenzaron excavaciones que fueron ampliadas en 1972. El sitio más interesante explorado en el Valle de Cerro Punta fue el Sitio Pitti, que consistía de una pequeña aldea al lado de la Quebrada Callejón, riachuelo que desemboca en el Chiriquí Viejo. La ocupación humana estaba compuesta por cerámica, lítica y materiales botánicos de uso ordinario. Los materiales habían sido echados en basurero.

La ocupación humana se encontraba debajo de una capa de piedra pómez volcánica de 5 a 15 centímetros de espesor. A la acción esterilizante de esa clase de material se debe el abandono de la zona hasta tiempos modernos.

Se excavó una vivienda ovalada o circular, de grandes dimensiones, 7 a 8 metros de diámetro por lo menos. Sobre la lítica aclaraba que no se encontraron estatuas. En la categoría de útiles de piedra pulida se encontraron muchos materiales asociados a la preparación del maíz.

Artefactos para trabajar madera fueron hechos con técnica de percusión. Sobre la vegetación informó que se consiguieron muestras, entre ellas de maíz primitivo, del relacionado con razas de maíz del Perú. Además del maíz, frijoles y muchas clases de productos palmíceos.

Sobre cronología, dijo que se obtuvieron tres fechas provenientes de un sólo corte estratigráfico que determinan el comienzo y el final de la ocupación cultural.

  • Isotopos - n. 6536 - 305 d.C.
  • Isotopos - n. 6537 - 305 d.C.
  • Isotopos - n. 6523 - 315 d.C.

En octubre de 1971 en la Revista Archaeology (Vol. 24 No. 4) apareció un artículo de O. Linares y A. Ranere. Ahí añadió que el tamaño del establecimiento de Sitio Pitti, de medio kilómetro de longitud, asociado a su presencia entre decenas de ellos sugieren un considerable desarrollo de la población en los valles al sur de la División Continental por los comienzos de la Era Cristiana.

En la opinión de Linares, tal incremento de la población está relacionado con la eficacia incrementante en la explotación de los ricos suelos volcánicos y quizá también, a renovadas influencias de la periferia sureña de Mesoamérica.

En 1975 Linares publicó en la Revista Panameña de Antropología (No. 1 1975) el artículo llamado “Plantas y animales domesticados en la América Precolombina” con el subtítulo “De la recolección a la agricultura en el Istmo”. En resumidas cuentas, O. Linares pensaba que durante el primer milenario antes de Cristo se practicaba en el Istmo la agricultura de maíz, asociada con el cultivo de otros productos como el frijol común y probablemente el aguacate.

Mencionó como principal argumento la abundancia de metates en los sitios más conocidos de la época: Sitio Solano en Chiriquí, Cerro Punta y Barriles en Chiriquí, Guacamayo, Búcaro y Sarigua en las Provincias centrales. Y señalaba que esta agricultura formó la base del primer cacicazgo ceremonial y de las primeras grandes aldeas como Barriles (300 a.C. al 600 d.C.),

Sitio Sierra - Cooke - 1977

Richard George Cooke publicó en la Revista La Antigua (n. -9, nov. de 1977), el artículo llamado “Coclé y su Arqueología: una breve historia crítica” (1977:115) donde pone datos sustanciosos sobre un sitio del primer milenio. Observaba que está saliendo a la luz que durante el primer milenario antes de Cristo hubo una reorientación de los patrones de asentamiento en el Istmo. De los abrigos de piedra y concheros se pasa a aldeas de agricultores de maíz.

Ese patrón lo notó en los Valles de Cerro Punta y Volcán y en los llanos costeros de Coclé. En Sitio Sierra localizó tres estructuras domésticas. Una de ellas era una casa en forma ovalada de unos 7 metros en el eje largo y 3.50 en el corto. En el interior había fogones en forma de pozos alargados y fogones de tres piedras.

Se cree que las paredes se hacían de empalizadas de caña, sin repello o que no tenían paredes.

Nidos de avispa (Sceliphron) congos tenían impresas huellas de palmas y hierbas, lo cual hace suponer que se usaban tales materiales.

La fecha de ocupación más antigua de Sitio Sierra es de 240 a.C. \(\pm\) 80 (1-9704). Fue obtenida al lado de uno de los esqueletos más antiguos de un cementerio localizado en el estrato inferior del sitio. Otro esqueleto tenía una ofrenda de maíz, mientras que a otro aún lo enterraron con los materiales de su oficio, el de fabricante de hachas pulidas. Cooke describió el ambiente que rodeaba el Sitio Sierra como de extensos campos cultivados, áreas cubiertas de yerbatales y varias etapas de bosques secundarios, entre los años 320 antes de Cristo y 55 después de Cristo.

De animales, el 90% de los elementos óseos recobrados en Sitio Sierra son de tortugas de río y peces. Los mamíferos fueron venados de cola blanca, armadillos de nueve bandas, el conejo muleto y la zarigüeya común. (Cooke, 1977:145).

En el artículo llamado “El Hombre y la Tierra en el Panamá Prehistórico” publicado en la Revista Nacional de Cultura (n. 2 - 1976) Cooke añadía datos así: El Sitio Sierra era una pequeña aldea agrícola situada en la orilla norte del Río Santa María, en Coclé, cerca de Cerro Mangote. El pueblo medía 900 \(\times\) 500 metros en su máxima extensión, estaba localizado en una loma y por consiguiente estaba libre de inundaciones. Se ocupó por primera vez alrededor del 100 d.C., entonces construyeron casas ovaladas de 18 \(\times\) 11 pies, con fogones centrales.

De los fogones se recobraron restos carbonizados de maíz, identificados por el Dr. Hugh Cutler como probablemente de la raza primitiva sureña: Pollo de 10 a 12 hileras. En los mismos pisos de las casas se encontraron grandes pedazos de piedra de moler maíz.

Entierros de carpinteros y hacheros en sitio Sierra - Cooke - 1977

Un nuevo aporte de Richard Cooke a la problemática del primer milenario antes de Cristo fue presentado en la Revista Panameña de Antropología (n. 2, 1977:49) con el título “El carpintero y el Hachero: Dos Artesanías del Panamá Prehispánico”.

Sitio Sierra fue datado por Cooke entre 300 antes de Cristo y 500 después de Cristo. La aldea en Sitio Sierra significa el establecimiento de una población agrícola supuestamente permanente en el sitio. Unos entierros fueron desplazados por otros lo cual indica que un área restringida se usaba continuamente para enterrar.

La fecha para estos enterramientos es de 240 \(\pm\) 80 antes de Cristo. Dos de los esqueletos son muestra que para comienzos de la ocupación existían artesanos especializados en el asentamiento, puesto que fueron inhumados con instrumentos para confeccionar artefactos de madera y hachas pulidas.

El esqueleto no. 3: el carpintero

Era un hombre robusto, de entre 30 a 40 años de edad acompañada por dos cinceles de basalto colocados cerca del codo derecho; un cristal de cuarzo con huellas de uso y dos piedras afiladoras de dacita. Cerca del omoplato izquierdo un cuchillo de lasca triangular de jaspe rojo, debajo del pie izquierdo un raspador lateral de jaspe amarillento. Al noroeste del cráneo una zuela de basalto. Al este de los cinceles, semillas carbonizadas procedentes de varias mazorcas, ofrendas del momento del entierro.

Cooke piensa que el conjunto de los instrumentos del esqueleto no. 3 pertenecía a un carpintero dado que los patrones del desgaste sugieren su empleo sobre madera dura. Especula que preparaban receptáculos de chonta o quizá un cayuco. La zuela serviría para ahuecar la madera, los cinceles para tallarla y los cuchillos y el cristal de cuarzo para hendir, taladrar y pulir.

El entierro no. 7: el hachero

Era hombre de más de 50 años, estaba de espaldas, brazo derecho doblado, el izquierdo flexionado con la mano encima del hombro derecho. Acompañado con pulidores de guijarros, martillos y piedras afiladores. Cree Cooke que se trata de un especialista en la fabricación de hachas de piedra. Ciertos hechos lo llevan a pensar que el hachero está desempeñando un trabajo de reafiladura y hechura en el momento de su muerte. Había reunido una gran cantidad de pulidores de guijarros, la mayoría de los cuales ya había utilizado. Las 8 hachas parecían haber sufrido daños ya sea en la parte cortante o en otras partes. Se señala que el hachero estaba ocupado principalmente en restauración.

La fase Búcaro del sur de la península de Azuero - Alain Ichon - 1974, 20 d. C.

La tesis de Ichon fue presentada en la Universidad de Paris el 24 de noviembre de 1973, e impresa en 1974 con el título (traducción) “Arqueología del Sur de la Península de Azuero: Panamá”.

Decía Ichon (1974:73) que la primera ocupación del Rio Tonosí no parece ser anterior al comienzo de nuestra era. El análisis por carbón 14 de carbones recogidos en La India I han dado una fecha de 20 d. C. (GIF-1643). Los niveles inferiores son un poco más antiguos.

Supone que la ocupación de la región fue de poca intensidad y limitada a una zona cerca del mar, de 7 a 15 kilómetros.

Los niveles de hábitat de La India revelan que la subsistencia de estos pequeños grupos humanos estaba basada esencialmente sobre la cacería, la pesca y la colección de moluscos, pero la existencia de un material lítico especial prueba que la agricultura ya se practicaba.

El material cerámico de esta fase parece rudimentario si se le compara con fases posteriores.

La mayor cercanía estilística de la fase Búcaro la hallaba Ichon con la Fase Concepción Aguas Buenas de Chiriquí. Añadió que pensaba que la cultura de Búcaro reinó solo durante tres siglos en la cuenca del Río Tonosí.

Complejo Concepción. Preciosa pieza pintada romboidalmente con marcos escarificados.

Complejo Concepción. Pieza decorada verticalmente con franjas pintadas y escarificadas divididas por un cinturón de iguales caracteristicas.

Complejo Concepción-Solano. Tazón cuyo adorno alterna acanaladuras con zonas escarificadas.

Complejo Concepción-Solano. Olla cuyo adorno consiste en bandas verticales en relieve que corren desde el cuello, pintado de rojo, hasta el fondo de la vasija.

Concepción. Cerámica incisa. Incisiones verticales cubren el total del cuerpo.

Concepción. Cerámica Incisa. Incisiones verticales forma espina de pescado. Labio en rojo.

1.5 Historia del período cuarto (300 d.C. al 500 d.C.)

Los descubrimientos de Elicia Lezcano en Barriles - 1946.

Peggy Janson suministró numerosos datos sobre la descubridora de las estatuas de Barriles. Elicia Lezcano, la descubridora, nació en 1914 en Cuchilla, vive en el pueblo de Volcán.

En 1946, Vivía Elicia Lezcano, con su esposo Pedro Corella y sus 11 hijos en Barriles. Escarbaba en secreto cuando Pedro se iba trabajar al monte. Como encontró tiestos y piedras pensó que podía haber huacas.

Como un año anduvo cavando antes de encontrar una mano (de gente, de piedra). Se concentró en ese punto trabajando sola y a ratos y logró desenterrar 8 “muñecos”. Mencionó que estaban parados como en fila, encima de pilares. Avisó a Pedro y a los hijos y entre todos comenzaron a cavar. Sacaron la mesa grande de piedra (metate). Las excavaciones eran muy hondas y una vez Pedro le salvó la vida cuando la tierra suelta le cayó encima. A Peggy Janson le dijo que rogaba que le permitieran volver a excavar en el mismo sitio porque quedaron los “niños” de los “muñecos” grandes. Añadió que ella sacó manos chicas, de niños, todas rotas, así como bolas redondas.

El Dr. Alejandro Méndez, Director del Museo Nacional de Panamá, escribió en la Revista Épocas de 25 de junio de 1947 uno de los primeros informes del sitio, informe llamado “El Hallazgo de Barriles”.

Decía que el cementerio indígena que llamaba la atención en esos días estaba situado a ambos lados de la Quebrada Barriles y que lo atravesaba un camino en construcción que se quería llevar hasta Alto Caizán.

En su opinión las estatuas revelan alto grado de cultura, aventajan de modo notable a los motivos en lítica que hasta la fecha (1947) se habían descubierto en el territorio del Istmo, y significan otro sobresaliente rasgo de la celebrada civilización de Chiriquí.

Anotó en su artículo que llamaban la atención en las estatuas collares y colgantes esculpidos con finura, pero ellas llaman la atención particularmente, por su cónico sombrero. Esto nos hacía recordar las figuritas de barro de algunas ollitas del Museo, que también fueron encontradas en Chiriquí y las que nuestro inolvidable historiador Samuel Lewis consideraba, al elogiarlas, como “puntos de contacto entre nuestras culturas de América y las Civilizaciones de Oriente”.

El inventario que tomó el Dr. Méndez fue el siguiente: unos diez cuerpos incompletos, doce pedestales, algunas cabecitas humanas y las estatuas: una doble, dos con pedestal y sin cabezas, una con sombrero cónico. En materia de cerámica encontró cuatro grandes tinajas que no le parecieron del tipo chiricano porque tenían dibujos monocromados y les encontró parecido con los decorados de Coclé.

En 1960 Wolfgang Haberland publicó su escrito en alemán llamado “Las figuras líticas de Barriles en Panamá” siendo el artículo traducido y publicado en español en el Boletín del Museo Chiricano (n. 6 de mayo de 1968).

Al hablar de las estatuas diferenció dos formas: hombres de pie y figuras dobles. De las figuras dobles pensaban que son extraordinarias. Descubrió una relación de ambas figuras porque el cargador se presenta a lo sumo con un delgado cordón lumbar mientras que la figura superior lleva un sombrero cónico de punta aguda y en algunos casos un collar con figuritas pendientes. Señaló que ambas cosas denuncian rango social superior de la figura de arriba.

En el año 60 Haberland pensaba que en Chiriquí existía por la primera mitad del primer siglo después de Cristo una cultura ampliamente difundida (Aguas Buenas) cuya base localizó en América Central y que mantenía estrechos lazos con territorios adyacentes al oeste y al norte en territorio de Costa Rica. El centro ceremonial de esta cultura era Barriles porque “sólo aquí han sido encontradas hasta ahora estas figuras, las cuales representan dioses, o lo que es más probable, caciques endiosados” (1968:11).

Sobre el desarticulamiento de Barriles, pensaba que se debía a migraciones de pueblos de Suramérica que conquistaron el sitio. Las estatuas existentes que antes fueron veneradas fueron destruidas y enterradas.

Olga Linares participó en 1972 en el tercer Simposium de Antropología, Arqueología y Etnohistoria de Panamá con un estudio llamado: “Excavaciones en Barriles y Cerro Punta: nuevos datos sobre la época formativo-tardía (0 a 500 d.C.) en el Oeste panameño”. Uno de los nuevos datos se refirió al Volcán. Mucho antes de la entrada de seres humanos al Istmo ya existía en el área del Volcán Barú, un volcán mucho más grande. Lo que es actualmente el Valle de Cerro Punta era un gran lago, cerrado por un dique natural en Bambito, que se vació por la erosión del dique. El nuevo cráter del Barú se formó por ese tiempo y se activó varias veces. Una última erupción sobre el año 300 después de Cristo echó a la gente de los alrededores.

Otro dato nuevo fue la gran dimensión y densidad del material arqueológico de El Hato. El sitio de Barriles lo calculó en más de 3 kilómetros cuadrados. Además, la posible prioridad temporal de la Zona del Hato, inclusive Barriles sobre Cerro Punta. Observó que Barriles fue poblado por grupos humanos procedentes con toda seguridad de las zonas altas de Costa Rica. En el momento de la última erupción del Barú, el centro ceremonial de Barriles parece que dominaba sobre las aldeas de los alrededores, entre ellas Sitio Pitti. El paradero final de los pueblos víctimas del Volcán parece haber sido las tierras bajas del litoral pacífico chiricano. Señaló que las ocupaciones costeras de la Fase Burica fechadas alrededor de 500 d.C. representan migración de las tierras altas. (Linares, 1973:328).

Rio Negro - Fritz Kuart y Dan Sander - 1961

Fritz Kuart, de Bambito, Chiriquí, en compañía de varios huaqueros descubrió un sitio en la frontera de Panamá con Costa Rica. Entre material lítico similar al que se encuentra en Barriles, encontró dos “Barriles” enteros. El sitio cubría una pequeña mesa de unos 4,000 pies de altura. El área explorada estaba cubierta con fragmentos de columnas de piedra, piedras de moler rotas, fragmentos de cerámica y los dos barriles de piedra. Los barriles fueron fotografiados. Otro viaje de Fritz Kuart al sitio de Río Negro mostró que los barriles habían sido destruidos por huaqueros en busca de oro. Durante el verano de 1960 Fritz Kuart se perdió por la vertiente del Atlántico y posiblemente pereció.

El informe y las fotos se deben a Dan Sander quién escribió un artículo en inglés llamado “Un descubrimiento arqueológico: Río Negro” y lo publicó en la Revista Panamá Archaeologist de 1961.

Decía Sander que los barriles de Río Negro difieren de los de Barriles en que las figuras están modeladas en bajo relieve en la punta de los barriles, mientras que los del sitio primero tienen figurinas grabadas en los lados redondos. Las figuras son humanoides, la mano derecha parece sostener un estandarte de plumas parecido a la decoración que la contrapartida está usando en la cabeza. La mano izquierda maneja una maza con rejos.

Santa Marta - De la Guardia - 1965

El primer informe que apareció sobre Santa Marta fue de Roberto De la Guardia, llamado “Informe preliminar sobre sitio Santa Marta: Chiriquí” y fue publicado en el Boletín del Museo Chiricano, en 1965.

Santa Marta es un pueblo alargado sobre la Carretera Interamericana. Una calle larga atraviesa el poblado y corta la línea del ferrocarril en su ruta de David a Puerto Armuelles. En el área general donde termina el pueblo y comienzan las fincas, donde la calle se transforma en camino hay un riachuelo que se llama “Quebrada El Cholo”. Ese riachuelo atraviesa varias fincas puestas sucesivamente y corre paralelo al camino. En agosto de 1965 se recobró una columna tallada en la finca Comparaz. Se trata de un barril con una talla en uno de sus extremos planos. Posteriormente se obtuvo en la finca de Micaela Samudio un fragmento de una estatua, la llamada “Hombre sobre Esclavo”. El fragmento de estatua muestra la parte inferior de un cuerpo humano sentado sobre los hombros de otra persona. A la persona que va debajo se le ve la cara, el pecho y el nacimiento de los brazos hasta más allá de los codos. El hombre que va sobre el esclavo muestra la línea de las nalgas, la raíz de los muslos, parte del pecho y la espalda. La posición relativa de ambas partes de la estatua de piedra parece indicar que se trata de una composición que representaba, cuando estaba entera, un esclavo cuyos brazos sostenían los tobillos del hombre que estaba sobre sus hombros. La cabeza del esclavo parece estar inclinada porque los muslos del amo aparecen muy altos sobre su cabeza.

En 1966 se encontró “El Portador”. Esta nueva estatua de Santa Marta fue publicada en el Boletín del Museo Chiricano No. 2 de 1966. La figura de la estatua aparece en la portada de lado y muestra la cabeza y los brazos del portador y los cuartos traseros del portado. La doble estatua tiene una altura de 64 cm. Se recobró en la finca de Micaela Samudio.

Elicia Lezcano y Pedro Corella junto a Alejandro Méndez en Barriles.

Descubrimiento de Elicia Lezcano. Estatua doble de Barriles. Estatua del sombrero cónico.

Elicia Lezcano. Barriles. Busto de sombrero у pectoral.

Elicia Lezcano. Barriles. Fragmento.

Elicia Lezcano. Barriles. Estatua de hombre con taza.

Elicia Lezcano. Barriles. Estatua de hombre con cabeza en la mano.

Mapa de Rio Negro publicado por Dan Sander.

Barril de piedra 1. Rio Negro. Encontrados y fotografiados por Fritz Kuart. Publicados por Dan Sander.

Barril de piedra 2. Rio Negro. Encontrados y fotografiados por Fritz Kuart. Publicados por Dan Sander.

Santa Marta - 1965. Estatua “Hombre Sobre Esclavo”.

Santa Marta - 1965. “Barril”.

Santa Marta - 1965. Estatua “El Portador”.

1.6 Historia del periodo quinto (500 d.C. al 800 d.C.)

La construcción del Período quinto está bastante documentada, pero su significación cabal está siendo discutida. Para la parte occidental del Istmo hay un desarrollo que construye una imagen básicamente cerámica. Para la parte central del Istmo hay una sólida imagen, mejorada radicalmente en tiempos recientes.

El sitio Conte - Héctor Conte - 1915

Lothrop (1937:30) decía que para 1915 se inauguró el Canal de Panamá y para celebrar el evento se hizo una exposición de productos locales por parte del Gobierno panameño. Entre los productos estaba una pequeña colección de cerámica de Coclé recobrada por Héctor Conte. Más adelante Lothrop añade que en el año de 1928 se hizo la primera excavación registrada en Sitio Conte bajo la dirección de Héctor Conte, hermano del dueño de la tierra, en cuyo honor se nombró el sitio. La excavación consistió en hacer un pozo de 5 \(\times\) 4 metros.

Los Conte estaban, desde luego, buscando tumbas que tuvieran oro, pero se desilusionaron porque no encontraron tumbas sino una línea de columnas de piedra.

El sitio Conte de Lothrop - 1937

Aquí se van a incluir los puntos de vista de Lothrop que han sido discutidos por Linares en 1977.

Excavaciones

Se abrieron casi sesenta tumbas y numerosos escondites con valiosos objetos dentro. Un par de pisos de tierra endurecida por el fuego, dos filas de piedras talladas que Lothrop llamó Columnas o altares. Tumbas viejas que habían sido abiertas y saqueadas para poner los objetos valiosos en otras tumbas. Muchos objetos estaban rotos y otros desplazados.

Tumbas

Lothrop las clasificó en tres tipos: Las grandes: Tenían de 3 a 22 esqueletos. 10 pies de hondo. Lajas de piedra en el piso, después el piso era cubierto con cerámica rota. El principal ocupante era puesto en el centro sentado. Era rodeado por filas de cadáveres que apuntaban hacia el este. Hasta 100 cacharros de cerámica eran apilados dentro de las tumbas. Había también objetos de oro como cascos, pecheras, textiles, calabazas, trabajos en pluma y objetos de madera. En depósitos aparte había hachas y cuchillos de piedra así como puntas de flecha. Entierros para jefes (Quevis).

Tumbas intermedias

Las tumbas intermedias eran modestas. Tenían 7 pies de hondo, con uno o dos esqueletos, extendidos, uno era siempre varón. Las ofrendas eran las mismas que en las tumbas grandes, pero no tenían animales moldeados, corazas ni cascos o manillas. Supuso que eran para enterrar Cabras (guerreros).

Tumbas pequeñas

Tenían un esqueleto en posición flexionada, un piso pequeño preparado con arena. Las ofrendas eran unas seis y ningún objeto era de oro. Se supone que eran para los comunes.

Cronología

Cuando Lothrop publicó sus libros no existía la datación por radiocarbono. El dató sus entierros entre 1300 a 1500 después de Cristo. Su razonamiento fue sus encuentros se correspondían tan exactamente con lo que vieron los españoles en el siglo XVI que una separación temporal marcada era imposible.

Herramientas

Había hachas, cinceles, perforadores, leznas, hechos de hueso, piedra, y aún metal. La mayoría de las herramientas e implementos fueron encontrados en manojos puestos en cualquier lado dentro de las tumbas. Algunas herramientas parecen haber sido hechas sin cuidado, decía Linares (1977:38) que probablemente en conexión con alguna actividad periódica que tenía lugar en el sitio. Los metates también fueron hechos sin pretensiones, eran escasos sin relación con el número que se podría esperar de actividades aldeanas.

Armas

Las miles de armas que se encontraron eran o para cacería o para la guerra: puntas de proyectil, puntas de flecha, puntas de lanza, muchos bultos de espinas de pez raya. Dientes de tiburón y puntas de pez sierra fueron otros materiales usados. Los enderezadores de astiles de armas eran objetos en forma de “Y” y con un agujero en el centro. La mayoría de las armas fueron puestas en pilas, dentro de las tumbas. En un caso, un bulto de más de cien puntas de flecha se encontraron dentro del hueco del estómago de un esqueleto.

Textiles

Se recobraron impresiones en ‘negativo’ de textiles en el suelo y en la superficie de las placas de cobre. Había telas de corteza, mantos de algodón o sábanas, bolsas tejidas, canastas, así como plumas.

Ornamentos

Había binchas para la frente, cascos, crestas, sombreros de plumas, cilindros y carretes para las orejas y anillos de formas variadas para la nariz.

Se recobraron collares de metal, piedra; patenas de oro, pendientes planos, espejos hechos de trocitos de piritas, todo para colgar del cuello. Brazaletes arreglados con hueso y piedras preciosas; muñequeras y tobilleras de oro, sortijas para los dedos.

El Sitio Conte

Lothrop pensaba que Sitio Conte era una pequeña aldea perteneciente a una línea de jefes que vivían ahí con sus mujeres, ayudantes y esclavos. Sugirió que era una especie de residencia de verano para unas 200 personas. El libro de Lothrop se llamó (en dos tomos, en inglés) “Coclé, un estudio arqueológico del Panamá Central”. El primero apareció en 1937, el segundo en 1942.

El sitio Conte - Olga Linares - 1977

En 1977, la Universidad de Harvard publicó el libro de O. Linares llamado en inglés: “La ecología y las artes en el antiguo Panamá: sobre el desarrollo del rango social y el simbolismo en las Provincias Centrales”.

Ahí Linares discutía las nociones de Lothrop casi punto por punto.

Herramientas

Decía Linares que Lothrop no había llegado a explicar realmente el enorme número de herramientas encontradas en Sitio Conte. Y ella pensaba que representaban los implementos para procesar la comida que usaban las masas durante los ritos funerarios.

Armas

Las armas, especialmente las que se encontraban dentro de los esqueletos o al lado, pueden explicarse, según Linares (1977:43) si se suscribe la teoría de Mason que las tumbas lo eran de soldados y no tumbas de altos jefes.

Ornamentos

Los ornamentos deben haber sido también propiedad de los guerreros y no de altos jefes. Menciona que los relatos históricos dicen que ningún guerrero que se respetaba iba al combate sin todos sus ornamentos.

Cronología

Lothrop dividió su cerámica de Sitio Conte en temprana y tardía. Linares, asociada con Cooke cambió la terminología de “temprana” a “Conte” y de “Tardía” a “Macaracas” y arregló el fechamiento así:

Período Fechas Fase Grupo cerámico
VII B 1,300 - 1,500 d.C: El Hatillo Policromo El Hatillo
VII A 1,100 - 1,300 d.C. Parita Policromo tardío
VI 700 - 1,100 d.C. Macaracas
(Coclé Tardío)
Policromo Macaracas
V 500 - 1,100 d.C. Conte
(Coclé Temprano) La Cañaza
Policromo Conte y Montevideo

El principal uso funerario ceremonial del sitio estuvo aparentemente restringido al Período V y primera parte del Período VI, según los contenidos de las tumbas de Lothrop.

Discusión sobre Sitio Conte

Linares (1977:76) dice que antes que asiento permanente de una familia gobernante, el sitio puede haber servido por varias centurias como cementerio de alto status, un lugar donde las aldeas – a veces aliadas, a veces en guerra - enterraban muertos con pompa y ceremonia.

Identidad de los enterrados

Los enterrados eran gente de status, individuos que tenían prestigio ganado en la guerra (cabras). Eran más altos que lo corriente porque algunos de los esqueletos de Sitio Conte eran de casi seis pies, y eran enterrados juntos en tumbas compuestas.

La mayoría de las tumbas contenían los cuerpos de varios adultos varones, enterrados a la vez. Mason sugirió que eran jefes y guerreros muertos en una sola batalla.

Sobre la desecación por fuego

Decía Linares que el sitio parece haber sido usado en ciertas estaciones del año solamente. También lo había notado Lothrop. Durante la estación lluviosa el sitio se empantana. Esta es la razón, según Linares por la cual se practicaba la inhumación y porqué los cuerpos muertos eran disecados por medio del fuego, para que pudieran durar hasta la estación seca. Esto puede explicar también porque fueron informados dos patrones de enterramiento en las crónicas: desecación y enterramiento eran etapas del mismo proceso.

La fase Burica - Linares - 1961

La doctora Olga Linares fue el arqueólogo que descubrió la existencia de la Fase Burica ya en 1961. Su descubrimiento ocurrió al estudiar estaciones prehistóricas en las islas del Golfo de Chiriquí. El análisis estratigráfico reveló una secuencia cultural de tres etapas en el Golfo.

  1. La Fase Burica
  2. La Fase San Lorenzo
  3. La Fase Chiriquí Clásico

La única fase de Linares que estaba profusamente documentada era la Fase Chiriquí Clásico, gracias a multitud de trabajos acumulados, entre los que destacan Holmes (1888), MacCurdy (1911). Esta es la última de las fases chiricanas. La Fase San Lorenzo parece prácticamente ausente de la literatura, a pesar de que algunos artefactos típicos han sido publicados.

La fase Burica fue encontrada en el fondo de los pozos estratigráficos lo cual la hace la más antigua de las fases del Golfo de Chiriquí.

En 1963, Luis Máximo Miranda y Juan B. Pérez excavaron, en la terraza norte de Dolega, un sitio de enterramiento. Los entierros ocurrían ahí en grandes y macizas urnas y los esqueletos mostraban poca resistencia al paso del tiempo. La cerámica mostraba varias modas: Urnas grandes, de cuello largo con agarraderas en forma de pezón, custodiado éste por dos botones a los lados. Urnas con animales aplicados a los costados, tulas efigies, numerosos metates de piedra, trípodes y de patas puestas oblicuamente. Pero los autores no pudieron localizar su descubrimiento cronológicamente hasta que compararon en 1964 con la tesis doctoral de O. Linares, que acababa de salir. Linares ilustraba grandes tinajas del Golfo con figuras comparables de piezas que había en los Estados Unidos. Una de esas piezas resultó clave: era una especie de platón hondo, pero que no era tal platón, sino una tapadera de tipo Dolega que había sido analizada fuera de contexto. Así se relacionó el Complejo de Dolega con la Fase Burica de Linares. En la navidad de 1966 Olga Linares identificó sin lugar a dudas los hallazgos de Dolega con los suyos del Golfo.

En 1966 se publicó un artículo sobre esta fase en el Boletín del Museo Chiricano (1966:3) llamado “El Sitio Tinajas” de R. de la Guardia. Ese sitio está en las cercanías de la población de Divalá. Una urna de Tinajas tenía dentro huesos de cráneo, dos maxilares inferiores en razonable estado de conservación y numerosos otros huesos. Sobre los maxilares se hicieron interpretaciones. Un juego de dientes estaban muy desgastado. Sobre el juego de dientes muy desgastado se ha sugerido que se trata de un masticador de coca con cal. Entre el material de relleno en los lados de la urna se encontraron tres fragmentos de patas de olla. Todos representaban figuras de mujeres. Gordas, anchas de caderas, parecen figurar una especie de ideal estético de ese pueblo.

Chiriquí: Sitios de enterramiento Fase Burica.

Dolega: Urna funeraria con Pezón central y botones laterales. Diagnóstico de Fase Burica.

1.7 Historia del periodo sexto (800 d.C. al 1,200 d.C.)

Es fama que Verrill escribió sobre muchas cosas dispares y con frecuencia escandalizando. Entre sus escritos se destaca aquel que hizo sobre Río Caño. En ese sitio describió lo que llamó un templo. De la manera que sea, las ideas de Verrill parecen llenar este período. Puede que haya estado equivocado en muchas de sus apreciaciones, pero queda el hecho de que recientes investigaciones realizadas por el Patrimonio histórico en Museos de los Estados Unidos, revelan que allá dejó más de 150 esculturas de piedra del Río Caño. Ese número de esculturas de piedra es un indicador serio de la importancia del sitio, así como del hecho que probablemente Verrill tenía razón y que el área sirvió efectivamente como sitio de concentración de gente para festividades religiosas.

De Hyatt Verrill habló Héctor Conte por medio del libro de Narciso Garay llamado “Tradiciones y cantares de Panamá” (L’Expansion Belge-Bruselas 1930). Garay, (1930:87) mencionaba lo siguiente: Que había leído los trabajos de Hyatt Verrill sobre una cultura antigua cuya sede localiza en Coclé, así como “las teorías extrañas que con tal motivo sustenta este autor, contrariando todas las ideas consagradas en la materia”. Garay pensó en trasladar a Penonomé su cuartel general, pero Héctor Conte lo disuadió calificando de visiones los hallazgos arqueológicos de Verrill, y de hiperbólicas “sus teorías sobre la erradicación de una cultura prehistórica coclesana de la cual pasaban a ser simples tributarias las civilizaciones tolteca, maya, chibcha y preincaica que le sucedieron”.

Y continuaba Garay:

Ya un ilustre visitante de Panamá, el General Dawes, embajador de los Estados Unidos en Inglaterra, contaminado por la fantasía optimista del escritor norteamericano y creyendo encontrar en el potrero de Doña Hortensia Grimaldo, cuyo subsuelo trajinó Hyatt en todo sentido, la sede de la moderna Pompeya, estuvo a punto de realizar esa misma excursión de la cual pudo disuadírselo a tiempo. A Héctor Conte B. se le debe ese cambio de frente en los proyectos del General y yo no se si fui el segundo beneficiario.

El templo de Río Caño - Verril - 1925

La teoría de Verrill sobre la destrucción del Templo es una de las “teorías extrañas” de que se quejaba Narciso Garay. Consistía de pensar que el Volcán Guacamayo había acabado con el Templo al estilo de lo ocurrió en Pompeya. Pero Guacamayo se desactivó hace mucho tiempo, en el plioceno, según Cooke.

La teoría de Verril sobre la irradiación de la Cultura del Caño, que habría controlado una ancha zona americana desde el altiplano mexicano hasta el peruano, recuerda un poco la teoría monogenética de Uhle (1925) relativa a que los Mayas eran el centro cultural de América. En el caso de Verril lo sería Río Caño.

El artículo comentado se llama en inglés: “Excavaciones en la Provincia de Coclé: Panamá” (Museum of the American Indian - Heye Foundation - Indian notes - Vo1:r n. 1 1927). En ese artículo está el plano del Templo. Es interesante anotar el número de ídolos animales o humanos informados por Verrill:

  • Grupo 1 columnas lisas;
  • Grupo 2 columnas lisas;
  • Grupo 3 columnas lisas;
  • Grupo 4 columnas lisas;
  • Grupo 5 columnas lisas;
  • Grupo 6-2 ídolos o más;
  • Grupo 7-10 ídolos arcaicos;
  • Grupo 8-13 ídolos arcaicos;
  • Grupo 9-12 ídolos animales;
  • Grupo 10-16 ídolos humanos, un altar tallado en forma de lagartija;
  • Grupo 11-16 ídolos humanos, 1 altar tallado en figura humana;
  • Grupo 12-11 ídolos animales;
  • Grupo 13-4 ídolos alrededor de columnas central.

Lo cual haría aproximadamente unos 86 ídolos, lo que suena muy impresionante en términos de religiosidad prehistórica.

El templo consistía, según Verril, de cierto número de grandes columnas fálicas de piedra arregladas en cuadro alrededor de una columna central.

“En cada lado de las filas de columnas, extendiéndose de norte a sur hay columnas paralelas de figuras de piedra esculpidas, filas de formas animales alternando con filas de formas humanas, todas ellas dando cara al oeste” (1927:51)

Ese Templo de Verrill, con 86 ídolos puestos en su plano y una declaración del Patrimonio Histórico de Panamá de que hay en los Estados Unidos como 150 estructuras, es muy creible. Sin un acopio formal de más datos es imposible hacer otra cosa que especular, pero suena también improbable que en el largo desarrollo en el Istmo no se encuentren huellas de religiosidad.

La opinión de Lothrop - 1937

De los resultados e ideas que sustentaba Verril, Lothrop (1937:31) opinaba lo siguiente: Decía que en 1925 Verril visitó Panamá donde se enteró de los hallazgos de Coclé. Como resultado comenzó a excavar. Pero no escogió Sitio Conte sino un punto cubierto de basura prehistórica cerca de la confluencia de los Ríos Caño y Grande. La más notable característica fue un cerco formado por filas de columnas de piedra, algunas de las cuales eran de 6 metros de largo y 61 cm. de diámetro, estando algunas de ellas talladas crudamente. Verrill también excavó cerámica y lítica que vendió al museo del Indio Americano, Heye Foundation y al American Museum of Natural History. Añadió Lothrop que Verrill llegó a conclusiones muy diferentes de las de él en lo que se refiere al status de la cultura de Coclé y el período de su florecimiento.

Las investigaciones - Cooke - 1973

En las Actas del IV Simposium Nacional de Antropología, publicadas en 1976 (págs. 447 y ss.) R. Cooke publicó el artículo llamado “Rescate arqueológico en el Caño (Na-20), Coclé-Panamá”.

Cooke creía que el Templo existió, aunque dice que el plano preciso nunca se conocerá. Más adelante (1976:452) conjeturaba que al tiempo de la construcción del Templo,

“las ideas mágico-religiosas de las Provincias Centrales ya habían pasado del Chamanismo tutelar o el Politeísmo naturalista -típicos de los grupos numéricamente reducidos y especialmente diversificados- a un sistema más jerárquico, sugiriendo la asociación de algún personaje o personajes divinos con el poder temporal”.

La cerámica encontrada por Cooke correspondía al Macaracas policromo en alto porcentaje, la cual sitúa el centro de la ocupación en el período sexto, de 800 al 1,200 d.C. aunque hubo ocupación previa y posterior. El Templo fue usado y abandonado y después reusado como sitio de habitación.

Usando argumentos socioeconómicos, Cooke pensaba que el Templo coincidía con la sociedad altamente estratificada de Sitio Conte.

El período sexto en el occidente del istmo

Wolfgang Haberland y la Isla Muertos - 1960

Lo que más impresionó a Haberland durante su estadía en Isla Muertos, publicada en 1960, fueron las estatuas que ahí encontró. Islas Muertos o Villalba es una isla pequeña al sur de David. Encontró solamente dos figuras razonablemente completas y ninguna estaba en su sitio original. Como intentaron robarlas, las figuras fueron embutidas en tanques de concreto.

Haberland no quería llamarlas estatuas de piedra porque le parecía que las figuras constituían solamente una pequeña parte del objeto total y pensó que era mejor llamarlas Pilares adornados.

El armadillo

Una de las figuras representa un armadillo cuya cola cuelga del lado más delgado de la columna. La figura tiene 9 cm de ancho y 26 cm de largo, y está separada del pilar por una pequeña plataforma.

Femenina

Tiene 58 cm de alto. Lo alto de la cabeza es horizontal y la cara triangular. Nariz modelada prominentemente, la parte inferior ancha. Ojos casi cerrados. No se indicó boca. Cuerpo de líneas angulares y rudas con nalgas prominentes. Manos que tocan en el estómago. Dos pechos pequeños indican el sexo.

Haberland, al comparar estos tipos de figuras de Isla Muertos con las de Barriles encontró que las de Barriles también tienen base redondeada como si fuera una espiga, pequeña ésta en comparación con las figuras, las que son de gran tamaño.

Las estatuas de Isla Muertos se dice que se han perdido, de manera que sólo quedan las fotos de Armadillo y Femenina. Si se han perdido, han sufrido el mismo destino de otras seis que pudo ver Haberland, ya rotas y perdidas las figuras, en 1960.

En cuanto a las conexiones, parece claro que estilísticamente se acercan más a las estatuas de Río Caño que a las de Barriles.

Además, la cerámica recogida por Haberland en Isla Muertos parece corresponderse enteramente con el tiempo de la Fase San Lorenzo, que corre de 800 d. C. a 1,200 d. C., lo cual hace contemporáneos los estilos de Isla Muertos y Río Caño, lo cual acerca los dos fenómenos.

La fase San Lorenzo - Olga Linares - 1968

Con la publicación del libro de O. Linares en 1968 se estabilizó una imagen de la secuencia arqueológica del Golfo de Chiriquí. Linares logró hacer la siguiente secuencia:

  • Mayor antigüedad: Fase Burica 500 al 800 d.C.
  • Media antigüedad: Fase San Lorenzo 800 al 1,200 d.C.
  • Contacto: Fase Chiriquí 1,200 al 1,500 d.C.

Aún faltan para la Fase San Lorenzo conexiones culturales otras que cerámica.

Rio Caño: Estatuas publicadas por Verrill.

Rio Caño: Estatuas publicadas por Verrill.

Isla Muertos. “Femenina”. Foto y dibujo

Isla Muertos. “Armadillo”. Foto y dibujo

1.8 Historia del periodo séptimo (1,200 d.C. al 1,500 d.C.)

Hacia el final del Período séptimo se establece contacto con los españoles. La construcción de la idea de este Período sido posible por una constelación de hombres y mujeres impresionante: desde historiadores, anticuarios hasta arqueólogos.

Para el lado occidental del Istmo, se ha estudiado y difundido la noción de Cultura Chiriquí, que sólo recientemente se ha probado como errónea, porque conducía a pensar que esa Cultura Chiriquí o Chiriquí Clásico era una región, con una cultura sin profundidad histórica. Y en realidad no es una región, ni una sola cultura, sino simplemente, un período de desarrollo, una fase, la última de la prehistoria del Istmo de Panamá.

Cañas Gordas - 1840

Decía Lothrop (1937:29) que en el año de 1840 dos nativos abrieron algunas tumbas en la alta sierra detrás de Cañas Gordas en la Provincia de Chiriquí, de donde extrajeron oro que peso dos arrobas (50 libras). Cuando ese tesoro llegó a David, el General Morazán, último presidente de los Estados Unidos de Centro América, quien estaba entonces exilado, formó una compañía para explotar las tumbas. Esta empresa fracasó porque los asociados no pudieron escalar las cimas donde estaba localizado el cementerio.

Bugaba, Bugabita, Boquete - 1858-1859

Decía sobre este asunto Lothrop (1937: 30) que en 1858 se abrió el famoso cementerio de Bugaba en Chiriquí, del cual se dice se sacaron 10,000 onzas de oro en el término de 2 años. En 1859, se localizaron cementerios igualmente importantes en Bugabita y Boquete. Como resultado de la aparición de estas riquezas, gran parte de la población de Chiriquí se dedicó a saquear tumbas. El Gobernador del Banco de Inglaterra parece que dijo que piezas por valor de varios miles de libras llegaban a su institución todos los años. El asunto llamó mucho la atención en los Estados Unidos donde se publicaron relatos en los periódicos por los siguientes escritores:

  • Merrit, J. King. 1860. “Report on the huacas or ancient graveyards of Chiriquí”. American Ethnological Society.
  • Otis, F.M. 1859. “The new gold discoveries on the isthmus of Panama” Harper’s Weekly - Agosto 6 - N.Y.
  • Bateman, J.T. 1860. “Account of a visit to the huacals, or ancient graveyards of Chiriqui”. Bull. Amer.Ethm.Soc. Vol. 1 N.Y.
  • Squier, E.G. 1859. “More about the gold discoveries of the Isthmus”. Harper’s Weekly. Agosto 20, N.Y.

A. de Zeltner - 1866

Era cónsul de Francia, Miembro correspondiente de la Comisión científica de México y de la American Ethnological Society de Nueva York. Escribió el artículo titulado “Sepulturas Indias del Departamento de Chiriquí en el Estado de Panamá” en francés, y lo publicó en Panamá en la Imprenta de T.M Cash en 1866. Este artículo fue traducido al español y publicado por Manuel Gamboa, intelectual panameño en el periódico El Céfiro n. 16 de abril de 1867.

El interés de De Zeltner estaba centrado en las tumbas y en su contenido, lo cual representa un avance considerable sobre las ideas prevalecientes en el Istmo del tiempo, ideas concentradas en el contenido aurífero de las tumbas.

De Zeltner menciona que desde el año 1859 comenzó la abertura de guacas en Chiriquí y que para la fecha en que escribía era considerable el número de objetos de oro recobrados.

Identificó seis formas de sepulturas:

  1. Tumbas de forma redonda.
  2. Las mismas tumbas fortificadas (guacas de fuerte)
  3. Tumbas sostenidas por pilares de piedra, sin bóveda.
  4. Tumbas con pilares y bóveda formada con baldosas planas.
  5. Tumbas con bóveda de tierra.
  6. Tumbas de canal (guacas de canal)

Holmes, W.H. y MacCurdy, G.G. - 1911

Holmes escribió en 1888 “Arte antiguo de la Provincia de Chiriquí” (título traducido), en el sexto informe anual del Bureau of American Ethnology-Washington. MacCurdy escribió en 1911 (título traducido) “Estudio de las antigüedades chiricanas” en las Memorias de la Academia de Connecticut para las Artes y las Ciencias.

De estos autores decía Lothrop (1937: 30) y que estos dos clásicos estudios de arqueología de Chiriquí estaban basados en colecciones de Museo. Ambos autores clasificaron y describieron la cerámica, la lítica y el metal de manera eficiente. Pero Lothrop se quejaba que para 1937 no había aún información estratigráfica y secuencia cronológica. Lothrop añadía que los productos de Coclé encontrados en Chiriquí intrigaron… tanto a Holmes como a MacCurdy, los cuales reconocieron correctamente que se trataba de artistas de más mérito que los manufactureros locales. Los especímenes, sin embargo, fueron interpretados por muchos años como el trabajo de artistas excepcionales antes que muestras de una cultura diferente.

Max Uhle y su “estudio de la cronología y relaciones de las antiguas civilizaciones panameñas”.

Max Uhle fue un arqueólogo alemán que investigó en el Ecuador y que se interesó tangencialmente en el Istmo de Panamá. Sus observaciones sobre la prehistoria del Istmo se basaron en algunas colecciones particulares y una colección del Instituto Nacional de Panamá. Su apoyo en el Istmo de Panamá fue el licenciado Agustín Ferrari quien procuró mantenerlo informado de los encuentros en esta localidad. Uhle sustentaba la teoría monogenética, es decir que todas las civilizaciones superiores americanas descendían de fuentes mayoides centroamericanas. Con tal teoría como base planeaba el trabajo que consistiría en determinar la relación de cada una de las civilizaciones americanas con sus fuentes mayoides originales y “en establecer de esta manera su árbol genealógico natural…”

Los objetos del Istmo serían clasificados entre los sub-mayoides que principalmente los constituían.

Para el tiempo de Uhle los objetos más conocidos de la arqueología panameña eran los de Chiriquí y uno de sus propósitos era el de completar con su teoría monogenista las clasificaciones de cerámica de Holmes (1888) y MacCurdy (1911).

Olga Linares y su “Cronología cultural del Golfo de Chiriquí” - Panamá - 1968.

A pesar de la gruesa línea de escritores que estudiaron la cerámica chiricana y establecieron la llamada “Cultura de Chiriquí”, algunas cuestiones fundamentales no habían quedado resueltas. Todos esos escritores tenían en mente, aparentemente, que las piezas que dibujan de Chiriquí era el total de los tipos de esa región.

Y aparentemente, también tenían en mente que esa “Cultura de Chiriquí” representaba todo el desarrollo temporal de la prehistoria chiricana.

En la práctica, todos estos conceptos se vinieron abajo. En primer lugar, la cerámica que estudiaron Holmes, MacCurdy, Uhle y otros correspondían a una última fase de la historia cerámica de la región, es decir, había más tipos cerámicos que lo que ellos se imaginaron.

En segundo lugar, la “Cultura de Chiriquí” no existe como entidad discreta. Se podría hablar más bien de culturas clásicas de Chiriquí, las de los autores antes citados. Porque culturas de Chiriquí hay varias, dependiendo, de su tiempo de aparición y esplendor.

Había culturas muy arcaicas, como la de Casita de Piedra, más cercanas al tiempo de Cristo como la de la Concepción; posteriores al tiempo de Cristo, como las de Aguas Buenas, la de Burica, la de San Lorenzo, la de “Chiriquí Clásico”.

Y fue Olga Linares quien comenzó el proceso de clarificación de estos problemas en la segunda mitad del siglo veinte. Es decir, desde los encuentros de 1840 habían pasado más de cien años cuando en 1968 salió publicada la tesis de Olga Linares, llamada (en inglés): “Cronología cultural del Golfo de Chiriquí: Panamá” (Smithsonian Contributions to Anthropology - Vol. 8 Washington).

Las formas culturales que aquí nos interesan fueron clarificadas y posicionadas en la última etapa de la arqueología de esa región, eficientemente y sin que quede lugar para la duda.

Natá prehistórico - Cooke - 1977

R. Cooke, en un trabajo llamado “Coclé y su arqueología: una breve historia crítica” (Revista La Antigua 1977:160) discutió sobre la antigua población precolombina de Natá, durante el tiempo inmediatamente anterior al contacto con los españoles.

Llamó el pueblo y a la región que controlaba, así como a la estructura social que prevalecía durante el período que estamos estudiando: Cacicazgo.

Sobre su extensión geográfica afirmaba que el cacicazgo de Natá comprendió el aluvión que va desde el Río Coclé hasta el Río Pocrí. Sobre los límites norteños no tenía información, así como tampoco para las fluctuaciones de espacio que necesariamente ocurrieron antes de su hegemonía.

Tampoco pudo ofrecer datos sobre las relaciones entre Natá y sus vecinos: Chirú, Penonomé, Escoria y Trota.

Pensaba que los asentamientos de los diferentes cacicazgos se encontraban en las partes más fértiles, áreas de suelos de origen aluvial, lacustre o volcánico, en los cuales la agricultura de roza era la más productiva. Y logra un paralelismo sorprendente, de la manera siguiente:

  • Escoria - Valle del Río Santa María
  • Pacara - Aluviones del Río Chico.
  • Natá - Aluviones del Río Grande
  • Chirú - Llanos de Antón y Farallón.

Esos cacicazgos vivían confinados y al mismo tiempo restringidos por las áreas de aluvión (Cooke, 1977:156).

Cuando se refirió a los asentamientos tardíos de Coclé, Cooke mencionó que había hecho un estudio de los basureros superficiales logrando demostrar que Natá había sido un centro de población importante a fines de la época prehispánica, tal cual se menciona en las crónicas.

Esto está basado en el hecho de que el material precolombino sobrepasa los limites actuales del pueblo, de manera que sugiere que pudo ser más grande en tiempos prehispánicos que hoy en día.

La cerámica que se encuentra con más frecuencia en Natá, es de los estilos “Parita” y “El Hatillo”, colocados entre 1,100 y 1,250 después de Cristo. Excavó una trinchera en el pueblo y recabó una fecha de carbono 14 de 1.075 d.C. \(\pm\) 80 (I-8382), fecha que coincide, posiblemente, con el establecimiento de Natá como capital de territorio.

La teoría de los cacicazgos - Cooke

Cooke decía en su escrito de 1977 en la Revista La Antigua, que el fenómeno más fundamental que debía ser base de las investigaciones arqueológicas en Panamá es el desarrollo de las sociedades llamadas Cacicazgos, o sea las sociedades de rango y privilegios sociales tales como:

  1. Casas grandes para los caciques.
  2. Lugares especiales para entierros de los caciques.
  3. Esclavitud y sacrificio de prisioneros.
  4. Privilegios adquiridos mediante las guerras.
  5. Literas para personajes importantes.
  6. El poder nunca representa dominio de una sola familia ni de una sola persona.
  7. Adquisición de rango representaba la fuerza motivadora de la conducta humana.
  8. Por razones de rango se encuentran los entierros lujosos repletos de oro fino.
  9. Por idénticas razones hay peleas constantes entre diferentes grupos y comunidades.
  10. Robo y saqueo de las tumbas más ricas.
  11. Guerras constantes por botín y mujeres.
  12. Natá era un Cacique, no un reyezuelo hereditario, al estilo feudal europeo, sino que era un guerrero que había logrado imponerse temporalmente por su habilidad.

Sitios arqueológicos de América relacionados con Panamá. Según Max Uhle-(1925)